A través de una iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, investigadores de la Universidad Nacional del Nordeste realizan un estudio que apunta a la caracterización de diferentes tipos de maní de Bolivia, Ecuador y Perú, las tres zonas de mayor variabilidad de este cultivo originario de América.

(06/09/10 – Agencia CyTA-Instituto Leloir / UNNE. Por José Goretta)-.En el Instituto de Botánica del Nordeste (IBONE) con sede en la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) se lleva a cabo un proyecto internacional de caracterización de las razas de maní de Bolivia, Ecuador y Perú, las tres zonas de mayor variabilidad de este cultivo originario de América. En este caso, el concepto de raza se refiere a un tipo de clasificación que se basa en características del genoma (información genética) y del fenotipo (aspecto físico) de ese tipo de cultivo. El proyecto responde a una iniciativa de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) para la conservación genética de las variedades de maní.

En el IBONE hace más de 35 años que se viene trabajando en caracterización de razas de maní de Bolivia, por considerar a ese país el centro primario de origen y donde existe una gran diversidad genética.

El estudio lo inició el ingeniero agrónomo Antonio Krapovikas en lo que representó la 1º colección de maní cultivado en Bolivia, iniciativa que luego se transformó en un proyecto internacional con participación de investigadores argentinos y de Estados Unidos.

Justamente, del contacto de investigadores argentinos con sus pares de Estados Unidos, nació la inquietud de coleccionar la mayor cantidad de razas posibles antes de que se produjera una erosión genética producto del avance de otras plantaciones.

Así surgió la idea de investigar las razas de maní en Bolivia, Perú y Ecuador, que son las tres zonas de mayor variabilidad genética de Sudamérica, pero que a su vez difieren entre sí en cuanto a cantidad de razas de maní.

Según explicó el ingeniero agrónomo Ricardo Vanni, uno de los responsables de los estudios, ya se finalizó el relevamiento de razas de maní de Bolivia cuyos resultados fueron expuestos en un libro editado con el financiamiento de la UNNE, la FAO y otras instituciones internacionales y que recopila 35 años de trabajo.

En Bolivia se pudieron caracterizar 62 razas de maní, información que, además de aportar a la conservación de información genética, permitiría hacer cruzamientos genéticos para el mejoramiento del cultivo.

En el libro se exponen claves botánicas para identificar razas, se realiza descripción de razas acompañadas de fotos color de tipo de planta y tipo de caja o fruto, color de tegumento o semilla, entre otros datos.

 “Es un estudio realmente poco frecuente llegar a caracterizar razas y rango infraespecífico de una planta cultivada desde hace cientos o miles de años” señaló Vanni sobre el estudio finalizado en Bolivia.

Manifestó que de acuerdo al estudio, se postula que Bolivia es el país de origen del maní cultivado (Arachis hypogaea L.) debido a su alta diversidad de razas primitivas y por la ocurrencia de las especies silvestres de Arachis más cercanamente emparentadas con el cultígeno.

Expresó que con buen estado de avance se están realizando los estudios de caracterización genética para Perú y Ecuador, investigaciones que se ejecutan en colaboración con profesionales del INTA Manfredi de Córdoba y cuentan con apoyo  de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y otras organizaciones internacionales.

Destacó que existen pocas razas en común entre Bolivia, Perú y Ecuador, y por eso completar los estudios de Perú y Ecuador permitirán registrar la mayor cantidad de razas posibles. “Entre Ecuador, Perú y Bolivia conocemos solamente 3 razas en común”.

 “El maní es uno de los cultivos de mayor importancia mundial por su aporte energético, y para las organizaciones mundiales relacionadas con la alimentación resulta fundamental preservar la información genética de la mayor cantidad posible de razas de maní por su potencial alimenticio” resaltó Vanni.

En tal sentido comentó que la fuente de variabilidad genética se encuentra en los maníes denominados silvestres, y conocer esas poblaciones primitivas es una necesidad para desarrollar los futuros programas de mejoramiento y conservación.

Vanni indicó que en Sudamérica el maní no es un producto de gran importancia económica, sin embargo está ampliamente difundido y se lo encuentra cultivado por todas partes en las zonas cálidas del continente por su demanda desde gran parte del mundo en las que se da relevancia a los aspectos nutritivos de los productos derivados del maní.

Explicó que en Sudamérica según los países o regiones varían las razas de maní,  diferenciación que refleja una acción selectiva humana muy prolongada en el tiempo, debido a la importancia que siempre tuvo el maní en la dieta, a causa de sus buenas características nutritivas.

 

foto MANI

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Con fines conservacionistas, investigadores de la Universidad Nacional del Nordeste participan en un estudio que apunta a la caracterización de las razas de maní de Bolivia, Ecuador y Perú, las tres zonas de mayor variabilidad de este cultivo originario de América.

Créditos: Revista CyT / UNNE