“Música por la Ciencia” reunió a personalidades de la ciencia, la música y diseño de luces para compañías de ballet y danza en una fecha que se recuerda  la primera vez que se emitió el primer rayo láser de la historia y que inició una revolución  en las esferas de las ciencias básicas, la educación, la cultura y el arte y el desarrollo sostenible. Y en campos tan diversos como las comunicaciones y la energía.

(Agencia CyTA-Leloir)-. Científicos, músicos y artistas se reunieron en el marco del Día Internacional de la Luz para destacar la importancia que ese elemento tiene en sus disciplinas. Esta fecha fue decretada por la UNESCO con el objetivo de conocer la importancia de los avances y aportes de la luz para el desarrollo en todos los campos y facetas de la vida de los seres humanos.

“Sin la luz no serían posibles los avances científicos. Usamos la luz emitida por un láser en los microscopios de fluorescencia para ver a las proteínas del virus del dengue mientras infectan células humanas y de mosquito. Usamos este tipo de luz para descubrir cosas que con los ojos no podemos ver”, afirmó la viróloga molecular Andrea Gamarnik, investigadora del CONICET en la Fundación Instituto Leloir (FIL) cuyo laboratorio se centra en los virus del dengue y de Zika y también lideró el desarrollo de COVIDAR, el primer test serológico argentino para COVID-19.

En un video producido que elaboró “Música por la Ciencia”, Gamarnik, Eli Sirlin, arquitecta de la UBA y directora de la carrera de iluminación de la Universidad Nacional de las Arte (UNA), la cantautora y bajista Clara Cantore, el actor, cantante y músico Benjamín Amadeo y Andrés Rossi, jefe del Servicio de Imágenes y Microscopia de la FIL valoran la función esencial que desempeña la luz en sus profesiones, en la ciencia y en el arte: https://www.youtube.com/watch?v=gfVZ48CE1uE

“Hoy se  celebra el Día Internacional de la Luz porque un 16 de mayo el físico estadounidense Theodore Harold Maiman encendió el primer rayo láser de la historia realizado con cristal de rubí rosa bombeado por una lámpara de flash”, destacó Sirlin, quien entre otros muchos proyectos diseñó las luces para el Ballet del Teatro San Martín, Teatro Colón, compañías Nucleodanza, El Escote, y para compañías de danza en el exterior.

Y agregó: “Hoy estamos celebrando la posibilidad de usar las tecnologías basadas en luz en el espectáculo, en la ciencia y otras disciplinas. La luz permite entender  y descubrir desde lo sensible y desde lo intelectual”.

Rossi, quien también lidera el Laboratorio de Serología (por COVID-19) en la FIL, indicó: “Utilizamos moléculas que son sensibles a los fotones que emiten luz dentro de la ‘oscuridad’ de las células, así podemos verlas y descubrir procesos biológicos”.

“Cuando me siento inspirado, aparece algo que me dan ganas de decir, de cantar o escribir, se lo adjudico a estar “iluminado”, dijo Amadeo.  “En diferentes áreas, usamos el mismo elemento, la luz, de diferentes maneras”, resumió.

 

Eli Sirlin, diseñadora de iluminación y arquitecta (izq.), y Andrea Gamarnik y Andrés Rossi, investigadores del Instituto Leloir y del CONICET.

La viróloga molecular Andrea Gamarnik y Benjamín Amadeo, actor, cantante y músico.