Conforme a lo establecido en la Ley de Higiene y Seguridad en el Trabajo, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial propone un método para mejorar el confort térmico de los trabajadores.

(20-11-08 -Agencia CyTA-Instituto Leloir) – Todo ambiente térmico que provoque tensiones en la personas, de modo de activar sus mecanismos de defensa naturales, para mantener la temperatura interna dentro de un intervalo normal, constituye estrés o sobrecarga. La combinación de la actividad física con el estrés por calor puede afectar el sistema cardiovascular humano.

Según comunica el Noticiero Tecnológico Semanal del Instituto Nacional de Tecnología. Industrial (INTI), para prevenir y/o evitar este problema, las empresas deben cumplir ciertas pautas al realizar la medición de Estrés Térmico en ambientes calurosos y/o donde los trabajadores operen hornos y máquinas con alta emisión de temperatura y estén sometidos a estrés y tensión térmica.

En la Argentina la Ley de Higiene y Seguridad en el Trabajo (Ley Nº 19.587 y su Decreto Reglamentario Nº 351/79 con las modificaciones de la Res. Nº 295/2003), establece entre otras medidas, que la higiene y seguridad en el trabajo debe comprender las normas técnicas y medidas sanitarias, precautorias, de tutela o de cualquier otra índole que tengan por objeto proteger la vida, preservar y mantener la integridad psicofísica de los trabajadores y prevenir, reducir, eliminar o aislar los riesgos de los distintos centros o puestos de trabajo; estimular y desarrollar una actitud positiva respecto de la prevención de los accidentes o enfermedades que puedan derivarse de la actividad laboral.

“En verano, las personas, máquinas y equipos junto con la iluminación de un local generan calor. Cuanto mayor sea éste, mayor será la necesidad de disminuirlo para que la temperatura del aire del ambiente industrial, se acerque a la temperatura de confort térmico”, señaló a la agencia CyTA Liliana Gelman, ingeniera en construcciones del INTI quien ha publicado varios trabajos sobre Carga Térmica en Edificios Industriales y Salud.

De acuerdo con la especialista la disminución de la temperatura en esos espacios se logra ya sea incorporando ventilación cruzada natural, elementos de absorción térmica o aislamiento térmico y si esto no fuera suficiente agregando equipos de aire acondicionado y de ventilación forzada, entre otros. “Un buen análisis del edificio que incluya un balance térmico, pondrá de manifiesto los problemas a tratar en cada caso”, indicó. Y agregó: “De los techos de galpones industriales proviene un calor radiante muy importante, que produce efectos subjetivos muy desagradables provocando malestar en el personal. Con un aislamiento térmico adecuado se puede llegar a controlar, en buena medida las temperaturas internas.

Propuesta del INTI

“En el marco de esa ley, el INTI posee un procedimiento de Evaluación Térmica de los Ambientes Industriales para determinar el valor del estrés y de la tensión térmica en los lugares de trabajo”, señaló Gelman.

Dicho método comienza con el análisis de las actividades del operario, in situ, y la duración de las mismas en un período de tiempo predeterminado. Se registra cada cambio de actividad y se descompone en tareas. “Con tablas se calcula el consumo metabólico y el tiempo invertido en cada tarea, obteniendo una medición del metabolismo del trabajador o de la trabajadora. Asimismo se miden temperaturas del lugar de trabajo”, puntualiza Gelman.

“Dependiendo de cuales sean las condiciones laborales en cada lugar/puesto de trabajo y de cada trabajador/a, es posible, determinar a partir de las mediciones realizadas, los tiempos de trabajo y descanso necesarios para que un operario (sano, hidratado adecuadamente y sin medicación) que use como vestimenta un uniforme tradicional de trabajo de verano (camisa de manga corta y pantalón), no presente síntomas que afecten su salud ni su seguridad”, explicó Gelman.

Basándose en su experiencia, la ingeniera en construcciones considera que falta mucho trabajo para concientizar a muchos gerentes y operarios sobre la necesidad de generar un confort laboral. “Si los gerentes supieran que la falta de confort aumentan las tasas de los accidentes laborales; que en las industrias el confort térmico es un factor de productividad y que protege de la degradación a determinados productos; de que existen recursos para lograr ese confort y proyectistas habilitados para diseñarlos, la situación podría mejorar”, opina Gelman.

En la Argentina resulta difícil obtener estadísticas de los riesgos por calor a los que están sometidos los operarios que se desempeñan en industrias como las de fabricaciones y elaboración de vidrios, membranas asfálticas, productos cerámicos, explotación de minas, fundición de altos hornos, acerías, panaderías, ejecución de caminos. “Éste sería un gran aporte que podrían brindar las Aseguradoras de Riesgos en el Trabajo”, asegura Gelman.

El INTI, a través del Centro de Investigación y Desarrollo en Construcciones posee los instrumentos y el personal capacitado necesarios para realizar las mediciones de estrés térmico en las industrias con ambientes calurosos en forma precisa y puede brindar la asistencia técnica necesaria que requiera cada caso en particular.