Si Internet significó un cambio gigantesco para la sociedad, la tecnología GRID promete generar una forma más rápida de conectar al mundo. Los principales beneficiados serán los centros de investigación en múltiples campos, como la medicina y la física. Las supercomputadoras, en el centro de la escena.

(19/03/08 – Agencia CyTA_Instituto Leloir. Por Laura García Oviedo) –Existen dos grandes tipos de supercomputadoras: una poderosa máquina individual, y aquélla compuesta por “clusters” o grupos de veloces computadoras conectadas entre sí. Las redes GRID, que prometen generar una gran segunda revolución de la era digital, son del segundo tipo: forman una supercomputadora “internacional”, que puede almacenar grandes cantidades de información y realizar cálculos a gran velocidad.

El concepto GRID fue tema de debate hace pocos días en la ciudad de Buenos Aires, durante el ciclo de conferencias y mesas redondas “De la investigación básica a la aplicación tecnológica”, inaugurado por el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica, Lino Barañao. Las jornadas fueron organizadas por la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, de Argentina, el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) de España y el Proyecto HELEN de la Comunidad Europea.

“La idea básica de la tecnología GRID consiste en aprovechar los medios de computadoras distribuidas en el mundo para interconectarlas en un dispositivo global de cálculo y de almacenamiento de información. Es la unión de varios centros de cálculo que realizan investigación para un logro común”, dijo a la Agencia CyTA, el ingeniero Mario Benedetti, investigador principal del CONICET, y agregado científico permanente del Centro Europeo de Investigación Nuclear o CERN.

“Los usuarios autorizados van a tener acceso a una computadora global capaz de hacer cálculos hasta ahora impensados. Por ejemplo, en medicina podría servir para almacenar bases de datos radiográficos y otros estudios; y luego a través de métodos de procesamiento de imágenes y de estadísticas, poder dar un mejor diagnóstico a un usuario que les presenta un caso”, destacó Benedetti, quien es además, director del laboratorio de Instrumentación y Control de la Facultad de Ingeniería en la Universidad Nacional de Mar del Plata.

Origen en la física de partículas

María Teresa Dova, investigadora de la Universidad Nacional de La Plata, contó a la audiencia del ciclo de conferencias que el origen de la tecnología GRID tuvo lugar en el CERN. Allí es donde se realizan investigaciones internacionales en física de altas energías (o física de partículas). En junio próximo, ese centro inaugurará el acelerador de partículas más grande del mundo, que permitirá conocer más sobre la física del universo.

Dova hizo un repaso por los principales descubrimientos del campo de la física nuclear, como los experimentos de Ernest Rutherford, que llevaron a postular la existencia del núcleo atómico, en 1911; o las experiencias de James Chadwick, que pusieron evidencia que existían los neutrones, en 1932. Además, mostró el actual modelo del átomo, que incluye a quarks y leptones.

“En la actualidad, sólo se puede explicar el 4% de la materia del universo”, dijo la investigadora, que dirige la parte argentina del proyecto ATLAS. Ese proyecto es una pieza esencial del Large Hadron Collider o LHC, el acelerador que está terminando de construir CERN. Para poder conocer más y mejor la materia, se deben realizar experimentos a gran escala que generan grandes cantidades de información. Una solución son las redes GRID, que permiten almacenar y procesar datos.

La especialista también destacó que en ese centro europeo fue donde nació hace más de 15 años la “Word Wide Web” de la mano del físico Tim Berners-Lee. La “Web” funciona en base a lo que se conoce como Internet, que es la conexión en red de computadoras que ya existía desde fines de la década del 60. Gracias a la idea de Berners-Lee, que unió Internet con el hipertexto (HTTP y HTML), ese servicio se tornó accesible para el mundo.

Nuevos proyectos de colaboración

Con la tecnología GRID, se abren nuevas oportunidades para promover, por ejemplo, proyectos de “e-ciencia”, que es hacer investigación sin importar las distancias, y de “e-salud”, que ayuda a realizar diagnósticos y seguimientos del paciente de manera remota. Según los expertos, los requisitos son disponer de acceso rápido a las bases de datos, una gran capacidad de almacenamiento de datos a largo plazo. Asimismo, es condición necesaria que exista una infraestructura y recursos humanos.

Roberto Barbera, del Istituto Nazionale di Fisica Nucleare, de Catania, Italia, también dio una conferencia durante el encuentro. Para el especialista, si en el pasado se hablaba de clusters y supercomputadoras, en el futuro se hablará sólo de GRID. Destacó que en la Unión Europea se están realizando numerosos proyectos en “e-ciencia”, y que además, se busca la colaboración con países en desarrollo. Sin ir más lejos, existe un megaproyecto llamado EELA, que conecta a países de Latinoamérica con las naciones europeas.

“Las aplicaciones son múltiples, esta herramienta tecnológica puede utilizarse en arqueología, astrofísica, educación, biomedicina”, enumeró Barbera, quien agregó que la Unión Europea está realizando una convocatoria para dar subsidios a proyectos internacionales. “Europa está desarrollando programas para estimular y promover la ‘e-science’ fuera de sus fronteras”, concluyó.

Al parecer, el aporte de la tecnología GRID, adoptada en mayor o menor grado, revolucionará las formas de hacer ciencia y medicina en el siglo XXI. Y, sin dudas, transformará el ritmo de la comunicación a nivel mundial.