Investigadores argentinos que se desempeñan en distintas áreas de la ciencia y en la enseñanza pública recibieron el Premio Scopus 2007, distinción que se confiere a los autores de los trabajos más citados en todo el mundo.

(16/10/07 – Agencia CyTA-Instituto Leloir. Por Luján Araujo) – Ocho científicos argentinos fueron distinguidos con el Premio Scopus 2007 por ser los autores de los trabajos más referenciados en todo el mundo.

Según explicó Hugo Levato, coordinador de la Biblioteca de la SECyT y director del Complejo Astronómico El Leoncito en San Juan, esta “es una iniciativa conjunta con la editorial Elseiver, que es la principal proveedora digital de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva y de universidades de la Argentina”. También comentó que “se buscó premiar a los investigadores que en cada una de las áreas de la ciencia han publicado con mayor impacto en la última década, y la herramienta utilizada para medir dicho impacto fue Scopus, la más amplia base de datos bibliográfica y de trabajos de referencia online”.

Los galardonados fueron Ángel Plastino (física), José María Paruelo (ciencias agrarias y ambientales), María Teresa Dova (física), Patricia Tissera (física), Alejandro J. Arvia (química), Daniel P. Cardinali (medicina), Alberto Boveris (bioquímica), decano de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA, y Sergio Idelsohn (ingeniería).

Cardinalli, profesor titular de Fisiología de la Facultad de Medicina de la UBA e investigador superior del Conicet, señaló: “Esta fue una distinción no buscada, nadie propuso o se propuso para ello. Sólo dependió de la objetividad que da la consulta a la base de datos disponible sobre el impacto del trabajo del investigador”. De todas maneras, recalcó que “en el estudio de la calidad de los trabajos científicos, nada va a reemplazar a la lectura crítica”.

En este sentido, Paruelo agregó: “La ciencia es una actividad colectiva que debe ser compartida con la comunidad global y las publicaciones científicas son el vehículo de esa comunicación. Son además el ámbito en donde nuestras investigaciones son sometidas a la crítica anónima de nuestros pares mediante el proceso editorial de revisión de manuscritos”.

Cadena del conocimiento

Una de las investigadoras premiadas, Patricia Tissera, del Instituto de Astronomía y Física del Espacio, añadió que las publicaciones científicas con referato “permiten construir la cadena del conocimiento” especificando que “ningún investigador en el mundo puede conducir su trabajo de investigación en forma aislada sin tomar en cuenta los aportes de otros grupos”.

Dejando una especie de legado para las nuevas generaciones de científicos, Plastino, profesor emérito de la UNLP e investigador superior del Conicet, completó: “Si los investigadores no publican son impostores y están estafando a la sociedad que les paga su salario. Publicar requiere 90% de transpiración, pero es imposible sin el 10% de imaginación”.

A modo de cierre Levato, concluyó: “Es muy importante este premio para la producción científica argentina. Demostramos la mayor influencia de América Latina, por el impacto de nuestros trabajos a escala mundial, a pensar de tener menor financiación que Brasil, que invierte el 1% de su PBI en el desarrollo de la ciencia y la tecnología”.