La Máquina de Dios y la Teoría del Todo

(07/04/10 – Agencia CyTA-Instituto Leloir. Por María Cristina Chaler)-.

Según la nota de Ciencia Fácil Nº 80  sabemos que:

“Einstein, pasó los últimos años de su vida tratando de encontrar una teoría que explicase lo macro y lo micro, muchas veces a pesar de su renombre, se ganó la burla de sus contemporáneos y murió sin poder lograrlo. Hasta que esta teoría no se encuentre vigente la mecánica quántica, que explica la naturaleza a nivel atómico tiene incompatibilidades con la teoría de la relatividad que explica el universo a nivel macro.

Evidentemente este inconveniente tiene que ver también con lo relativo, ya que lo inmensamente pequeño para nosotros es difícil de analizar por problemas tecnológicos y cuando hacemos mediciones, éstas son indirectas, de modo que el sistema se ve afectado de tal manera, que alteramos el proceso y así la incertidumbre es parte de los resultados y sólo hablamos de probabilidades.

Los físicos teóricos poco a poco con la curiosidad de los filósofos, se están acercando a una teoría unificada y estamos prácticamente al borde de un cambio de paradigma tanto para la ciencia como para la filosofía.

La teoría de la unificación sería posible en un Universo de catorce dimensiones. Aquí es donde nuestros sentidos tan acostumbrados a la tridimensionalidad (largo, ancho, alto) eclosionan y no tienen capacidad de entender.

Aunque es muy ilógico que sólo existan tres dimensiones espaciales y cuatro con la temporal, en un Universo tan enigmático y complejo, que con el álgebra y el análisis matemático se puede explicar en forma N dimensional.

La matemática ha logrado lo que experimentalmente aún no podemos comprobar, porque la tecnología hasta el día de hoy, no permitía hacerlo, la Máquina de Dios es un laboratorio de alta tecnología que posee los medios técnicos y las cabezas necesarias para poder verificar esta hermosa teoría que no sólo cambiaría el paradigma científico sino que cambiaría conceptos filosóficos que hasta ahora el hombre no se ha cuestionado o bien sólo lo ha aceptado como producto de la Ciencia ficción. El cuerpo matemático alcanza a visualizar una realidad mucho más compleja que la que nuestros sentidos son capaces de captar, ya que nos podemos acercar al infinito y estudiar la variación de funciones en él, bastante fácilmente y hasta podemos elucubrar sobre la singularidad en un agujero negro.

Sólo nos queda demostrar experimentalmente lo que la matemática ya ha demostrado teóricamente y no fue tan fácil hasta este momento en donde se concretó el experimento que   parecía imposible de lograr. La Ciencia va en camino de la Teoría del Todo, el cuerpo matemático de la misma está prácticamente unificado pero todos sus cálculos se basan sobre todo en que la gravedad es transmitida por una partícula llamada gravitón que si bien es lógica su existencia todavía no se ha podido retener en forma experimental por tener una vida muy efímera.

El descubrimiento de esta partícula cambiaría radicalmente el Mundo de la Ciencia y al modelo atómico con el que se está trabajando en la actualidad, pero además cambiaría la concepción de universo que cada uno de nosotros tenemos, y abriría el camino del pensamiento a profundidades que aún no hemos alcanzado.

Hablaríamos de un Universo de energías vibrantes como el sonido en las cuerdas de diferentes instrumentos. Las dimensiones serían más de diez para poder explicar aquello que no somos capaces de percibir con nuestros sentidos.

Una serie de universos paralelos dentro del universo que conocemos con nuestros limitados sentidos que están acostumbrados a lo tridimensional y que no imagina siquiera las hiper-dimensiones.

Estos universos nos atraviesan y son imperceptibles, así como el mundo de los humanos es desconocido por el pez, para éste los humanos son inexistentes porque solo conoce su universo de experiencias, vive en su propia dimensión.

 Quizás estemos cerca de conocer un pequeño porcentaje más de lo que es el Universo

Tal vez con este conocimiento no sólo cambie el Paradigma Científico. Tengamos esperanza de que cambien la intolerancia, la vanidad y la ambición desmedida que caracteriza al ser humano.