El hallazgo de científicos del CONICET podría inspirar la primera terapia dirigida específicamente contra el agente de la enfermedad del ganado o vacunas más efectivas.

(Agencia CyTA-Fundación Leloir)-. Investigadores argentinos identificaron un posible blanco terapéutico del virus que causa la fiebre aftosa, una enfermedad de rápida propagación que afecta al ganado bovino y provoca pérdidas millonarias. El patógeno provoca fiebre, falta de apetito, y vesículas en la boca, en el hocico y, con cierta frecuencia, en los pezones.

Hasta el momento no existe un tratamiento dirigido al virus, pero sí lo hay para abordar las lesiones y la sintomatología. “Nuestro hallazgo abre la posibilidad de un nuevo enfoque para diseñar tratamientos y nuevas, mejores y más seguras vacunas”, indicó a la Agencia CyTA-Leloir uno de los directores del estudio, Maximiliano Wilda, doctor en Biología Molecular del Centro de Virología Animal (CEVAN), que depende del Instituto de Ciencia y Tecnología César Milstein – CONICET.

Junto a la directora de su laboratorio, la doctora Nora Mattion, y otros colegas, Wilda estudió la proteína no estructural 3A del virus de la fiebre aftosa: una molécula de 153 “ladrillos” o aminoácidos que cumple diferentes roles en la multiplicación y virulencia del patógeno.

Tras realizar análisis moleculares en cultivos de células de riñón de hámster (BHK), los científicos identificaron dos sitios precisos de la proteína que, al ser modificados por otros aminoacidos, “frenan” la replicación viral, afirmó Wilda, quien es investigador del CONICET.

Para los expertos, los resultados aportan al conocimiento del mecanismo de replicación del virus y podrían ser la base para diseñar una terapia antiviral basada en anticuerpos específicos que apunten de manera específica contra ese blanco.

Un aspecto novedoso del trabajo es que los investigadores diseñaron y pusieron a punta un sistema basado en ADN recombinante que se comporta de manera análoga al genoma del virus y permite estudiar la replicación viral dentro de la célula sin utilizar el patógeno, lo que evita riesgos que solo se pueden controlar en laboratorios con un nivel de bioseguridad tipo 3.

El doctor Pablo Grigera, del CEVAN, también es director de esta línea de trabajo. Posee mas de 30 años de experiencia en el estudio del virus de la fiebre aftosa, especialmente en el clonado y estudio de las proteinas no estructurales del mismo. Y además es responsable del mejoramiento y diseño de nuevo sistemas de inmunodiagnóstico para la enfermedad. Cecilia Lotufo y Adrian Giraldez, del mismo centro de investigación, también participaron del avance.

 

Maximiliano Wilda, doctor en Biología Molecular del Centro de Virología Animal (CEVAN), que depende del Instituto de Ciencia y Tecnología César Milstein – CONICET.

Los científicos argentinos identificaron dos sitios precisos de una proteína que al ser modificados por otros aminoacidos “frenan” la replicación del virus de la fiebre aftosa.