Son microorganismos que aumentan la productividad de cultivos como la soja, el trigo, el maíz y el sorgo. El avance puede ayudar a mejorar aún más su desempeño.

(30/01/13 – Agencia CyTA-Instituto Leloir)-. Investigadores argentinos y del exterior secuenciaron el genoma de dos bacterias que son beneficiosas para el desarrollo y crecimiento de cultivos como la soja, el trigo, el maíz y el sorgo, entre otros, anunció la revista del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).

Se trata de las rizobacterias Azospirillum brasilense Az39 y Bradyrhizobium japonicum E109 que son muy usadas en cultivos de la Argentina. “Estos microoganismos pueden encontrarse absorbidos o suspendidos en soportes naturales o sintéticos y ser aplicados sobre las semillas, las plantas o el suelo en diferentes momentos del ciclo de cultivo”, explicó a la Agencia CyTA el responsable de este proyecto, el doctor Fabricio Cassán, investigador de CONICET en el Laboratorio de Fisiología Vegetal e Interacción Planta-Microorganismo de la Facultad de Ciencias Exactas, Físico Químicas y Naturales de la Universidad Nacional de Río Cuarto.

Secuenciar el genoma implica conocer cada uno de los genes que están presentes en estos microorganismos y comprender cómo determinan tanto su identidad como funcionalidad en la naturaleza. Con esta información, indicó Cassán, será posible comprender y mejorar algunos atributos fisiológicos y agronómicos de estas bacterias.

De todas formas, la secuenciación y análisis informático sólo representan el inicio del trabajo, ya que “hace falta un análisis más extenso y detallado de  otros aspectos funcionales y evolutivos de estos genomas”, dijo. Para ello, se necesitará de más tiempo y de la participación de otros socios interesados en analizar ciertos aspectos puntuales de éstos microorganismos. 

El consorcio para la secuenciación de los genomas de estas bacterias se encuentra compuesto por instituciones públicas y privadas de ciencia y tecnología tales como el CONICET, la  Universidad Nacional de Río Cuarto y el Instituto de Microbiología y Zoología Agrícola del INTA. Y cuenta también con la colaboración del Centro de Microbiología y Genética de Plantas de la Universidad Católica de Leuven, Bélgica, y la Plataforma de Genómica y Bioinformática del Instituto de Agrobiotecnología Rosario (INDEAR).

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Las dos bacterias analizadas son beneficiosas para el desarrollo y crecimiento de cultivos como el trigo, el maíz y el sorgo, entre otros.

Créditos: INTA