Alrededor de 200 personas residentes de dos pueblos próximos a Bologna, en el norte de Italia, contrajeron Chikungunya, una enfermedad común en países de Asia y de África y que se adquiere a través de las picaduras de mosquitos Aedes albopictus. Las autoridades locales creen que el virus fue introducido por un turista italiano que visitó la India. Si bien existen medidas para controlar la actividad de los mosquitos responsables de la transmisión de la enfermedad, aún no se han elaborado vacunas para prevenirla.

(14/9/07-Agencia CyTA-Instituto Leloir. Por Bruno Geller) – En dos pueblos de Italia, Castiglione di Ravenna y Castiglione di Cervia, ubicados a 80 kilómetros de la ciudad de Bologna, las autoridades sanitarias de Italia han detectado en cerca de 200 personas una enfermedad infecciosa tropical que suele manifestarse en países de África y de Asia y que causó la muerte de uno de los afectados, reveló la revista científica Nature.

La enfermedad que es provocada por un virus se llama Chikungunya y no suele ser fatal pero provoca fiebres severas, dolores de cabeza, fatiga, náuseas y dolores en los músculos y en las articulaciones.

El virus, que suele encontrarse en países de África y de Asia, es transmitido por un tipo de mosquito conocido como Aedes albopictus, que también transmite el virus del dengue y el virus de la fiebre amarilla.

Los Aedes albopictus llegaron a Europa en las últimas décadas; hasta ahora se han registrado en Italia, en Francia, en Bélgica y en la región de los Balcanes. Las autoridades sanitarias creen que un turista que regresó de la India importó el virus y que luego los mosquitos Aedes albopictus lo diseminaron entre las personas.

De acuerdo con un comunicado de prensa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 151 distritos de 8 estados/provincias de la India, se detectaron 1.25 millones de posibles casos de Chikungunya.

Sobre el brote de esa enfermedad en el norte de Italia, el doctor Hervé Zeller, virólogo del Instituto Pasteur de Lyon, Francia, comenta: ”Anteriormente se habían registrado casos de la enfermedad Chikungunya que habían sido importados a Europa, pero esta es la primera vez que se produce una transmisión a través de los mosquitos locales”.

Tanto Zeller como otros expertos temen que la enfermedad se vuelva endémica en esa región de Italia y también reconocen que no están seguros si el virus atravesará o no las fronteras hasta llegar a otros países de Europa que están infestados por los mosquitos Aedes albopictus.

Por el momento, en Italia resolvieron adoptar medidas de control como el uso de plaguicidas para frenar la actividad de los mosquitos Aedes albopictus. Esas acciones tienen como objetivo detener la proliferación de los insectos, eliminando sus criaderos.

Esas medidas de control y la disminución de la temperatura que inhiben el desarrollo de dichos insectos le han puesto límites al brote de la enfermedad. Sin embargo, lo que preocupa a los expertos son los resultados de recientes investigaciones realizadas en áreas tropicales que han demostrado que los mosquitos hembra Aedes albopictus transmiten el virus a los huevos. Lo preocupante es que los huevos de los mosquitos pueden sobrevivir fácilmente el invierno mediterráneo, aseguran los especialistas.

De acuerdo con los expertos de la OMS, la erradicación de los mosquitos Aedes albopictus es un objetivo difícil de cumplir. El doctor Michael Nathan, un entomólogo –especialista en insectos– de la OMS señala: “Esos insectos son muy resistentes. Dado que no disponemos de vacunas para prevenir el virus Chikungunya, la única opción que tenemos es la adopción de medidas eficaces orientadas al control de los mosquitos”.

En la actualidad diferentes grupos de investigadores de instituciones de salud de Francia están trabajando con el objeto de diseñar una vacuna que genere inmunidad en las personas frente a la Chikungunya.

Uno de esos científicos, el epidemiólogo Antoine Flahault, del Instituto Nacional de la Salud y de la Investigación Médica (INSERM) del país galo, afirmó que hacia fines de 2008 comenzarían a realizar ensayos clínicos para comprobar la efectividad de la vacuna.