El vaticinio de terminar con esta enfermedad tropical devastadora, que produce deformaciones e incapacidades, fue realizado la semana pasada en Arusha, Tanzania. Se cree que con un serio compromiso de las autoridades sanitarias, la predicción puede ser cumplida.

(11/04/08 – Agencia CyTA – Instituto Leloir) – En el marco de la quinta conferencia de la Alianza Global para la Eliminación de la Filariasis Linfática (vulgarmente conocida como elefantiasis), donde se hizo el citado anuncio, también se reconoció que China ha sido el primer país del mundo en eliminarla. Mientras se espera que Corea del Sur sea el segundo, se informó que Tanzania se ha unido a Egipto, Senegal y Togo para formar parte de los pocos países africanos que se encuentran en la primera línea de la campaña para eliminar esta enfermedad.

La elefantiasis es una infección parasitaria endémica presente en 80 países en vías de desarrollo, que afecta al sistema linfático y se manifiesta por inflamaciones y por un enorme aumento de volumen de la región afectada. Como suele derivar en un endurecimiento y rugosidad de la piel, semejante a la de los elefantes, de allí procede su nombre.

La enfermedad se produce por el bloqueo de los vasos y los ganglios linfáticos debido a la invasión de gusanos del tipo filaria -largos y filamentosos-, desarrollados a partir de parásitos transmitidos por la picadura de ciertos mosquitos. Las partes del organismo afectadas con mayor frecuencia son las extremidades y los órganos genitales externos.

Si bien suelen pasar años antes de que se manifieste -de hecho, lo hace recién a partir de la adolescencia-, con el tiempo, al obstruir el drenaje linfático, ocasiona malformación de los huesos, lo que da origen a deformidades que pueden llegar a afectar gravemente la vida de quienes la sufren y su familia.

En la actualidad, cuando estos parásitos filariales están en su estado larval, la infección se trata con dos fármacos administrados una vez al año durante cinco años consecutivos. Dos laboratorios multinacionales -Glaxo Smith Kline y Merck & Co.- se han comprometido con la OMS en esta lucha a través de la donación de millones de dosis de albendazole y de ivermectina, respectivamente, dentro del marco del programa de responsabilidad social de ambas empresas.

Según Mwele Malecela, presidenta de la alianza global para eliminar la Filariasis Linfática, desde que comenzaron las campañas, hace ocho años, ya se administraron más de mil millones de tratamientos a 440 millones de personas en 44 países. También comentó que África está rezagada en estos esfuerzos por erradicar la enfermedad, que ya dejó postradas o desfiguradas a más de 40 millones de personas y está poniendo en riesgo la salud de 300 millones expuestos a contraerla.

En opinión del doctor David Molyneux, especialista en enfermedades tropicales de la Escuela de Medicina Tropical de Liverpool, Gran Bretaña, “la filariasis linfática es una enfermedad que afecta a los más pobres de los pobres”. Y son muchos. Las cifras de la OMS señalan que 120 millones son portadores de la infección y más de 1.000 millones de personas en 80 países tropicales viven en zonas endémicas.

Por su parte, la OMS considera que, dado el vínculo entre pobreza y elefantiasis, la eliminación de la enfermedad proveerá una oportunidad de reducir pobreza y desigualdades, a través de la incorporación de más gente a la masa laboral.