Investigadores de Estados Unidos están estudiando el modo en que distintas fuentes de radiación provocan pérdida de masa ósea en ratones. Si bien los resultados son preliminares, las investigaciones aportarán conocimientos al campo de la radioterapia aplicada a pacientes con cáncer. También serán útiles en el ámbito aeroespacial, dado que los astronautas están expuestos a la radiación cósmica.

(20/07/06 – CyT –Instituto Leloir. Por Bruno Geller) – La masa ósea de ratones de laboratorio disminuyó significativamente a causa de la emisión de bajas dosis de radiación, de acuerdo a una investigación publicada en la revista científica de junio.

Ted A. Bateman, investigador del Departamento de Bioingeniería de la Universidad Clemson, Estados Unidos, y un equipo de científicos sometieron a los animales a diferentes tipos de radiación durante 110 días. Fueron irradiados con rayos gamma, protones e iones de carbono y hierro.

Observaron que el volumen del hueso trabecular, el área esponjosa del interior del hueso, disminuyó notablemente. Según los datos obtenidos por Tomografía Computada, los porcentajes de volumen de masa ósea perdido fueron del 39 por ciento, 35 por ciento, 34 por ciento y 29 por ciento para el caso de iones de carbono, protones, iones de hierro, y gamma respectivamente.

Si bien los resultados de este estudio realizado en ratones no pueden ser extrapolados a los humanos en forma directa, constituyen un medio para determinar el modo en que la radiación puede afectar los huesos de los pacientes de cáncer sometidos a radioterapia.

También permite inferir qué tipo de daños puede producir la radiación espacial en los huesos de los astronautas que cumplen largas misiones de exploración. Tras un mes en órbita, se calcula que la pérdida ósea es de alrededor del uno por ciento, fenómeno que hasta ahora se había atribuido solamente a los cambios en las fuerzas de gravedad. Un viaje a Marte, de una duración aproximadamente de dos años, provocaría serios daños en la salud de la tripulación.

Los huesos y los músculos de los astronautas, liberados de la tensión normal de la gravedad, pueden debilitarse en forma considerable. Los músculos se atrofian y los huesos pierden masa y se vuelven frágiles. Por esta razón, los astronautas hacen mucho ejercicio durante las misiones.

Actualmente se realizan investigaciones con el propósito de desarrollar dispositivos que eliminen o reduzcan los efectos de la radiación en la tripulación de las naves espaciales. Esto permitiría evitar que los múltiples tipos de radiación causen daños en los huesos o cáncer.

Expertos del campo de la medicina aeroespacial sostienen que las radiaciones cósmicas pueden producir lesiones, básicamente daños cromosómicos, que en el largo plazo provocarían distintos tipos de cáncer.

Diversas investigaciones han señalado que ocasionalmente la radioterapia en pacientes con cáncer puede aumentar las posibilidades de fracturas óseas. Sin embargo, los autores del estudio destacan que hasta la fecha no se habían estudiado los efectos que ejercen dosis bajas de radiación en la calidad general de los huesos.

Bateman y sus colegas sostienen que es necesario seguir realizando más investigaciones para determinar con mayor exactitud el efecto que ejercen distintas fuentes de radiación en los huesos. Los futuros resultados serán de utilidad en el ámbito de la medicina y en las misiones aeroespaciales.