(29/04/08 – Agencia CyTA-Instituto Leloir- Por María Cristina Chaler) – Ya muchas veces hemos comentado que el espíritu científico es un espíritu observador y curioso, que se cuestiona todo aquello que al común de la gente no le inquieta.

Al científico le llama la atención el mundo que le rodea y los fenómenos que en él se producen, de modo que el móvil de la investigación es la curiosidad. Es como un niño que comienza a gatear, todo lo toca y todo llama su atención. Así, el espíritu de la ciencia esta anclado en ese maravilloso mundo infantil donde prevalece la creatividad y la fantasía.

Para investigar se necesita de un método, que recibe el nombre de método científico.

Primeramente se observa todo lo que nos rodea. Pero esta observación no es superficial, sino que moviliza a investigar. Es una observación llena de curiosidad y muy minuciosa. A través de esa mirada, surge el problema a investigar, es decir hay algo que no puede explicarse y surge la pregunta ¿Por qué ocurre?

A este problema se le asignan una serie de respuestas posibles que se llaman hipótesis.

Estas son suposiciones lógicas basadas en conocimientos previos.

Planteadas las hipótesis, el investigador predice el comportamiento del sistema que está estudiando y para ello, se basa en la cadena de conocimientos científicos anteriores.

Una vez que se llega a esta etapa es el momento de la experimentación. No nos olvidemos que las ciencias son experimentales y para que un enunciado científico tenga el estatus de ser verdadero tiene que haber sido comprobado experimentalmente.

En el proceso de experimentación, se toman datos que se colocan en tablas, en gráficas, en computadoras. Se hacen estadísticas y se analizan para poder sacar conclusiones de los mismos. Es decir, luego de analizar los datos del proceso experimental, se sacan conclusiones.

Esas conclusiones sirven para elaborar una teoría general que será la respuesta al problema planteado inicialmente.

Resumiendo los pasos son:

• Observación.

• Planteamiento del problema.

• Planteo de una o más hipótesis.

• Predicción de los resultados.

• Experimentación.

• Análisis de los datos logrados.

• Conclusiones.

• Elaboración de la teoría o generalización.

Vamos a dar un ejemplo sencillo de aplicación del método:

1. Observo que al liberar los cuerpos de ataduras, caen.

2. Me planteo un problema. ¿Los cuerpos más pesados caerán más rápido que los más livianos?

3. En una primera hipótesis puedo suponer que es así.

4. Predigo que al tomar cuerpos de diferentes pesos, el más pesado caerá más rápido que los más livianos.

5. Comienzo a experimentar y para ello tomo diferentes cuerpos de distinto peso. Tomo un cronómetro, marco una determinada altura y dejo los caer a los cuerpos desde la marca, midiendo los tiempos con un cronómetro en mano.

Mientras tanto, coloco los datos en una tabla

Cuerpo1 tiempo1

Cuerpo2 tiempo2

Cuerpo3 tiempo3

Cuerpo4 tiempo4

6. Al analizar los datos, me encuentro con la sorpresa de que mi hipótesis resultó ser falsa, ya que todos los cuerpos tardaron el mismo tiempo en llegar al suelo, de modo que no pudo comprobarse experimentalmente la veracidad de la hipótesis planteada.

7 En base a lo experimentado y al análisis de los datos obtenidos, planteamos una segunda hipótesis, que expresa que el tiempo de caída de los cuerpos es independiente de su peso.

8 Volvemos a experimentar, con sumo cuidado de las condiciones para evitar posibles errores y verificamos la veracidad de la segunda hipótesis, que se desprende de los datos experimentales tomados.

Este es sólo un sencillo ejemplo para comprender el método científico, pero tengamos en cuenta que la investigación requiere de paciencia y perseverancia, no es rápida y muchas veces, no alcanza la vida de un científico para concluirla; y varias generaciones de ellos van encadenando conocimientos que llevan adelante el avance de la ciencia.

A lo largo de la investigación caen innumerables hipótesis y predicciones y la suma de ensayos y errores marca el camino del avance. El hombre de ciencia se pone metas y no descansa hasta alcanzarlas, pero el investigador no está solo, trabaja en equipo y la mayoría de las veces los logros no son individuales, sino que son producto de muchas mentes pensantes, y por supuesto de la base de conocimiento que se acumuló a través de la historia de la Ciencia.