Así lo indicaría un metaanálisis de 12 estudios publicados en revistas científicas. El paciente fumador que contrae la infección por el nuevo coronavirus “tendrá más posibilidades de una peor evolución”, afirman neumonólogos.

(Agencia CyTA-Fundación Leloir)-. Un metaanálisis de 12 trabajos científicos sugiere que los fumadores tienen mayores probabilidades de progresión de COVID-19 que los no fumadores, lo cual, para neumonólogos argentinos, confirma que el virus SARS-CoV-2 encuentra un “terreno dañado” pulmonar que incrementa el riesgo.

El análisis fue realizado por el médico tailandés Roengrudee Patanavanich y el epidemiólogo estadounidense Stanton Glantz, de la Universidad de California, en San Francisco, Estados Unidos. Si bien el reporte no es concluyente, a la luz de la información, los autores sostienen que “fumar se asociaría al doble de riesgo de sufrir progresión de la enfermedad COVID-19”.

La revisión se difundió a través de medRxivun servidor de distribución y archivo gratuito en línea para manuscritos completos (no publicados) en el campo de la medicina.

Patanavanich y Glantz analizaron 12 trabajos publicados en PubMed (una de las bases de datos más respetadas dentro de la comunidad científica) que en total incluían la descripción de 9.025 pacientes con COVID-19, 878 (9,7%) con enfermedad grave y 495 con antecedentes de tabaquismo (5,5%).

“El metaanálisis mostró una asociación significativa entre el tabaquismo y la progresión de COVID-19”, afirman en su artículo. Y agregan: “Los médicos y los profesionales de la salud pública deben recopilar datos sobre el tabaquismo como parte del tratamiento clínico y agregar la cesación tabáquica a la lista de prácticas para mitigar la pandemia de COVID-19”.

Otro estudio, publicado en “The European Respiratory Journal”, propone un mecanismo molecular que explicaría por qué los fumadores serían más susceptibles al COVID-19.

El trabajo, liderado por Don Sin, de la Universidad de Columbia Británica, en Canadá, indica que en los fumadores y las personas con EPOC aumenta la expresión de la enzima ACE-2 en las vías respiratorias, que es la puerta de entrada celular para el SARS-CoV-2.

Para llegar a ese resultado, estudiaron muestras de tejido pulmonar resecado de 10 fumadores actuales con EPOC, 9 controles no fumadores y 8 fumadores actuales. Y observaron que los exfumadores tenían menor expresión proteica de los receptores ACE-2 que las personas que fumaban.

Los investigadores de Canadá también comprobaron el aumento de la expresión de ACE-2 en muestras de tejido pulmonar obtenidas por broncoscopía en un grupo formado por 21 personas con EPOC y 21 controles sin EPOC; e incluyeron dos grupos adicionales de muestras de cepillado bronquial realizadas por broncoscopías en más de 400 fumadores.

“El receptor ACE-2 es la puerta de entrada del virus a las células, y como el tejido pulmonar contiene muchos de esos receptores, el sistema respiratorio termina siendo el órgano de entrada y de impacto clínico de la infección”, indicó a la Agencia CyTA-Leloir Alejandro Videla quien no participó del estudio y se desempeña como neumonólogo del Hospital Universitario Austral, miembro de la sección de infecciones de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria y consultor del Ministerio de Salud de la Nación.

Para Videla, los autores canadienses interpretan que la expresión aumentada de receptores ACE -2 en fumadores podría exponerlos a mayor riesgo de infección y de complicaciones graves por COVID-19. “Ese factor de riesgo mejora al dejar de fumar”, aunque resaltó la importancia de seguir recopilando datos para tener resultados más precisos. “El estudio tampoco permite medir el riesgo real de enfermedad grave por fumar o EPOC ya que ello depende de las defensas inmunes de cada sujeto”, añadió.

Carlos Mario Boccia, neumonólogo del Hospital Muñiz y expresidente de la Sociedad Argentina de Neumonología, quien tampoco participó del estudio, indicó a la Agencia CyTA-Leloir que si los resultados se reproducen, “implicará que el paciente fumador que contrae COVID-19 tendrá más posibilidad de tener peor evolución, mayores complicaciones, mayor probabilidad de tener que recibir asistencia respiratoria mecánica y mayor probabilidad de morir”.

De acuerdo con el también exsubdirector de la Carrera de Médicos Especialistas en Neumonología de la UBA, hay otros posibles factores adicionales a la mayor expresión del ACE-2 que explican el efecto.

“Los fumadores son más susceptibles de contraer cuadros infecciosos tanto virales como bacterianos en toda la vía aérea, como influenza, especialmente H1N1; neumonía adquirida en la comunidad; síndrome respiratorio del Medio Oriente (MERS-CoV); tuberculosis; y rinovirus”, afirmó Boccia. Los cuadros suelen ser más graves en el 20-30% de los fumadores que desarrolla EPOC.

La mayor susceptibilidad se debe al deterioro de los mecanismos de defensa de la vía aérea, puntualizó Boccia. Y agregó: “El terreno dañado que encuentran los gérmenes en el fumador y los pacientes EPOC, es el mismo terreno que encuentra COVID-19”.

En julio de 2019, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó  que el tabaquismo mata a la mitad de sus consumidores, y que cada año, más de 8 millones de personas fallecen por su causa. Más de 7 millones de estas defunciones se deben al consumo directo y alrededor de 1,2 millones, a consecuencia de la exposición involuntaria al humo del tabaco.

Un metaanálisis de 12 estudios publicados en revistas científicas indica que fumar se asociaría al doble de riesgo de sufrir progresión de COVID-19.