El hallazgo de los científicos de Santa Fe sienta bases para mejorar la capacidad de los cultivos para absorber mejor el agua y nutrientes del suelo y adaptarse así a la sequía, a la salinidad y otras adversidades.  

(Agencia CyTA-Fundación Leloir)-. Mediante la realización de elegantes y rigurosos experimentos, científicos argentinos descubrieron un mecanismo cuya anulación podría mejorar la capacidad de los cultivos para absorber mejor el agua y nutrientes del suelo y adaptarse así a la sequía, a la salinidad y a otras condiciones adversas.

Los investigadores de Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (IAL), en la ciudad de Santa Fe, descubrieron que el gen AtHB23, que codifica una proteína regulatoria de la expresión de otros genes, frena el desarrollo de las raíces laterales o secundarias. El hallazgo se realizó haciendo experimentos con Arabidopsis thaliana, un modelo vegetal que comparte genes con el maíz, trigo, soja y otros cultivos de importancia.

“En un futuro podríamos evaluar genes análogos a AtHB23 en especies de interés agronómico como soja, maíz, girasol. Arabidopsis es un sistema modelo que nos permite avanzar más rápido en el conocimiento. Si identificáramos qué genes cumplen la misma función en estos cultivos, se puede intentar anularlos por técnicas de edición génica y obtener de esta forma cultivos mejorados que tengan un mayor desarrollo de raíces”, indicó a la Agencia CyTA-Leloir la directora del avance, la doctora Raquel Chan, directora del  IAL, que depende del CONICET y de la Universidad Nacional del Litoral (UNL).

Tal como se describe en un artículo publicado en la revista “The Plant Journal”, los investigadores del IAL descubrieron que el gen AtHB23 reprime la iniciación y el desarrollo de raíces secundarias que se forman a partir de la raíz principal de la planta y le permiten mayor superficie de absorción de agua y nutrientes.

Para llegar a esos resultados, los autores del estudio trabajaron con plantas “silenciadas” para AtHB23, es decir, en las que la actividad de este gen estaba prácticamente anulada. “Estas plantas tenían un mayor número de raíces secundarias y terciarias”, explicó el doctor Federico Ariel, director del Laboratorio de Epigenética y ARNs no codificantes del IAL.

Por su parte, la primera autora del trabajo e integrante del IAL, la becaria doctoral María Florencia Perotti, indicó que también realizaron ensayos con hormonas que participan del desarrollo de las raíces. “Estos experimentos nos facilitaron la comprensión del conjunto del sistema que es bastante complejo e involucra muchos genes”, indicó.

“Dilucida la arquitectura dinámica global del sistema raíz de las plantas abrirá caminos para el desarrollo de cultivos más productivos”, concluyó Chan.

Del avance también participaron Pamela Ribone y Julieta Cabello, también del IAL.

Los doctores Raquel Chan (izq.) y Federico Ariel, y la becaria doctoral María Florencia Perotti, del Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (IAL, CONICET-UNL), en la ciudad de Santa Fe.