El nuevo film de Al Gore sobre el cambio climático se convirtió a poco de estrenarse en una auténtica papa caliente para la Asociación de Profesores de Ciencia de Estados Unidos. Por qué se negaron a distribuir copias gratuitas en DVD de La Verdad Incómoda entre sus 50.000 miembros.

(6/12/06 – Agencia CyTA-Instituto Leloir. Por Florencia Mangiapane) – Sólo tenían que escribir una pequeña carta de presentación para acompañar la distribución de los 50.000 DVD que la productora de La Verdad Incómoda les había ofrecido sin cargo. Y se negaron. El motivo alegado: una disposición que rige desde 2001 e impide avalar cualquier producto o mensaje producido por una organización ajena a la asociación.

La ambientalista Laurie David, productora de la película en que el ex presidente de Estados Unidos advierte sobre el cambio climático y sus consecuencias -recomendada por Greenpeace y éxito de taquilla a poco de estrenarse- no tardó en contrarrestar el desaire: envió un artículo de opinión a The Washington Post, en el que acusa a la Asociación Nacional de Profesores de Ciencia (NSTA, por sus siglas en inglés) de rechazar su ofrecimiento de 50.000 DVD para no ofender a la petrolera ExxonMobil, que a lo largo de la última década aportó 6 millones de dólares a NSTA para ayudar a la asociación a promover la enseñanza de la ciencia.

El contrapunto fue comentado por la revista científica Science, a la que David manifestó su indignación por los lazos que unen a NSTA con la empresa madre de Esso. Según la productora, ExxonMobil es una compañía que “ha gastado millones para desinformar al público sobre el calentamiento global”.

La empresa estadounidense, dedicada a la explotación y producción de petróleo y gas, así como a la manufactura y comercialización de combustibles, lubricantes y productos químicos, salió también al cruce de las acusaciones, y respaldó a los profesores.

“No nos pronunciamos sobre la decisión de NSTA de compartir o no un DVD con sus miembros. NSTA es una organización independiente y actúa en consecuencia. Lo que sí objetamos es la crítica injusta de la señora David al histórico apoyo que ExxonMobil viene brindando para mejorar el nivel de la enseñanza de matemáticas y ciencias en este país”, señaló Kenneth Cohen, responsable de Asuntos Públicos de la corporación, en una carta que dirigió al editor del Washington Post en respuesta al artículo de David, publicada también en la página web de la empresa.

“Como reconocemos el riesgo del cambio climático, invertimos millones de dólares al año en nuevas tecnologías para mitigar las emisiones de gas causantes del efecto invernadero. Además, estamos volviendo nuestras operaciones más eficientes para reducir las emisiones asociadas con el uso de nuestros productos”, explicó Cohen.

“En última instancia, la ironía de la postura de la señora David –concluye- es que al atacar a NSTA y a aquellos que apoyan el excelente trabajo de esta organización, se arriesga a socavar el avance del conocimiento y la conciencia científicos, los mismos valores que necesitamos para afrontar el cambio climático y muchos otros problemas que le toca abordar a Estados Unidos hoy.”

¿Qué dicen los profesores?

El director ejecutivo de NSTA, Gerald Wheeler, fue más allá de una disposición estatutaria para explicar los motivos de la negativa. “No hacemos distribuciones masivas para nadie; no enviamos a nuestros miembros material que no han solicitado”, dijo. En cuanto a las lealtades corporativas, Wheeler reconoció que el 16 por ciento del presupuesto anual de NSTA, estimado en 23 millones de dólares, proviene de empresas, y una parte de estos aportes, de la industria del petróleo y el gas. “Pero nunca nadie nos pidió que saliéramos a hablar en su nombre, cosa que de todos modos tampoco aceptaríamos”, remató Wheeler.

Las autoridades de la Asociación de Profesores parecen tener la conciencia tranquila. En el boletín del mes pasado incluyeron un extenso artículo sobre el calentamiento global, donde el film de Al Gore se ganaba el primer párrafo, y colgaron en su sitio web un hipervínculo a la película. Wheeler también explicó que hasta hicieron una contraoferta a la productora de la película: el DVD podía llegar a los docentes si el equipo de La Verdad Incómoda compraba la lista de distribución de NSTA, a razón de 130 dólares los mil nombres. La oferta fue recibida por los productores como una invitación onerosa al fracaso.

Mientras tanto, el debate sigue, con más leña al fuego echada por el propio Al Gore el viernes 29 en el programa televisivo The Tonight Show, en el que llegó a acusar erróneamente a ExxonMobil de formar parte del directorio de NSTA.

Trama caliente

La Verdad Incómoda, dirigida por Davis Guggenheim, fue aclamada en el Festival de Cine de Sundance y llegó a las plateas argentinas el 23 de noviembre pasado. En una serie de conferencias matizadas con referencias a su biografía, el ex vicepresidente de la administración Clinton, dedicado hace más muchos años a estudiar el cambio climático, llama la atención sobre la gravedad del fenómeno del calentamiento global, especialmente para los países pobres.

El film subraya que la humanidad está sentada sobre una bomba de tiempo, que no tardará en explotar si en los próximos diez años no se ejercen acciones contundentes para desactivarla. Inundaciones, sequías, epidemias y olas de calor no sólo plantean a los seres humanos un desafío político, sino un compromiso moral que exige del esfuerzo de cada uno para modificar conductas y articular demandas.

Orientada a desterrar mitos con estudios científicos bajo el brazo y al mismo tiempo tocar las fibras de los ciudadanos del mundo por medio de imágenes desalentadoras, como las escenas del huracán Katrina y de osos polares que se ahogan por el derretimiento de los hielos, la película intenta aprovechar el alcance del cine para multiplicar un mensaje hasta ahora difundido en presentaciones grupales.

“No hay suficiente tiempo para que Al Gore vaya a cada ciudad en la Tierra y cambie la forma de pensar de todos,” resume Scott Burns, otro de los productores del film, en un reciente comentario de Greenpeace Argentina. “El poder de la película es que puede propagar estas ideas en un momento en que el tiempo es totalmente crítico”.