(9/5/07 – Agencia CyTA-Instituto Leloir. Por Florencia Mangiapane)-. Desde el 18 de abril la Federación Mundial de Periodistas Científicos tiene una autoridad argentina, elegida en la 5° Conferencia Mundial de Periodistas Científicos que celebró la entidad en Melbourne, Australia. Es la periodista Valeria Román, que estuvo presente en el encuentro y se convirtió en la única integrante latinoamericana de la junta directiva, cuerpo que ahora preside el periodista británico Pallab Ghosh, de la BBC, y del que también forman parte representantes de China, Estados Unidos, Egipto, Australia y Nigeria.

Román trabaja en Clarín desde 1998. Se recibió de licenciada en Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Buenos Aires y se especializó en periodismo científico en la Fundación Instituto Leloir y la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, entre otras instituciones. En 2004 participó como becaria en el programa del Massachussets Institute of Technology (MIT) destinado a periodistas de todo el mundo interesados en ampliar su formación en temas de ciencia, tecnología y medicina. Su labor como periodista fue distinguida en varias oportunidades. En esta entrevista hace referencia a los aspectos éticos de la profesión, que fueron uno de los ejes principales de la 5° Conferencia, y a la situación del periodismo científico en la Argentina.

-Durante la 5° Conferencia Mundial de Periodistas Científicos se renovaron las autoridades de la Federación. ¿Cómo resultó elegida miembro de la junta?

-Formo parte de la International Science Writers Association, y durante la conferencia se hizo una asamblea de renovación de la junta directiva y de las dos comisiones que forman parte de la Federación, y fui elegida como vocal de la junta.

-En la 5ª Conferencia se sugirió la creación de un código de ética especial para el periodismo científico. ¿Qué le parece la idea?

-Sí, lo sugirió uno de los expositores de la mesa que trató sobre un código especial. Esa sesión dio lugar a un artículo en el portal Scidev.net http://www.scidev.net/News/index.cfm?fuseaction=readNews&itemid=3561&language=1

Yo creo que es un tema para debatir más. No me parece que la situación del periodista científico sea tan diferente de la de cualquier otro periodista. Por supuesto que hay contenidos que atañen solo al periodismo científico, pero no creo que el código de ética de un periodista científico pueda ser tan distinto del código de ética de un periodista que trabaja en otras áreas. Coincido con el periodista de la BBC, Pallab Ghosh, quien considera que hay que enfatizar en la capacitación para mejorar el periodismo científico y la comunicación con los científicos.

-La idea fue propuesta por Bob Williamson. El divulgador australiano dijo que sería importante para los países en vías de desarrollo contar con un código porque en estos países los gobiernos suelen presionar al periodismo para que se haga alarde de resultados de investigación del sector público. ¿Qué opina?

-Me parece que un código de ética es igualmente útil para todos los países, independientemente de su grado de desarrollo. Lo que pasa es que a veces en algunos países más desarrollados las asociaciones tienen su código de ética interno. Por ejemplo, en Estados Unidos, la Association of Health Care Journalists (la asociación de periodistas que se dedican a la salud), cuenta con un código interno.

-¿Usted recuerda haber tenido que enfrentar algún dilema ético especial?

-Creo que todos los días se juega un dilema ético. Por ejemplo, cuando los laboratorios farmacéuticos privados dan a conocer, incentivan o promueven información sobre determinadas enfermedades e indirectamente están promoviendo sus medicamentos para esas enfermedades. En esos casos uno se plantea si hace o no hace una nota sobre la enfermedad porque sabe que podría estar haciendo publicidad indirecta para un determinado fármaco. Por otro lado, quizá realmente mucha gente necesita saber sobre esas enfermedades. Entonces escribir sobre una enfermedad que la gente no conoce puede ser beneficioso para la población, pero también termina promoviendo indirectamente el consumo de ciertas drogas.

-Dadas las dificultades que implica la divulgación científica, ¿cree que es importante que los periodistas se especialicen?

-Sí, totalmente. Para cubrir temas de ciencia y tecnología es mejor estar capacitado en cómo se produce el proceso de la investigación científica.

-Usted hizo cursos en el Instituto Leloir y en el exterior también.

-Sí, en 1996 cursé el taller en lo que entonces se llamaba Fundación Campomar (hoy Instituto Leloir). En 2000, recibí la minibeca para un curso intensivo de genética en el MIT. Desde setiembre de 2004 a mayo de 2005, fui Knight Science Journalism Fellow en el MIT, donde estuve un año aprendiendo de temas de ciencias. Allí también abrí más mi cabeza a las artes, con un curso sobre Leonardo Da Vinci, muchas visitas a museos de arte de diferentes ciudades de Estados Unidos y a la ópera.

-¿En Clarín se aboca exclusivamente a temas de ciencia?

-Sí, cubro en general todo lo que tiene que ver con noticias de ciencia y salud en la sección Sociedad, del diario Clarín.

-¿Ingresó como periodista científica?

-Entré haciendo notas de ciencia, pero también hacía notas de informática y de arquitectura. A partir de 1999 empecé a escribir sólo ciencia y salud.

-¿Qué es lo que le atrae de estos temas?

-Básicamente que me permiten aprender algo nuevo cada día, y que lo puedo compartir con muchos lectores.

-¿Cómo ve el tratamiento de la información científica en el periodismo argentino, en comparación con otros países de América Latina, y países más desarrollados?

-Bueno, aunque hay mucho por mejorar. En los países desarrollados, hay más cantidad de periodistas científicos. Tienen más tiempo para dedicarse a la producción de sus trabajos y más recursos económicos para gastar en viajes, por ejemplo.

-¿Qué grado de cohesión piensa que tienen los periodistas científicos en la Argentina?

-Mínima. Creo que hay que trabajar más para lograr cierta cohesión.

-¿Le parece que existen esfuerzos aislados de divulgación?

-Sí, se trabaja desde las individualidades. Pero también hay que tener en cuenta que es muy difícil para muchos dedicarse solo al periodismo científico. En los países desarrollados existe esa posibilidad, incluso el periodismo científico hiperespecializado. Hay quienes cubren únicamente noticias de gerontología y ciencia, por dar un ejemplo. En cambio, en la Argentina, hay gente que quisiera dedicarse sólo al periodismo científico, pero no encuentra un trabajo que le permita sobrevivir de eso, y entonces necesita trabajar como docente o como agente de prensa, o dedicarse también a otra rama del periodismo. No es fácil tener la oportunidad de dedicarse solo al periodismo científico.