Jóvenes investigadores de diferentes áreas de las nanociencias y las nanotecnologías participaron en un reciente encuentro, realizado en San Carlos de Bariloche, donde expusieron diferentes proyectos que se desarrollan en la Argentina. Destacan el aumento de aplicaciones tecnológicas y el incremento de oportunidades de investigación mediante el empleo de nuevos equipos.

(01/06/09 -Agencia CyTA- Área de Divulgación GAIAN-CNEA. Por Laura García)– En la escala “nanométrica”, los científicos manipulan átomos para producir cambios en las propiedades de la materia. Superficies que cambian reteniendo en su “memoria” su forma inicial, la generación de un campo magnético en partículas que combaten el cáncer y hasta el monitoreo de las partículas diminutas mediante dispositivos reciclados son sólo algunos ejemplos de investigaciones que se están realizando en la Argentina. Y en la que participan cada vez más jóvenes investigadores.

Alrededor de 130 investigadores, entre los que estuvieron los referentes nacionales, de diferentes universidades y centros de investigación del país expusieron los avances en esos campos. Fue durante el IX Encuentro de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) “Superficies y Materiales Nanoestructurados”, realizado recientemente en el Centro Atómico Bariloche.

Carlos Torres Espinoza, un estudiante de maestría en el Instituto Balseiro, expuso, durante la sesión de pósters, la investigación que realiza sobre cómo prefieren orientarse “los granos en películas con memoria de forma”. El joven, que vino a estudiar a la Argentina desde su país natal, Perú, explicó que hay materia que se puede deformar, pero que al calentarla puede recuperar su forma inicial.

“Esa recuperación de forma se debe a un cambio en la estructura cristalina. Se llama transformación martensítica”, contó. Además, Torres Espinoza destacó que el desafío es que cuando se reduzca la temperatura, la materia quede estabilizada en la forma recuperada. El fenómeno ocurre a escala nanométrica (un nanómetro mide una millonésima parte de un metro) y podría tener aplicaciones en diversas áreas de la industria.

Por su parte, el doctor Marcelo Vásquez Mansilla, investigador de CONICET en la CNEA, contó que en su equipo se investiga la generación de calor por radiofrecuencia en nanopartículas magnéticas. Ese fenómeno está siendo probado de modo experimental en una terapia contra el cáncer, llamada “hipertermia”, esto es, un modo de combatir las células cancerígenas por medio de calor.

“Las nanopartículas, por ejemplo de óxido de hierro, son magnéticas. Esto es, tienden a comportarse como pequeños imanes. Mediante la aplicación de un campo magnético oscilante, que producimos con un generador de radiofrecuencia que hemos construido en nuestro laboratorio se busca que se muevan para que generen un aumento de temperatura”, explicó Vásquez Mansilla.

Su colega brasileño Enio Lima Jr., destacó que las nanopartículas utilizadas son producidas en el laboratorio de Resonancias Magnéticas del CAB desde 2008, para esta línea de investigación. \”Son dos partes clave del proceso: el equipo de generación de radiofrecuencia por un lado y la síntesis de nanopartículas por el otro\”, dijo el joven doctor en física, también investigador del CONICET.

La inventiva de los jóvenes también se observó en proyectos como el desarrollado por el equipo de Esteban Domené, estudiante de doctorado de la Universidad de Buenos Aires. Para monitorear la absorción de calor de nanoestructuras, el joven armó un dispositivo experimental “reciclado”, con un cabezal de lectora de disco compacto que se acopla a un microscopio. Mediante su empleo es posible evaluar el comportamiento de diferentes nanopartículas.

Intercambio de ideas

“Muchos jóvenes se han sumaron a la investigación en nanociencia y nanotecnología. También hay nuevos resultados que parecían lejanos diez años atrás”, dijo durante el encuentro el doctor en física Carlos Balseiro, investigador de CNEA y del CONICET en el CAB.

Balseiro destacó que en la última década se han incrementado las oportunidades de investigación a partir de nuevos equipamientos. Asimismo, el investigador señaló que ha aumentado la cantidad de aplicaciones tecnológicas que se exponen en este encuentro de la CNEA: “Se piensa más en las posibles aplicaciones, y esto habla de la madurez que ha alcanzado la disciplina. Esperamos que en los próximos años se vean los resultados concretos, afirmó con optimismo el especialista.

Uno de los organizadores del encuentro, Alejandro Butera, quien es investigador de CONICET en el CAB y docente del Instituto Balseiro, contó que el objetivo es reunir a investigadores de diferentes instituciones del país para que expongan sus trabajos. “Buscamos que interactúen y que se generen nuevas colaboraciones. Se producen muy buenos intercambios en las charlas entre científicos de diferentes disciplinas, como la física, la química y la ingeniería en materiales, y también entre diferentes edades”, destacó. Y agregó que en 2010 se celebrará la décima edición de ese encuentro anual.