Descifraron el genoma completo del virus que causa la enfermedad azul del algodón y amenaza a ese cultivo, generando pérdidas económicas. La investigación, llevada a cabo por argentinos, permitirá mejorar las estrategias de control de esa enfermedad que amenaza esa importante actividad que se concentra en la región noreste y noroeste de la Argentina.

(21/01/11 – Agencia CyTA – Instituto Leloir)-. La ciencia tiene una estrecha relación con la economía de forma directa o indirecta. Un trabajo de ciencia básica realizada por investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) lo refleja. Los resultados del proyecto de investigación fueron publicados en Archives of Virology, revista oficial de la Unión internacional de Sociedades de Microbiología.

Lo que hicieron los investigadores fue secuenciar el genoma completo de un aislamiento del virus -el ARG-que provoca la enfermedad azul del algodón y que es transmitido por el pulgón de la especie Aphis gossypii. “Es la enfermedad de origen viral más importante en el cultivo de algodón en Sudamérica. Es importantísima no sólo en Argentina, sino también en Brasil y Paraguay debido a que produce grandes pérdidas de cosecha”, señaló a la Agencia CyTA la doctora Ana Julia Distéfano, investigadora del CONICET y de INTA, autora principal del estudio. Y agregó: “La secuenciación del genoma del virus es importante porque permitirá acelerar el mejoramiento genético de la resistencia de los cultivos de algodón a ese virus. Asimismo, esta información mejorará los sistemas de diagnóstico y caracterización epidemiológica para el control de la enfermedad. Por otra parte, hay que resaltar que la metodología utilizada para el control de las enfermedades virales  en cultivos suele basarse principalmente en el control de los insectos vectores con insecticidas. Estos compuestos suelen ser tóxicos para el ambiente, aumentan los costos de producción y no protegen al cultivo durante toda la estación de crecimiento. En este sentido, el estudio y caracterización a nivel molecular del patógeno y la búsqueda de resistencia genética para el mejoramiento genético del algodón son consideradas de alta prioridad.”

El trabajo se realizó en el Instituto de Biotecnología de INTA-Castelar y en la Estación Experimental Agropecuaria Roque Saenz Peña, INTA-Chaco. En el estudio también participaron el ingeniero agrónomo Iván Bonacic Kresic y el doctor Esteban Hopp, ambos investigadores del INTA.

Algodón en Argentina

En la Argentina el algodón es un cultivo regional clave por su alta incidencia en la generación de empleo y se concentra en la región noreste y noroeste del país. “El promedio de superficie sembrada de algodón en los últimos años es de 500 mil hectáreas, según la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos de la Nación (SAGPyA) pero hubo años en los que no alcanzó a cubrir la demanda interna y se tuvo que importar algodón siendo un insumo clave de la industria textil, la cual también es determinante en el nivel de empleo del país”, aseguró  Distéfano. Y continuó: “El sector algodonero genera negocios por valores aproximados a los U$S 1.900 millones anuales. Más del 50 por ciento del producto se obtiene en las plantaciones de la provincia de Chaco. También se cultiva en las provincias de Formosa, Santiago del Estero y Santa Fe.”

En las campañas de cultivo de algodón de los años 82/83 y 93/94 hubo brotes de la enfermedad particularmente graves que ocasionaron serios perjuicios. La pérdida de cosecha de una planta enferma es del orden del 70 por ciento y afecta las características tecnológicas del algodón que se ven reflejadas en una disminución de la calidad de la fibra obtenida a partir de las plantas enfermas. “El virus está siempre presente en el campo, afectando (todos los años) a los cultivares de algodón sensibles a la enfermedad que son, en general, los que prefiere el productor por su mayor rendimiento y calidad. Las condiciones predisponentes son prolongadas sequías durante el mes de enero, acompañadas de altas temperaturas y elevados niveles de radiación solar e intensos ataques de plagas tempranas, fundamentalmente los pulgones vectores de la enfermedad, los cuales requieren ser controlados con costosos insecticidas químicos”, destacó Distéfano. Y prosiguió: “La información completa del genoma del virus solo ha sido obtenida recientemente por nuestro grupo y es necesaria la caracterización del virus a nivel molecular, dado que se desconocen aún aspectos básicos del mismo. El estudio de la enfermedad a nivel molecular permitirá complementar los trabajos de fitopatología (centrados en el diagnóstico y control de las enfermedades de las plantas) que se realizan desde hace tiempo en el país y sentará las bases para desarrollar estrategias antivirales efectivas o perfeccionar las que se emplean en la actualidad tanto por ingeniería genética como por mejoramiento convencional asistido por biotecnología. Con esta información, será posible generar nuevas respuestas biotecnológicas a la problemática existente.”

FOTO ARGENTINOS SECUENCIAN

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Plantas de algodón sanas no inoculadas con el virus (izq.) comparadas con plantas de la misma edad inoculadas con el virus que presentan síntomas típicos de la enfermedad azul.

Crédito de la foto: gentileza de A. J. Distéfano