Hallaron en Sudáfrica, a tres kilómetros de profundidad, bacterias que no dependen de la energía del sol para vivir. Para subsistir, obtienen su energía a partir del sulfato producido geológicamente y del hidrógeno que proviene de la descomposición de agua.

(4/12/06 – Agencia CyTA – Instituto Leloir. Por Bruno Geller) – Las bacterias, los organismos más abundantes y antiguos de la tierra, viven en lugares muy diferentes entre sí: en plantas, en organismos vivos o en diversos hábitats, muchos de los cuales pueden ser muy hostiles. Algunas son patógenas y otras son útiles para la vida.

A los organismos que viven en condiciones extremas se los conoce como extremófilos. A esta lista se acaba de agregar un tipo de bacteria que vive en las profundidades de la tierra. Un equipo de científicos recorrió los túneles de una mina de oro en Sudáfrica y descubrió una comunidad de bacterias que vive a tres kilómetros de profundidad.

Según revela la revista científica Science, los investigadores dirigidos por Li-Hung Lin, del departamento de Geociencias de la Universidad de Princeton, Estados Unidos, y también del departamento de esa disciplina en la Universidad Nacional de Taiwán, analizaron esos organismos unicelulares y notaron que son capaces de vivir sin energía solar. El hallazgo constituye una auténtica extrañeza dado que la mayoría de los organismos terrestres obtienen su energía del Sol: las plantas fotosintéticas son la base de la cadena alimenticia.

Las bacterias “subterráneas” pertenecen a la clase de bacterias Firmicutes y obtienen su energía a partir del sulfato producido geológicamente y del hidrógeno que necesitan para su respiración. El hidrógeno provendría de la descomposición del agua producida por la radiación de elementos químicos de la corteza terrestre como el uranio, el torio y el potasio.

Los investigadores suponen que este descubrimiento refuerza la posibilidad de que puedan existir bacterias similares bajo la superficie de otros astros como Marte o Europa, la luna de Júpiter, donde se especula que puede haber agua. Futuras expediciones espaciales nos darán una respuesta.