Un documento de la UNESCO y la Unión Internacional de Ciencias Geológicas, presentado hace pocos días, en ocasión del lanzamiento oficial del 2008 como “Año Internacional del Planeta Tierra”, pone de manifiesto cómo puede utilizarse o desestimarse la información provista por las ciencias de la Tierra.

(25/02/08 – Agencia CyTA_Instituto Leloir. Por L.G.O) –Los conocimientos recolectados sobre las características terrestres tienen dos grandes destinos: quedar dormidos en los estantes, o ser de utilidad para las sociedades. Esa disyuntiva fue el tema central de la reunión que tuvieron los organizadores del “Año Internacional del Planeta Tierra” (IYPE, por sus siglas en inglés), realizada el 12 y el 13 de febrero en la sede central de la UNESCO, en París, Francia.

Una de las metas del IYPE es mostrar la trascendencia de que se realice investigación en el campo de las ciencias geológicas. En el documento presentado a la prensa mundial, los organizadores publicaron cinco ejemplos en los cuales la información científica disponible no fue suficiente o no fue utilizada por los gobiernos, y otras cinco situaciones donde hubo un final feliz. La Agencia CyTA presenta en esta nota, una síntesis de los diez ejemplos, que mueven a la reflexión.

¿Desastres naturales o humanos?

1) El desastre de la represa de Vajont

En 1963, mientras llenaban la represa del valle de Vajont, en Italia, un bloque de 270 millones de metros cúbicos se desprendió de una de las paredes del valle e ingresó en el lago a una velocidad de 30 metros por segundo. El impacto provocó una ola enorme, que saltó las murallas de la represa, y provocó la muerte de 2.500 personas en el pueblo cercano. El conocimiento adecuado de la geología de la zona podría haber prevenido el desastre.

2) Glaciar sin control

El primer movimiento del glaciar Kolka, en la Osetia del Norte-Alania, ubicada en la zona caucásica de la ex Unión Soviética, fue registrado en 1885. En 1965 se realizó un extensivo relevamiento científico, pero luego los gobiernos decidieron no destinar más fondos públicos para la prevención de una catástrofe, como la que finalmente sucedió. En 2002, el glaciar ruso colapsó y se deslizó a 150 kilómetros por hora hacia el pueblo de Kramadon. Alrededor de 300 personas murieron enterradas.

3) Tsunami en el océano Índico

Alrededor de 25 mil personas murieron a causa del tsunami ocurrido el 26 de diciembre de 2006, que devastó las costas de Sumatra, Indonesia y otras islas del Océano Índico. Si bien existían herramientas científicas para aplicar un sistema de alerta temprana, recién después del desastre, se creó uno siguiendo como modelo un sistema establecido en el Océano Pacífico.

4) Inundaciones sin medidas

“Las inundaciones generan más muertes y destrucción de la propiedad que cualquier otro desastre natural”, afirma el documento del IYPE. El ser humano podría evitar gran parte de los daños, pero hay falta de asesoramiento sobre cuáles son los mejores lugares para construir, se aplican pocas estrategias de mitigación de daños en las regiones propensas a inundaciones, y hay escasez de fondos para financiar el monitoreo de los cuerpos de agua.

5) Tragedia colombiana de Armero

Los científicos habían advertido al gobierno del riesgo de aludes provocados por el volcán Nevado del Ruiz, en Colombia. Pero los líderes políticos locales prefirieron no escuchar a los expertos. El 13 de noviembre de 1985, se produjo una gran erupción, y el hielo y la nieve de la cima del volcán provocaron un fenómeno llamado “lahar”, que se asemeja a un río de tierra y rocas que puede alcanzar la velocidad de 100 kilómetros por hora. En el pueblo de Armero, murieron 21 mil personas, de un total 28.700 habitantes.

Investigar, descubrir y actuar

6) Captura de carbono

La captura de carbono para su posterior almacenamiento subterráneo es una técnica controvertida, pero que tiene sus adeptos en la comunidad científica por el potencial de remediar la contaminación de la atmósfera. Los geólogos también han descubierto que el carbono capturado podría ayudar a “cosechar” un mayor volumen de petróleo. Y luego el carbono sería almacenado nuevamente bajo tierra. En la actualidad, hay varios países que investigan técnicas de este tipo.

7) Radón y cáncer

El radón es un gas inerte, que no puede ser detectado a través de la vista, el olfato o el oído. Es común su presencia en ciertas rocas, como el granito. El gran problema es que es radiactivo y su presencia en el ambiente puede dañar el material genético. Desde que se descubrió su relación con casos de cáncer de pulmón y de mama, los geólogos buscan asesorar a las poblaciones, y a los gobiernos, sobre las medidas para construir casas de manera segura.

8) Polvo mortal en Capadoccia, Turquía

La inhalación de moléculas de asbesto puede producir una enfermedad respiratoria llamada abestosis, y la inhalación de polvo erionita puede causar cáncer (llamado mesotelioma). En la región de Capadoccia, en Turquía, se han registrado miles de casos de personas con estas enfermedades. Gracias a la investigación geológica, se descubrió que se debían a la presencia de polvo de diferentes minerales y cenizas volcánicas. Los habitantes del área han sido evacuados.

9) Energía geotérmica

El calor que produce el planeta puede ser aprovechado para generar electricidad mediante la creación de plantas geotermales. La tecnología es limpia y segura para el ambiente, y provee energía a gran escala. Uno de los desafíos es detectar las mejores zonas terrestres para realizar esta iniciativa, pero ya promete ser una buena opción para el combinado de opciones de energía renovable que necesita el mundo, según informa el documento del IYPE.

10) Filtro arcilloso para descontaminar el agua

La presencia de arsénico en el agua es un problema grave en varias regiones del mundo. El agua con arsénico puede llevar a la muerte. En 2001 geólogos de los Estados Unidos y de México anunciaron una solución simple: un tipo de arcilla natural extraída de una formación geológica de México ayudaba a absorber el arsénico y el agua se purificaba. En la actualidad, la investigación continúa, pero los habitantes de las poblaciones más pobres ya tienen a la vista, una opción barata y accesible para tomar agua potable.