Así lo revela un informe llamado “Born Too Soon” (Nacido demasiado pronto), coordinado por la Organización Mundial de la Salud y otros organismos.


 

(01/10/2013 – Agencia CyTA-Instituto Leloir. Por Bruno Geller)-. Uno de cada diez bebés nace en forma prematura, por lo cual, cada año, 15 millones de niños en todo el mundo nacen antes de cumplir 37 semanas en el útero materno (en vez de entre 37,1 y 42 semanas, período en que los partos se consideran a término). Constituye un problema serio y creciente porque el número de nacimientos prematuros está aumentando en casi todos los países del mundo.


Así lo remarcó el informe “Born Too Soon” (“Nacido demasiado pronto: Informe de Acción Global sobre Nacimientos Prematuros”), del que participaron más de 100 expertos de 40 agencias de la ONU (entre ellas, la Organización Mundial de la Salud), universidades y otras instituciones.

Curiosamente, el número de partos prematuros no varía entre países desarrollados y países en vías de desarrollo, dado que no se conoce con exactitud cuáles son las causas.


“Lamentablemente se trata de un problema para el cual la medicina aún tiene muy pocas respuestas”, indicó a la Agencia CyTA el doctor José Belizán, co-editor del informe y obstetra del  Departamento de Investigación en Salud de la Madre y el Niño del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS), en Buenos Aires.


Se sabe, por ejemplo, que las mujeres fumadoras y desnutridas tienen más probabilidad de dar a luz bebés prematuros, pero eso no es una causa sino “un factor asociado”, destacó Belizán.


Según el especialista, a nivel mundial se están reforzando las medidas para mejorar el pronóstico de los bebés prematuros. En países desarrollados, la implementación de ciertas tecnologías y los cuidados intensivos neonatales han demostrado mejorar la sobrevida y la evolución de estos niños, señaló.


En los países en vías de desarrollo, en cambio, se están impulsando dos intervenciones más económicas para afrontar el desafío. La primera radica en aplicar un método que se denomina canguro, que consiste en que los bebés estén alzados con una bolsa de tela gracias a la cual tienen un contacto piel a piel precoz y constante con sus madres. “El método canguro, además de estimular la lactancia materna, tiene un efecto muy importante en la regulación térmica, porque mantiene al niño a una temperatura adecuada sin necesidad de acudir a una incubadora”, indicó Belizán.


La otra medida que mejora la sobrevida de los prematuros consiste en inyectar corticoides a las embarazadas. “Esto se hace antes del nacimiento, cuando hay una sospecha y una posibilidad concreta de que se presente un parto prematuro. El corticoide disminuye problemas generados por la inmadurez pulmonar de los niños”, explicó el especialista.


La ciencia también ha desarrollado medicamentos para frenar contracciones uterinas, lo cual permite ganar tiempo (horas o pocos días) para que las embarazadas que vayan a tener un parto antes de la semana 37 de gestación sean derivadas a un centro de salud que reúna las condiciones necesarias, destacó Belizán.