Investigadores del Instituto Weizmann identificaron el mecanismo de acción de una vacuna contra la diabetes insulinodependiente. Se espera que el hallazgo sirva para incrementar la efectividad de la vacuna, que se está probando clínicamente con resultados alentadores.

(27/07/06 – CyTA – Instituto Leloir. Por Florencia Mangiapane) – Un equipo de investigadores del Departamento de Inmunología del Instituto Weizmann, de Israel, reveló el mecanismo molecular de una vacuna contra la diabetes de tipo 1, también denominada diabetes mellitus insulinodependiente, según informó el propio instituto en un comunicado de prensa.

La enfermedad se manifiesta en la adolescencia y es producto de un trastorno autoinmune que lleva al sistema de defensas del organismo a atacar las células pancreáticas productoras de insulina, una hormona clave para transformar en energía el azúcar, el almidón y otros alimentos.

El equipo del Weizmann, encabezado por el profesor Irun Cohen, desarrolló hace algunos años una vacuna que demostró ser eficaz para frenar la progresión de la diabetes de tipo 1 en animales de laboratorio. Los investigadores descubrieron que un fragmento de una proteína, el péptido denominado p277, es capaz de detener la respuesta autoinmune responsable del trastorno.

El preparado ya se está probando en personas en Europa y Estados Unidos, pero hasta ahora se desconocía su mecanismo de acción concreto. “Cuando desarrollamos la vacuna sabíamos lo suficiente sobre el mecanismo como para entender que esa proteína debilitaba la respuesta inmune, pero no exactamente cómo lo hacía”, señala el profesor Cohen. El equipo finalmente logró determinar sobre qué células inmunes actúa el péptido p277.

Según explican los científicos, el péptido opera en dos frentes: Por un lado, acelera la actividad de ciertas células que regulan la cantidad de linfocitos T potencialmente dañinos para el organismo. Por el otro, hace que esas células peligrosas segreguen sustancias antiinflamatorias en lugar de aquellas que generan la inflamación causante del trastorno autoinmune. Esta doble acción del péptido pone en jaque la respuesta inmune y sus consecuencias perjudiciales.

“El descubrimiento es importante. Ahora que logramos identificar la actividad molecular del p277 con tanta precisión, podemos imitar el propio proceso que emplea la naturaleza para regular el sistema inmune y así estimular las defensas para evitar la destrucción de las células pancreáticas productoras de insulina”, concluye Cohen.