(27/05/08 – Agencia CyTA, Instituto Leloir. Por María Cristina Chaler) – Consideremos a los sistemas contenidos en recipientes. Por ejemplo, un sistema de dos fases como el siguiente:

Agua y arena

Al observar el sistema, veremos la arena depositada en el fondo del recipiente y el agua sobre ella. Podemos aprovechar la diferencia de peso de los componentes y usar un método llamado decantación. Este consiste en volcar directamente el agua a otro recipiente. Como la arena que es pesada, quedará adherida al fondo del recipiente. De esta manera, tendremos las dos fases del sistema separadas. Este método podemos aplicarlo cada vez que haya un sólido lo suficientemente pesado como para no desprenderse del fondo del recipiente mientras volcamos el líquido.

Agua y carbón en polvo suspendido

El sistema posee dos fases, una liquida (agua) y otra sólida suspendida (carbón). La mejor forma de separarlo es usando el método de filtración, mediante el cual, pasamos el sistema a través de un embudo en donde se ha colocado previamente un papel de filtro, de modo que el filtrado (líquido que pasa a través del papel de filtro) será el agua y quedará el carbón retenido en el papel.

Se podría usar el método de centrifugación, colocando al sistema en un tubo de centrífuga y luego de aplicarle la centrifugación, observaremos al carbón compactado en el fondo del tubo por efecto de la fuerza centrífuga que ha actuado sobre las partículas sólidas. Veremos sobre éste, agua libre de sólidos. Separaremos el agua por decantación, es decir volcándola directamente en un recipiente. Este método puede aplicarse siempre que el sólido tenga tamaño pequeño y se encuentre en suspensión.

Agua y corcho en un trozo

Aquí el corcho flota en el agua, de modo que podemos aplicar el método de tría, que consiste simplemente en tomarlo con una pinza y retirarlo. Este método puede aplicarse siempre que haya un cuerpo flotando en un líquido o que la fase que deseamos separar sea de un tamaño considerable y podemos tomarla con una pinza y sacarla del sistema.

Nunca aplicaremos tría introduciendo la pinza a través de un liquido. Los métodos deben ser aplicados en forma prolija y limpia para no favorecer la contaminación o la corrosión.

Ahora, veamos cómo actuar en sistemas de tres fases:

Agua, un cubo de hielo y azufre en polvo

En principio, retiraríamos el cubito de hielo con tría. El azufre está en polvo, de modo que parte de él flotará en el agua y otra parte estará suspendida. Así es obvio que contaminará al hielo y habrá que lavarlo cuando se lo saque o antes de hacerlo, para no perder el azufre del sistema. Una vez extraído el hielo, queda un sistema bifásico de agua y polvo de azufre que podremos separar por filtración.

Agua, limaduras de hierro y arena

Por decantación, pasaremos el agua a otro recipiente, pero es conveniente no hacerlo en forma directa, utilizaremos un embudo que posea un papel de filtro por si alguna de las limaduras de hierro con poco peso estuviese suspendida en el agua. Así, separamos el agua del sistema y alguna limadura quedará retenida en el papel de filtro. Nos queda en el recipiente la arena junto con las limaduras de hierro. Transvasaremos el contenido a una cápsula de porcelana para secarlo al calor. Una vez seco, podemos usar el método de imantación; es decir, retiramos las limaduras mediante un imán.

Estos pequeños experimentos son muy útiles de aplicar, en todos los niveles de enseñanza formal, para así poner a los niños y a los jóvenes en contacto con la materia.