En un clima de alegría y optimismo, los científicos junto a la comunidad festejaron el 60 aniversario del Instituto Leloir con una suelta de globos y la realización de un mural.

(28/11/07-Agencia CyTA. Instituto Leloir) – Decenas de globos con la leyenda “Hacemos ciencia, construimos el futuro” fueron liberados al cielo para festejar los primeros 60 años de investigación del Instituto Leloir.

La celebración, que se realizó en la puerta de la institución, frente al parque Centenario, reunió a quienes trabajan en el instituto con vecinos de la zona, alumnos de diferentes colegios, familiares y amigos.

El doctor Luis Ielpi, director del Instituto Leloir, destacó que “trabajar en este instituto genera a la vez orgullo y responsabilidad. Orgullo, por formar parte de una institución con la trayectoria científica que marcó el doctor Luis Federico Leloir, y responsabilidad, porque el futuro se construye sobre nuevos logros, que no pueden apartarse del camino de la excelencia”.

Los alumnos y alumnas del Instituto Platerillo, de Villa Pueyrredón y Villa del Parque, y del Instituto Sagrado Corazón, de Almagro, participaron entusiasmados en la confección de un mural en el que imprimieron sus manos con pinturas de colores. Esta obra colectiva será parte de la primera pared del nuevo edificio anexo que están construyendo, y que “no podría concretarse sin la participación de la comunidad”, sintetizaron los organizadores.

El Instituto Leloir es una organización privada, destinada a la investigación, formación de recursos humanos y docencia, sostenida por fondos públicos y privados, característica que la distingue de otros centros de investigación del país. Su plantel científico está conformado por 170 becarios e investigadores que integran 23 grupos de investigación y cuenta con una Biblioteca Nacional de Referencia en Bioquímica.

“Yo nací un día antes de que se fundara el Instituto”, cuenta Alicia, una de las tantas amigas de la institución que mes a mes dona dinero para apoyar las actividades científicas que allí se desarrollan. Confesa admiradora de Luis Federico Leloir, cuenta: “tengo la foto de él en la cocina de mi casa. Lo admiro porque provenía de una familia pudiente, podría haber vivido sin trabajar y sin embargo hizo mucho por la ciencia. Es uno de los pocos argentinos que pueden ser un ejemplo para las nuevas generaciones”.

Roberto, un vecino del barrio que también colabora con el instituto, se cubría del sol con su sombrero chambergo mientras esperaba su turno para dejar su mano estampada en el mural. “Me parece fantástico lo que hacen en el instituto –opina–. Espero que con el nuevo ministro (Lino Barañao) se agrande esto y vuelvan más científicos del exterior”.

En un alto de los festejos se mencionaron los temas que se desarrollan actualmente en el instituto, centrados en bioquímica y biología celular, y que se relacionan con la búsqueda de respuestas, entre otros temas, a afecciones como el mal de Parkinson y el Alzheimer, el virus del Papiloma Humano, el dengue, la brucelosis, y algunas formas de cáncer. También se trabaja en bioquímica de plantas y parásitos e inmunología.

“Teníamos actividades agendadas con bastante anticipación, pero cuando nos enteramos decidimos venir con los chicos porque la causa es más que justa y sentimos que debemos apoyar la iniciativa”, señala con entusiasmo Alicia Esparza, directora del Jardín del Instituto Platerillo. “Sin ciencia y tecnología no hay progreso, y sin progreso no hay esperanza. La brecha entre los países con presupuesto para dicho desarrollo o sin él es lo que marca diferencias en todos los órdenes sociales”, reflexiona.

Ielpi habló también sobre la importancia de despertar la vocación científica entre los más jóvenes, y explicó que la ciencia no marcha al ritmo de los “videoclips”, sino que tiene otros tiempos. “A principios del siglo XX se describió la enfermedad que afecta a los bebes llamada galactosemia y casi 50 años después el doctor Leloir descubrió el metabolismo de la galactosa, hallazgo que permitió la cura de esa enfermedad”, señaló.

Para finalizar el encuentro, jóvenes becarios de la institución soltaron seis grupos de globos en forma de moléculas, uno por cada década de vida del instituto. El público, por su parte, lanzó otra serie de globos multicolores con la leyenda: “hacemos ciencia, construimos el futuro”.

Con el Instituto Leloir como escenario y la música de León Gieco de fondo, Ielpi expresó un deseo: “así de alto como están lo globos es como queremos ver al instituto siempre”