La única copia existente de un mapamundi en donde aparece por primera vez el nombre de América, se preservará en un dispositivo especial para poder ser exhibida al público en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos.

(19/1/07- Agencia CyTA – Instituto Leloir. Por Alejandro Manrique) – La Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos planea preservar un viejo mapa de hace 500 años, el único ejemplar conocido como el primer mapa mundial en el que se llamó América al continente americano.

Para salvaguardar el documento, en varias ocasiones denominado el “certificado de nacimiento de América”, la Biblioteca se ha asociado con el Instituto Nacional de Normas y Tecnología (NIST) para diseñar un compartimiento herméticamente sellado que albergue el mapa Waldseemüller de 12 láminas.

La caja proyectada se diseñará no sólo para resguardar el histórico documento, sino para darle seguridad: la Biblioteca exhibirá el mapa este año como parte de su muestra “New Visitors Experience” y el público tendrá acceso a su observación.

NIST, que supervisará la construcción, ya ha diseñado y fabricado los compartimientos que hoy en día albergan la Carta de las Libertades de Estados Unidos: la Constitución, la Declaración de la Independencia y la Declaración de Derechos para los Archivos Nacionales. Precisamente, la caja que aloja el último documento mencionado es la mayor y última realizada, mientras que la nueva que contendrá el mapa Waldseemüller sería casi seis veces mayor.

El Instituto Nacional de Normas y Tecnología (NIST) es un organismo federal no regulador que forma parte de la Administración de Tecnología del Departamento de Comercio de los Estados Unidos. Su misión consiste en elaborar y promover patrones de medición, normas y tecnología para incrementar la productividad, facilitar el comercio y mejorar la calidad de vida. Cuenta con un presupuesto operativo de mil millones de dólares, emplea alrededor de 3.000 científicos, ingenieros y personal auxiliar.

El diseño planeado por la Biblioteca y NIST exige que el compartimiento sea ejecutado con una pieza sólida de aluminio y sellado con un marco de aluminio anodizado y una plancha de vidrio laminado que no refleje la luz. Las medidas finales serán de 295 cm x 185 cm x 10 cm y la caja, herméticamente cerrada, dispondrá de válvulas que permitirán expeler el oxígeno (que reacciona químicamente y degrada el material orgánico del mapa, como el papel y la tinta) y llenarla con el gas inerte argón. También contendrá dispositivos de monitoreo para medir las condiciones ambientales internas.

El diseño, ensayo y fabricación del compartimiento se financiarán mayormente a través del Fondo Waldseemüller de Ayuda, establecido por la Familia Gray, con el apoyo adicional de la Fundación Alcoa para la fabricación del compartimiento, mientras que una compañía donará los bloques monolíticos de aluminio con los cuales se producirán varios componentes.

Una fina obra de arte

El grabado reflejó un gran paso adelante en el conocimiento de la época, reconocía a los territorios encontrados en América y cambió para siempre la concepción y percepción del mundo por parte de la humanidad. El mapa es de los primeros impresos para pared, contiene 12 láminas que miden 41 por 58 cm cada una y es un ejemplo del refinado arte de impresión de comienzos del Renacimiento.

La lámina inferior izquierda del mapa Waldseemüller de 1507, muestra la primera vez que la palabra “América” fue utilizada para las nuevas tierras en ese entonces recientemente descubiertas. El mapa completo bosqueja las formas de Norteamérica y Sudamérica, así como también el Istmo de Panamá, y fue el primero en marcar claramente el Hemisferio Occidental, con el Pacífico como un océano separado.

La Biblioteca del Congreso adquirió el mapa Waldseemüller en el año 2003 a la familia del Príncipe Johannes Waldburg de Wolfegg, en Alemania, por un monto de unos 10 millones de dólares. El mapa había estado más de 350 años en un castillo del siglo XVI perteneciente a esa noble familia y se encontraba en excelente condición. Originalmente pertenecía a Johannes Schöner (1477-1557), un astrónomo y geógrafo que lo había conservado por largo tiempo, durante el cual se pensó que estaba perdido, por lo que hubo una gran excitación cuando el atesorado objeto fue redescubierto en 1901 en el castillo.

El mapa, cuyo título original es “Universalis cosmographia secunda Ptholemei traditionem et Americi Vespucci aliorum que lustrationes”, fue compilado y dibujado por el cartógrafo Martin Waldseemüller y otros colegas en San Dié, al noreste de Francia, y muestra los descubrimientos geográficos que Europa llevaba a cabo a fines del siglo XV y principios del XVI, incluyendo aquellos basados en datos recolectados por Américo Vespucio durante sus viajes de 1501-1502 al Nuevo Mundo.

Las exploraciones de Vespucio, especialmente a lo largo de la costa este de Sudamérica, lo convencieron que las “Indias de Colón” eran en efecto un nuevo continente. En su mapa, del que se vendieron unas 1.000 copias según reportes de la época, Waldseemüller denominó “América” al continente descubierto en honor a Vespucio. Así, el nombre “América” dado a las nuevas tierras por el cartógrafo perduró y su mapa del mundo de 1507 llegó a conocerse como el “certificado de nacimiento de América”.

Los posteriores esfuerzos cartográficos de Waldseemüller se refirieron al Hemisferio Occidental como “Terra Incognita” o “Terra Nova”, pero ya era tarde: el nombre América se había impuesto y popularizado.