(09/12/08 -Agencia CyTA-Instituto Leloir. Por María Cristina Chaler) – Como ya mencionamos en la primera parte de esta nota, Edward Witten unificó las cinco teorías existentes hasta el momento sobre las cuerdas, considerando que en realidad no estaba ante cinco teorías diferentes sino ante miradas distintas del mismo problema. Así fue eliminando, poco a poco, cada versión y elaborando una única mirada llamada la teoría M.

Esta unificación revolucionó al mundo de la ciencia, ya que significa un avance importantísimo de la física teórica.

El desarrollo del cuerpo matemático de la teoría M necesita de 11 dimensiones es decir las cuatro ya conocidas por todos: largo, ancho, alto y tiempo y 7 dimensiones más. Esta es la única manera que la Teoría Unificada puede tener sentido, de modo que el universo que ella explica es muy diferente, al que percibimos con nuestros sentidos adaptados a la tridimensionalidad. Todo es mucho más complejo de lo concebido hasta ahora por la mayoría de los seres humanos comunes y aún por los mismos científicos porque resulta muy difícil imaginarse las dimensiones restantes.

Nuestro universo podría ser una membrana (Brane) que se encuentra a su vez en un espacio mayor, que es multidimensional, es decir, aparentemente existirían Universos Paralelos que se influenciarían unos a otros y uno de ellos sería el nuestro.

Las leyes de la física que rigen a cada uno de los universos mencionados, son desconocidas hasta ahora y se cree que no tienen porque ser iguales a las leyes que nos rigen, de modo que la Teoría M abre un mundo muy inquietante, en donde se nos plantean muchísimas más incógnitas. Encontrar la teoría unificadora no marca un fin, sino el comienzo de la búsqueda de otras teorías que sean capaces de aclarar múltiples misterios.

¡El hombre es mucho más pequeño de lo que se piensa y tiene un largo camino por recorrer!

El hecho de que no podamos ver los otros Universos tiene que ver con que las partículas que nos conforman no son capaces de salir de la membrana que nos está conteniendo, además de que no poseemos sentidos preparados para poder captarlos.

Recordemos lo que ya mencionamos en la nota de Ciencia Fácil denominada “Un nuevo paradigma”:

“Estos universos nos atraviesan y son imperceptibles, así como el mundo de los humanos es desconocido por el pez, ya que para éste los humanos son inexistentes pues sólo conoce su propio universo de experiencias y vive en su propia dimensión.”

El misterio de la gravedad…

La gravedad es una de las fuerzas de la naturaleza que en nuestro mundo no es tan difícil de vencer, cuando levantamos un brazo, cuando saltamos, cuando recogemos un objeto del suelo, la estamos venciendo, de modo que se manifiesta como una fuerza débil de largo alcance, ya que se expresa en todo el universo.

¿Qué pasaría si pensamos que la gravedad en realidad no es tan débil, sino que sólo se manifiesta como tal en este mundo a pesar de ser una poderosa fuerza?

La causa de ello podría explicarse pensando que cierta energía de la gravedad es capaz de escaparse de esta membrana, o sea, liberarse y dirigirse hacia otra. Según la teoría M las cuerdas (tipo de energía) tienen cierta forma, y de ella depende que puedan o no escaparse de nuestra membrana. Si toda la materia de nuestro Universo estaría formada por un tipo de Cuerdas (Energía) cuyos extremos están en contacto permanente con la membrana universal, estás no podrían liberarse de ella y quedarían atrapadas en forma permanente, la existencia de una cuerda cerrada en si misma, permitiría la escapatoria, este tipo de cuerda, sería la que constituye la gravedad. Se supone que el gravitón (partícula responsable de la transmisión de la fuerza gravitatoria), que hasta ahora no se ha podido detectar en los aceleradores de partículas que poseemos, es una cuerda cerrada capaz de escaparse de la membrana en donde todos estamos retenidos, este escape es lo que hace que la fuerza de gravedad parezca más débil de lo que en realmente es. Esto hace que las ondas gravitacionales sean las responsables de comunicar los diferentes universos paralelos que hasta ahora desconocemos.

El Big Bang es una teoría que supone que el Universo nace de una primera explosión originada en una partícula súper masiva, esa explosión aparentemente generó innumerables Energías que ampliaron el tejido espacial. El inconveniente de esta teoría es que en un punto súper masivo las Leyes de la Física colapsan, pero esto, no nos tiene que sorprender, porque los agujeros negros existen y en su singularidad también colapsan las Leyes de nuestro mundo.

Recordemos lo mencionado en la nota de singularidad:

“Los agujeros negros son un fenómeno más que interesante ya que no son explicables con las Leyes que hasta ahora conocemos, de modo que plantean un desafío de conocimiento y una enorme curiosidad científica.

En una singularidad la curvatura del espacio se hace infinita y en consecuencia densidad de la materia también es infinita.

La singularidad al no poder ser explicada por Leyes de la Física resulta ser, aparentemente, una falla de la teoría de la relatividad.

En un agujero negro la materia se comprimiría al máximo y sería inimaginablemente pequeña, con una densidad enormemente grande que se encontraría en el “fondo” del agujero, un punto en donde la materia cae, desaparece y no retorna al lugar original. La luz tampoco puede escapar de una singularidad, porque la fuerza de gravedad es tan grande que la retiene.”

La teoría del Big Bang aún no está comprobada científicamente, tampoco la Teoría M pues así es el método científico, recién va a dejar de ser un conocimiento teórico cuando empíricamente se pueda demostrar.

Estos múltiples situaciones problemáticas, parece que están en camino de solucionarse en el gran experimento que se va a realizar en el acelerador del CERN, no sabemos si es realmente el momento o es una teoría que se ha adelantado a nuestros tiempos y aún no estamos lo suficientemente preparados para su comprensión, lo cierto es que el Cuerpo Matemático está hermosamente armado y que debemos tener la paciencia o darnos el tiempo para verificarlo.

Es importante que la ambición humana no supere la razón, ya que estos descubrimientos deberían estar al servicio del bien de la humanidad y no se deben forzar por el ansia del poder que implica ser el primer descubridor.

La ciencia debe estar subordinada al servicio de la Humanidad y nunca al poder que representa la posesión del Conocimiento.