La Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (ANCEFN) premió el porte de 12 científicos argentinos en el campo de la investigación. Eduardo Charreau, presidente de esa institución, destacó la necesidad de que el Estado asigne al presupuesto de Ciencia y Tecnología el 1 por ciento de su PBI, cifra que calificó de “mínima y necesaria para propender al desarrollo del área”.

(09/12/08 -Agencia CyTA-Instituto Leloir) – La Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (ANCEFN) entregó premios a 12 científicos argentinos, en reconocimiento a la obra realizada en el país en investigación científica o tecnológica (Premios Consagración). Premió asimismo el mérito demostrado por investigadores menores de 40 años que desarrollan su trabajo científico o tecnológico en Argentina (Premios Estímulo). Los Premios Consagración contaron con el apoyo de la Fundación para el Desarrollo Tecnológico y de la empresa Bio Sidus, por su aporte monetario.

El doctor Eduardo Charreau, presidente de la ANCEFN, disertó durante la ceremonia de premiación. Señaló que la Academia comenzó a entregar premios a científicos destacados en el año 1926 y en el año 2006 se instauraron los Premios Estímulo. “En esta oportunidad la entrega de premios sucede en un marco institucional que merece un comentario especial”, indicó Charreau. Y agregó: “Este año ha sido considerado el Año de la Enseñanza de las Ciencias, con el fundamento de que no solo despierte vocaciones en los niños sino que también contribuya a la formación ciudadana, favoreciendo la (consolidación) de una opinión pública informada y del pensamiento crítico. Los científicos podemos hacer mucho en ese sentido”.

Premios Consagración y Estímulo

Se otorgaron tres premios \”Consagración\” a científicos distinguidos por sus trayectorias en las siguientes áreas: Ingeniería, Ciencias Químicas, y Matemática:

– Carlos Apesteguía, doctor en ingeniería, investigador del CONICET y profesor titular de la Universidad Nacional del Litoral cuya temática de investigación se centra en la catálisis industrial.

– Rosa Muchnik de Lederkremer, profesora emérita de la Universidad de Buenos Aires e Investigadora del CONICET, quien es reconocida en el país y en el exterior , especialmente por sus importantes contribuciones en el campo de la química de los hidratos de carbono y por sus investigaciones sobre la glicobiología del Trypanosoma cruzi, agente del Mal de Chagas.

Y finalmente, Graciela L. Boente, investigadora del CONICET y profesora titular de la UBA, quien ha realizado contribuciones originales en el área de la Estadística. Ha encarado con originalidad, la resolución de diversos problemas de interés aplicado, por ejemplo en el campo de la tecnología de alimentos y en el de control de calidad.

Los Premios Estímulo fueron concedidos a Leonardo Giovanini (bioingeniería) Sebastián Uchitel (mecánica computacional), Alejandra Fanovich (nanotecnología), Ricardo Burlan (química), Esteban Jobbagy (ciencias biológicas), Andrés Dahlquist (ciencias de la Tierra), Daniel Carando (matemática), Andrés Arazi (física experimental) y Alejandro Córsico (astronomía).

Presupuesto para la ciencia

Durante la ceremonia de entrega de premios, el doctor Charreau se refirió a la creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología como “un hito positivo para la ciencia local. Es de esperar que el esfuerzo gubernamental de apoyo al sector científico tecnológico se siga consolidando en estas nuevas circunstancias. Entre las tareas pendientes esta llegar al 1 por ciento del PBI para el presupuesto destinado a Ciencia y Tecnología, cifra mínima y necesaria para propender al desarrollo del área”.

De acuerdo con el presidente de la ANCEFN, el gobierno deberá destinar fondos provenientes mayoritariamente del presupuesto nacional, y no solamente de créditos externos. “El actual 0.5 % del PBI para Ciencia y Tecnología nos ubica muy por debajo de nuestras capacidades reales y de la excelente preparación de nuestros jóvenes. Esto deber ser considerado como una inversión social, nunca como un gasto suntuario, sino un imperativo de desarrollo. Invertir en conocimiento implica levantar los ojos del piso de la coyuntura y participar en el desarrollo y bienestar de las próximas generaciones” afirmó.

La Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (ANCEFN) premió el porte de 12 científicos argentinos en el campo de la investigación. Eduardo Charreau, presidente de esa institución, destacó la necesidad de que el Estado asigne al presupuesto de Ciencia y Tecnología el 1 por ciento de su PBI, cifra que calificó de “mínima y necesaria para propender al desarrollo del área”.

(FOTO DISPONIBLE EN EL SITIO WEB DE LA AGENCIA)

(09/12/08 -Agencia CyTA-Instituto Leloir) – La Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (ANCEFN) entregó premios a 12 científicos argentinos, en reconocimiento a la obra realizada en el país en investigación científica o tecnológica (Premios Consagración). Premió asimismo el mérito demostrado por investigadores menores de 40 años que desarrollan su trabajo científico o tecnológico en Argentina (Premios Estímulo). Los Premios Consagración contaron con el apoyo de la Fundación para el Desarrollo Tecnológico y de la empresa Bio Sidus, por su aporte monetario.

El doctor Eduardo Charreau, presidente de la ANCEFN, disertó durante la ceremonia de premiación. Señaló que la Academia comenzó a entregar premios a científicos destacados en el año 1926 y en el año 2006 se instauraron los Premios Estímulo. “En esta oportunidad la entrega de premios sucede en un marco institucional que merece un comentario especial”, indicó Charreau. Y agregó: “Este año ha sido considerado el Año de la Enseñanza de las Ciencias, con el fundamento de que no solo despierte vocaciones en los niños sino que también contribuya a la formación ciudadana, favoreciendo la (consolidación) de una opinión pública informada y del pensamiento crítico. Los científicos podemos hacer mucho en ese sentido”.

Premios Consagración y Estímulo

Se otorgaron tres premios \”Consagración\” a científicos distinguidos por sus trayectorias en las siguientes áreas: Ingeniería, Ciencias Químicas, y Matemática:

– Carlos Apesteguía, doctor en ingeniería, investigador del CONICET y profesor titular de la Universidad Nacional del Litoral cuya temática de investigación se centra en la catálisis industrial.

– Rosa Muchnik de Lederkremer, profesora emérita de la Universidad de Buenos Aires e Investigadora del CONICET, quien es reconocida en el país y en el exterior , especialmente por sus importantes contribuciones en el campo de la química de los hidratos de carbono y por sus investigaciones sobre la glicobiología del Trypanosoma cruzi, agente del Mal de Chagas.

Y finalmente, Graciela L. Boente, investigadora del CONICET y profesora titular de la UBA, quien ha realizado contribuciones originales en el área de la Estadística. Ha encarado con originalidad, la resolución de diversos problemas de interés aplicado, por ejemplo en el campo de la tecnología de alimentos y en el de control de calidad.

Los Premios Estímulo fueron concedidos a Leonardo Giovanini (bioingeniería) Sebastián Uchitel (mecánica computacional), Alejandra Fanovich (nanotecnología), Ricardo Burlan (química), Esteban Jobbagy (ciencias biológicas), Andrés Dahlquist (ciencias de la Tierra), Daniel Carando (matemática), Andrés Arazi (física experimental) y Alejandro Córsico (astronomía).

Presupuesto para la ciencia

Durante la ceremonia de entrega de premios, el doctor Charreau se refirió a la creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología como “un hito positivo para la ciencia local. Es de esperar que el esfuerzo gubernamental de apoyo al sector científico tecnológico se siga consolidando en estas nuevas circunstancias. Entre las tareas pendientes esta llegar al 1 por ciento del PBI para el presupuesto destinado a Ciencia y Tecnología, cifra mínima y necesaria para propender al desarrollo del área”.

De acuerdo con el presidente de la ANCEFN, el gobierno deberá destinar fondos provenientes mayoritariamente del presupuesto nacional, y no solamente de créditos externos. “El actual 0.5 % del PBI para Ciencia y Tecnología nos ubica muy por debajo de nuestras capacidades reales y de la excelente preparación de nuestros jóvenes. Esto deber ser considerado como una inversión social, nunca como un gasto suntuario, sino un imperativo de desarrollo. Invertir en conocimiento implica levantar los ojos del piso de la coyuntura y participar en el desarrollo y bienestar de las próximas generaciones” afirmó.