El éxito de la introducción de una avispa asiática en la provincia de Entre Ríos para controlar biológicamente una plaga del mismo origen es un ejemplo de cómo puede combatirse eficientemente un problema sin crear otros nuevos, como ocurre al utilizar insecticidas.

(24/04/06 – CyTA-Instituto Leloir. Por Ricardo Gómez Vecchio) – Entre marzo y mayo de 2005, el INTA Concordia efectuó un amplio relevamiento, para constatar la presencia de la avispa asiática Ageniaspis citricola en esa región. Esta avispa es un insecto que se usa para el control biológico del minador de la hoja de los cítricos, otro insecto que constituye una plaga y afecta a las plantaciones de pomelos, naranjas y mandarinas.

La avispa había sido liberada con ese fin en las áreas productoras de cítricos de Chajarí, Federación y Concordia, Entre Ríos, entre los años 1999 y 2001. El INTA comprobó que actualmente consiguió niveles de parasitismo de entre un 28,7 y 87,3% y está presente en toda la provincia de Entre Ríos, lo que indica su grado de adaptación y dispersión.

El minador de la hoja de los cítricos es un microlepidóptero perteneciente a la familia Gracillariidae, una especie originaria del sudeste asiático. Causa daños importantes en las brotaciones de verano y otoño, que facilitan la dispersión de la cancrosis, enfermedad cuarentenaria que limita la exportación de la fruta.

El insecto es originario de Asia y hasta los años ochenta solo se hallaba en su zona de origen, en Japón y en Australia. Durante los años 90 y luego de una rápida dispersión colonizó América del Norte y Central, Europa y África, encontrándose actualmente en todo el mundo. En nuestro país se detectó a principios de 1996.

“La perdida en productividad debido a cancrosis es relativamente baja, comparada con otras enfermedades y plagas”, explica Juan Mousqués, ingeniero agrónomo de la estación experimental INTA Concordia, quien aclara que “la perdida económica más importante es causada por las restricciones cuarentenarias a los frutos de áreas infectadas impuesta por países libres de la enfermedad”.

La avispa de origen asiático Ageniaspis citricola es un endoparasitoide específico que actúa sobre el huevo y el primer instar larval de su huésped –el mimador de la hoja de los cítricos – emergiendo a nivel de la pupa. Según Mousques, en los años 1999, 2000 y 2001 se liberaron más de 160.000 de estos parasitoides y su introducción no involucra ningún impacto ambiental negativo.

Para favorecer la dispersión de esta avispa benefactora, la gente del INTA dice que es importante utilizar insecticidas selectivos de bajo impacto, disminuir el número de aplicaciones y realizarlas en el momento oportuno.

“Está comprobado que el excesivo uso de productos insecticidas de alto impacto provocan la muerte del parasitoide”, advierte Mousques.