El consumo de tabaco, la mala alimentación, la inactividad física y el uso nocivo de alcohol están entre las principales amenazas para la salud humana, revela un experto de la Organización Mundial de la Salud. Si se modificaran esas conductas, se salvarían millones de vidas.

(03/03/09 -Agencia CyTA-Instituto Leloir) – Si se modificaran cuatro principales factores conductuales de riesgo -consumo de tabaco, dieta malsana, inactividad física y consumo nocivo de alcohol-se evitaría la muerte de millones de personas en los próximos diez años, señaló el doctor Alan Alwan, subdirector General de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Enfermedades No Transmisibles. Y agregó que los países de bajos y medianos ingresos son los que sufren la mayor carga de defunciones por enfermedades cardiovasculares, cáncer, enfermedades respiratorias crónicas y diabetes.

De acuerdo con la OMS, las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, las enfermedades respiratorias crónicas y la diabetes causaron en el 2005 la muerte de más 35 millones de personas.

En la región

Un comunicado de prensa de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en el 2000, cerca de 900 mil muertes registradas en las Américas fueron atribuidas al consumo de tabaco. Un informe de ese mismo organismo revela que en el 2002, por ejemplo, el uso nocivo de alcohol fue responsable de más de 323 mil defunciones en la región.

Por otra parte, el número de personas con diabetes en América Latina podría llegar en 2030 a 32,9 millones de personas y con respecto al cáncer, que es la segunda causa principal de muerte en las Américas, la OMS calcula que para el año 2020, más de 833 mil personas en América Latina y el Caribe morirán como consecuencia de esa enfermedad.

Según Alwan, hasta un 80 por ciento de las enfermedades del corazón y las cardiovasculares y de la diabetes tipo 2, así como más de un tercio de los cánceres podrían prevenirse mediante la eliminación de factores de riesgo compartidos, principalmente el uso de cigarrillos, dietas no saludables, inactividad física y el uso nocivo de alcohol.

Para el experto, el Plan de Acción 2008-2013 de la OMS –que reúne medidas para la prevención y el control de las enfermedades no transmisibles a nivel mundial – debe ahora traducirse en el desarrollo e implantación de un conjunto de acciones específicas por parte de los Estados Miembros, la OMS y los socios de la comunidad internacional en respuesta a los seis grandes objetivos del citado plan. El primero de estos objetivos es elevar la prioridad acordada a las enfermedades no transmisibles en el marco de las actividades de desarrollo mundial y nacional, e integrar la prevención de esas enfermedades en las políticas de todos los gobiernos.