En la Argentina se darían cerca de 1.300 nuevos casos de Chagas congénito por año, y se notifican alrededor de 400. Investigadores argentinos y del exterior están realizando estudios para mejorar los tests de diagnóstico de los bebés al nacer.

(05/02/10 – Agencia CyTA – Instituto Leloir)-. En las Américas se estima que cada año ocurren 15 mil nuevos casos de transmisión congénita de la enfermedad de Chagas. “Se estima que en la Argentina se dan cerca de 1.300 nuevos casos de Chagas congénito por año y se notifican alrededor de 400”, afirma el doctor Sergio Sosa Estani, Jefe del Servicio de Epidemiología del Centro Nacional de Diagnóstico e Investigación de Endemo-epidemias (CeNDIE), ANLIS “Dr. Carlos G. Malbrán”. “Y como casi el 100 por ciento de los bebés que son diagnosticados durante el nacimiento y que son tratados adecuadamente se curan, es importante lograr la detección precoz en todas las maternidades tanto de la Argentina como de otros países de la región”, agrega.

Un estudio realizado en el Hospital Regional de Ushuaia cuyos resultados fueron publicados en la edición de enero del American Journal of Tropical Medicine and Higiene reveló que de 68 bebés de madres con enfermedad de Chagas, tres nacieron siendo portadores del Trypanosoma cruzi. Este trabajo, que contó con la autorización del Ministerio de Salud de esa Provincia y con la participación de la Universidad Nacional de Asunción (Paraguay), revela que  la tasa de infección congénita en la ciudad más austral del mundo (lejos de la región endémica) fue de un 4,4 por ciento.

Si bien se manejan varias hipótesis, Sosa Estani señala que aún no se sabe fehacientemente por qué en algunos casos los bebés nacen sin el Trypanosoma cruzi pese a que sus madres están infestadas con ese parásito.

Otra investigación que tuvo lugar en Ushuaia entre enero de 1995 y diciembre de 1996, mostraba que el porcentaje de embarazadas con la enfermedad de Chagas era del 6 por ciento. “Sin embargo, otro estudio realizado en 2008 arrojó un porcentaje que fue de 1,4 por ciento. Esta reducción se debió probablemente a cambios demográficos y al efecto de acciones de control de la transmisión vectorial en las zonas endémicas en las últimas décadas, entre otros factores”, puntualiza el especialista. 

“Los casos de transmisión congénita de la enfermedad de Chagas y de pacientes de diferentes edades que tienen esa patología en Ushuaia son consecuencia de los fenómenos migratorios desde zonas endémicas de la Argentina y de países limítrofes. Algo similar podría estar sucediendo en otras provincias de la Argentina y en otros países que no son endémicos”, indica Sosa Estani, quien también se desempeña como investigador del Conicet y del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria. “Por estas razones es importante que se intensifique en todo el país el estudio de las embarazadas y de sus hijos para detectar precozmente la enfermedad de Chagas congénita y así brindarles un tratamiento en forma oportuna”, añade.

En el nuevo estudio se describe también un test denominado SAPA (siglas en inglés de la técnica “Shed Acute Phase Antigen”), que fue probado para analizar muestras de sangre en 68 bebés nacidos en el Hospital Regional de Ushuaia. “Si bien los resultados son preliminares, el test SAPA resultó ser más eficaz que los exámenes actuales”, explica Sosa Estani. Y continúa: “Actualmente, si los estudios son realizados por personas no entrenadas, en general los estudios en bebés con infección congénita al momento del nacimiento suelen dar negativo. Por esa razón es necesario repetirlo al año de edad. En cualquiera de estos momentos podemos tratarlo y curarlo, pero si hay que hacer seguimientos los niños pueden no volver a ser traídos por sus madres o tutores y pierden la oportunidad de ser tratados.”

Según explica el experto, el test SAPA  es una prueba serológica, con un método similar al que se usa de rutina, “solo que se usa un antígeno especial de mayor sensibilidad. Lo que se hace es colocar una muestra de sangre del paciente, donde puede haber o no anticuerpos contra el antígeno del parásito, junto con un antígeno del parasito. Si el paciente tiene anticuerpos (que se crearon para defenderse del parásito que lo esta infectando), éstos se juntan con los antígenos del equipo de laboratorio y generan una reacción positiva.”

Una vez empleado el test SAPA, los investigadores hicieron un seguimiento de todos los bebés hasta el año de edad para estudiar la eficacia de ese examen.

Dado que estos resultados fueron obtenidos con pocas observaciones y son preliminares, es necesario ampliar la investigación para ver la potencialidad de esta alternativa, subraya Sosa Estani, quien hoy coordina la creación de la Dirección de Enfermedades Transmisibles por Vectores del Ministerio de Salud de la Nación.

Los bebés con Chagas congénito que fueron diagnosticados en el Hospital Regional de Ushuaia -durante la realización de la investigación- fueron tratados y se curaron.

Prevención de la transmisión congénita

Más allá de la necesidad de mejorar los métodos de detección del parásito de la enfermedad de Chagas en bebés para su tratamiento oportuno, Sosa Estani considera que se debe ir aún más lejos. “Lo ideal es evitar que las mujeres se infecten controlando al vector. Para los casos en que esto no se pudo evitar, el objetivo sería tratar a las mujeres para que no le transmitan el parásito a sus hijos”, afirma.

En otra investigación liderada por Sosa Estani –cuyos resultados fueron publicados en la Revista de la Sociedad Brasilera de Medicina Tropical a fines de 2009- se hizo un seguimiento a 16 mujeres infestadas con el Tripanosoma cruzi de tres departamentos de la Provincia de Salta. “Recibieron un tratamiento basado en fármacos que eliminan el parásito y que por lo tanto reducen las posibilidades de que desarrollen la enfermedad”, comenta Sosa Estani.

Años después, esas mujeres tuvieron 32 hijos y de acuerdo a los exámenes realizados, ninguno de ellos estaba infectado con el parásito. “Trabajamos con la hipótesis de que si tratamos a las mujeres con el fármaco beznidazol evitamos la transmisión congénita. De todos modos, es preciso seguir investigando para confirmar los resultados”, aclara el investigador del Conicet. Y agrega que los actuales fármacos no deben ser administrados durante el embarazo ya que pueden afectar el desarrollo del bebé. “En este sentido, sería necesario la adopción de medidas contraceptivas en mujeres que están en edad reproductiva”, subraya. 

Es muy importante el hallazgo de métodos que interrumpan la transmisión congénita del Tripanosoma cruzi, subraya Sosa Estani. Y concluye: “después de eliminar la transmisión de los vectores (vinchucas) y de las transfusiones de sangre no controladas adecuadamente, la eliminación de la transmisión congénita será un paso clave para la erradicación de la enfermedad de Chagas en varios países de América Latina.”

vinchuca

Trypanosoma cruzi (agente etiológico) y vinchuca (vector transmisor),
obtenidos de las figuras publicadas en el artículo original del Dr. Carlos
Chagas en 1909.

Crédito: Revista Española de Cardiología