El estudio publicado en la revista Plant Molecular Biology ayuda a desentrañar un aspecto clave de la complejidad molecular vegetal y permite pensar en el diseño de cultivos que se adapten a las condiciones ambientales.

(Agencia CyTA-Leloir).- Con los efectos del cambio climático golpeando cada vez más fuerte de la mano de fenómenos meteorológicos extremos, sequías e inundaciones afectan de manera frecuente la producción agrícola. Por eso, resulta clave conseguir que los cultivos se puedan adaptar a las inclemencias del ambiente. En ese camino, un grupo de investigadores del Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR) logró identificar uno de los mecanismos genéticos que regulan el crecimiento y el desarrollo de las raíces de las plantas, un avance que genera posibilidades de modificar y mejorarlos.

“Con los desafíos que plantea el cambio climático y la demanda de una agricultura sustentable, es fundamental el diseño de cultivos que optimizan las capacidades de las raíces basado en sus mecanismos intrínsecos”, señaló a la Agencia CyTA una de las autoras, Carla Schommer, investigadora del CONICET en el IBR, que también depende de la Universidad Nacional de Rosario.

Para la investigación, los científicos argentinos trabajaron con la planta modelo Arabidopsis thaliana, la más estudiada del mundo a nivel genético y fisiológico. “Específicamente analizamos el impacto que tiene la actividad del nodo regulatorio microARN319-TCP en este contexto. Es decir, estudiamos el comportamiento de las raíces en plantas con actividad más alta o baja de los genes TCP”, explicó Schommer.

“En estudios anteriores ya habíamos identificado que los TCP que están regulados por el ARN pequeño son importantes para el desarrollo de las partes aéreas de la planta (hojas y flores), y que el nivel de su actividad tiene impacto sobre el tamaño de la hoja. En cambio, no se sabía nada sobre su función en el crecimiento de la raíz”, agregó.

“Nuestras observaciones muestran que la red regulatoria de microARN319-TCP tiene diferentes funciones en hoja y raíz. Esto contribuye a los conocimientos básicos sobre el crecimiento y desarrollo de la raíz y el rol de los microARN y la familia de los genes TCP”, aseguró Schommer. Y aclaró: “La raíz es el sistema mecánico que ancla la planta en la tierra y es la responsable de la absorción de agua y nutrientes. Entender mejor cómo se desarrolla genera posibilidades de modificar y optimizar su comportamiento no sólo en condiciones ideales de crecimiento, sino también en condiciones de estrés biótico y abiótico”.

El estudio fue publicado en la revista Plant Molecular Biology y otros coautores son Julia L. Baulies y Edgardo G. Bresso, del IBR. Camila Goldy y Javier F. Palatnik, del mismo instituto, también colaboraron.

Investigadores del Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR) que participaron del estudio.