Un equipo internacional de científicos, que incluye a varios investigadores argentinos, publicó el primer estudio de asociación del genoma completo (más conocido por sus siglas en inglés GWAS) para la enfermedad de Alzheimer en poblaciones de Sudamérica. Entre otras cosas, permitió validar hallazgos previos obtenidos en europeos y sugiere que existen nuevas variantes genéticas posiblemente involucradas en el desarrollo de la principal causa de demencia en la vejez.

(Agencia CyTA-Leloir).- Una de las búsquedas científicas más desafiantes de las últimas décadas es la posibilidad de identificar genes que se puedan vincular de manera directa a enfermedades complejas. En este camino, los estudios de asociación del genoma completo, más conocidos como GWAS por sus siglas en inglés, son una de las herramientas más utilizadas ya que permiten relacionar la presencia de variantes genéticas hereditarias con el riesgo de padecer una determinada enfermedad. Ahora, un equipo internacional de científicos, integrado por varios argentinos, dio a conocer el primer estudio GWAS para la enfermedad de Alzheimer en poblaciones de Sudamérica. Publicado en la revista “Alzheimer’s & Dementia”, el trabajo pionero permitió validar hallazgos previos obtenidos en población europea y sugiere cuatro nuevas variantes genéticas posiblemente involucradas en el desarrollo de la principal causa de demencia en la vejez.

“En nuestra región no es fácil gestionar estudios multicéntricos que involucren pacientes y casos de control”, aseguró a la Agencia CyTA-Leloir Laura Morelli, investigadora del CONICET en el Laboratorio de Envejecimiento Cerebral y Neurodegeneración de la Fundación Instituto Leloir (FIL), y una de las coautoras del estudio que analizó unas 1500 muestras de Chile y Argentina. “Si bien el número de participantes no es lo suficientemente grande como para determinar con certeza nuevos genes asociados al Alzheimer en las llamadas poblaciones mixtas como la nuestra (aquellas que no tienen un origen ancestral único, sino que se caracterizan por la mezcla de etnias con diverso bagaje genético), sí sirvió para validar los hallazgos obtenidos en la población europea, donde se llevan estudiadas a unas 500.000 personas”, añadió Morelli.

Ahora se deberán confirmar las nuevas variantes genéticas que el trabajo sugiere que están involucradas en el desarrollo de la enfermedad en estudios con mayor número de participantes, agregó la experta.

Laura Morelli, investigadora del CONICET en la Fundación Instituto Leloir, fue una de las supervisoras del estudio internacional.

 

 

 

 

 

 

 

 

El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa progresiva de la que se desconoce con precisión las causas. Si bien factores relacionados al estilo de vida –como la dieta, el sedentarismo o el hábito de fumar– influyen en el riesgo a desarrollarla, entre el 60% y el 80% de los casos tienen una base genética. Los estudios GWAS y los metaanálisis desarrollados a partir de ellos ya permitieron identificar más de 80 variantes genéticas que predisponen a la enfermedad, pero lo cierto es que la mayoría de estos trabajos se realizaron en poblaciones europeas y asiáticas.

“Lamentablemente, las grandes iniciativas internacionales han centrado su investigación en la ascendencia europea, limitando la generalización de los hallazgos genéticos a otras poblaciones. Para comenzar a llenar este vacío, presentamos el primer estudio que ayuda a dilucidar la genética del Alzheimer en la población sudamericana, que ha sido poco estudiada”, resaltaron los autores en el paper. E informaron que una iniciativa más grande buscará aumentar el tamaño de la muestra analizada en América Latina para profundizar las investigaciones en el área.

“Hasta ahora no se sabía si un predictor de riesgo para el Alzheimer desarrollado en Europa con datos de la población caucásica podía servir en poblaciones mixtas como la nuestra. Con el estudio que acabamos de publicar se vio que sí, aunque a medida que se incrementa el porcentaje de ascendencia amerindia, la capacidad predictora disminuye”, especificó Morelli, quien concluyó: “La investigación genética en poblaciones latinoamericanas ayuda a mejorar la definición de perfiles de riesgo personalizados que puedan dar cuenta sobre el riesgo individual de progresar a demencia. Y aunque todavía no existe una aplicación clínica inmediata, es probable que este tipo de iniciativas mejoren a futuro las posibilidades de intervención temprana personalizada para prevenir o posponer la demencia”.

La autora principal del nuevo estudio es la doctora en Biología Molecular y Biotecnología María Carolina Dalmasso, de la Unidad Ejecutora de Estudios en Neurociencias y Sistemas Complejos (ENyS) del CONICET, el Hospital El Cruce y la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ), en Florencio Varela. Pero también participan otros 22 científicos argentinos, además de investigadores de Chile, España, Alemania y Francia.