¿Le interesa una mesita de luz transparente, una bicicleta urbana plegable o un sistema que analiza el nivel de alcohol antes de permitir que arranque un vehículo? Si es así, no tiene más que esperar a la exposición de INNOVAR 2007, que en su tercera edición convocó a 1657 esperanzados amantes de lo nuevo al servicio del crecimiento.

(22/5/07 – Agencia CyTA-Instituto Leloir. Por Ricardo Gómez Vecchio) – El miércoles 16 de mayo pasado, el Director de Coordinación Institucional y Sectorial de la SeCyT, Pablo Sierra y José Luis Díaz Pérez, Subsecretario de Industria, Comercio y Pyme, del Ministerio de Economía y Producción presentaron ante un grupo de periodistas, entre café mate y galletitas, los avances del Concurso Nacional de Innovaciones “INNOVAR 2007”, que en su tercera edición sorprende a propios y extraños por sus resultados y perspectivas.

“Hace dos semanas descubrí que a uno de los que ganó el año pasado con un proyecto de cosechadora de naranjas lo llamaron del Observatorio Pymes para que presente su caso, y hace diez días me llamó la gente de Pegassus, una estación meteorológica para el agro, para contarnos que ganaron un premio. Por otra parte, armamos un blog que empezó a funcionar hace tres meses a través del cual se vincula mucha gente para contar las historias que se le van dando a partir de su participación en INNOVAR”, dijo Pablo Sierra ejemplificando parte de los resultados del Concurso Nacional de Innovaciones que va por su tercera edición.

El concurso otorga este año 55.000 pesos en premios para cada categoría, cifra que se divide en cuatro premios de 10.000 pesos y cinco de 3000, con la idea de destacar una buena cantidad de proyectos.

“Pero hoy por hoy, en el tercer año, los premios son lo menos importante. Lo principal es que INNOVAR se convirtió en el único espacio que recibe proyectos y tiene capacidad para analizarlos con el fin de dar un primer panorama acerca de si son o no viables, sea desde el punto de vista de su factibilidad o por el interés y recepción que despierten”, destacó Sierra a Agencia CyTA poco antes de iniciarse el encuentro con la prensa.

INNOVAR nació a partir de la búqueda de oportunidades tecnológicas. En términos académicos este tipo de acciones se inscribe dentro de lo que se llaman las políticas de mejora del ambiente.

“Ya desde hace diez años, cuando uno habla de competitividad, sabe que un factor absolutamente clave es el ambiente. El ambiente está vinculado a la cultura, tiene que ver con la formación, con la educación, con los valores. A nadie se le ocurriría pensar hoy que se puede ser competitivo sin tener relación con todas estas cosas. Un concurso como este se inscribe en ese marco”, explicó Sierra.

Actualmente, quienes están al frente de INNOVAR apuntan a tener una muy buena plataforma que haga visibles los proyectos, para lo cual se requiere una evaluación mucho más profunda que la actual. El año pasado la exposición de los proyectos seleccionados fue cubierta por los cinco canales de aire argentinos, que trasmitieron directamente de la exposición. CNN hizo tres notas en el año, y hubo llamados de México, Costa Rica y otros países pidiendo datos sobre la gente que desarrolló uno u otro producto.

“Home Depot, una cadena internacional de equipamientos para el hogar nos pidió datos sobre listados de productos que les interesaría llevar a sus góndolas”, ejemplificó Sierra.

Así que, si bien esta iniciativa comenzó como un concurso, se convirtió en poco tiempo en un canal para llegar directamente al mercado, en el caso del ejemplo de Home Depot, sin pasar ni siquiera por la fase de producción, de la cual la empresa se haría cargo.

“Desde ya que es muy importante para cualquier innovador que haya un espacio capaz de recibir su proyecto y decirle si sirve o no, ya que en la mayoría de los casos se trata de inventores individuales, investigadores o personas con ingenio, más que empresas que cuentan con una estructura mayor”, señaló José Luis Díaz Pérez, Subsecretario de Industria, Comercio y PyME, del Ministerio de Economía y Producción.

Pero ahora, además, surgió una propuesta de Jefatura de Gabinete del Ministerio de Economía para el 2008 por la cual INNOVAR va a tener fondos para avanzar un paso más.

“La idea –dijo Sierra- es profundizar la evaluación y darle al emprendedor elementos válidos de calificación de su proyecto. Vamos a desarrollar un manual con gente de excelente nivel vinculada al tema de microemprendedores y microemprendimientos, como Hugo Kantis, de la Universidad Nacional de General Sarmiento, y una empresa consultora argentina con experiencia en el mercado en cuanto a evaluación de riesgo”.

Este manual va a incluir cuáles son las variables que se deben considerar para analizar un proyecto tecnológico, para poder decir qué grado de innovación tiene, si funciona o no desde lo tecnológico, si el mercado al que apunta es más o menos viable para el tamaño de ese proyecto, cual es el perfil del grupo emprendedor, etc.

Según se manifestó en el lanzamiento de la edición 2007, este manual va a estar terminado dentro de cinco meses y va a permitir realizar un proceso de evaluación homogeneo sobre los proyectos, del cual se derivarán una serie de calificadores. Cada proyecto va a quedar caracterizado por ese sistema. Esto es muy útil para que un inversor vea un proyecto y sepa de qué tipo es, si el prototipo ya está desarrollado o si se trata de un producto que puede penetrar en el mercado, entre otros aspectos.

Por otro lado, Sierra explicó que ellos mismos van a hacer el año próximo una selección de aproximadamente los 100 proyectos que más interesen para financiarles 50 horas de consultoría a fin de salir a mostrarlos y buscar inversores.

Con respecto a la convocatoria, hubo un crecimiento enorme de la cantidad de gente que se presentó al concurso, pero principalmente de la calidad. De los 1657 proyectos presentados este año, sólo 350 no tienen desarrollado un prototipo. Entre las categorías, Producto Innovador continúa siendo la básica con la que nació el concurso. Es una categoría amplia en la que pueden inscribirse tanto pequeñas empresas como tecnólogos o desarrolladores de proyectos individualmente.

En este sentido, Díaz Pérez dijo que “cuando una empresa innova lo hace hacia adentro, porque no necesita validarlo en un concurso y ni siquiera le conviene hacerlo, ya que aplica directamente la innovación y no necesita un sistema externo de validación”.

De los proyectos presentados a concurso en 2007, se han analizado hasta ahora más de 900. De ellos, 122 fueron nominados como de alto interés, 300 han sido seleccionados para participar de la exposición y otros 300 fueron rechazados por encontrarse incompletos o no estar de acuerdo con los objetivos de la convocatoria.

En esta oportunidad habrá también un primer premio de 20 mil pesos, de modo tal que el ganador entre todos los ganadores cobraría 30 mil pesos. Además, se entregarán trofeos a los ganadores y la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) hará un aporte de 1000 dólares para tres de los mejores proyectos.

“La innovación supone una práctica social, no se trata solamente de inventos. Se apunta más a destacar el proceso social, no tanto al ingenio en sí. INNOVAR no es un concurso de ideas. Donde uno tiene que esperar lo más innovador o lo que sale de lo normal es en un emprendedor individual. Por eso, un programa como éste se da entre gente que no tiene lugar dónde recurrir para que evalúen su proyecto. Si a esa gente se le da orientación, ya de por sí es un servicio enorme”, concluyó Sierra.