Es un desarrollo de investigadores de La Plata, quienes ganaron un premio del concurso INNOVAR. En lugar del agente tóxico, usan un aditivo alimentario.   

(29/12/2017 – Agencia CyTA-Instituto Leloir)-. La galvanoplastia, un procedimiento para recubrir con metal objetos tales como hebillas de cintos, aros, cubiertos, autopartes, tuercas, remaches y tornillos, requiere tradicionalmente del uso de cianuro: un agente tóxico que puede contaminar cursos de agua por efluentes no tratados. Ahora, científicos de La Plata desarrollaron una técnica “limpia” que permite prescindir de esa sustancia nociva y obtener los mismos resultados a menor costo.

“Nuestro anhelo es poder ver en un futuro cercano que este proceso se implemente a gran escala y que podamos contribuir, aunque sea un poco, a disminuir la contaminación ambiental y a mejorar las condiciones laborales de los trabajadores de la galvanoplastia”, indicó a la Agencia CyTA-Leloir uno de los directores del proyecto, el doctor Walter Egli, del Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnología de Pinturas (CIDEPINT), que depende del CONICET, de la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires (CICPBA) y de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).

Por su logro, los científicos ganaron un premio INNOVAR, organizado por el Programa Nacional de Popularización de la Ciencia y la Innovación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.

En Argentina, gran parte de la industria galvanoplástica está formada por pequeños talleres que no pueden afrontar los costos de la tecnología necesaria para el adecuado tratamiento de los efluentes de los electrolitos con cianuros. En la Cuenca Riachuelo-Matanza sigue siendo un problema sanitario de magnitud. En Avellaneda, en 1993, murieron siete personas por la inhalación de gas cianhídrico de ese origen.

En el trabajo, Egli y sus colegas probaron reemplazar el cianuro de los baños de cobreado alcalino con un tipo de aditivo alimentario: los aminoácidos dicarboxílicos, como el ácido glutámico y el ácido aspártico. “No son contaminantes y permiten obtener resultados igual de eficaces en los procesos de galvanización”, indicó Egli.

La técnica fue bautizada “CuGlu” y fue probada con éxito en experimentos de laboratorio en escala piloto. El proceso ha sido patentado a través del CONICET y se encuentra en etapa de prueba industrial gracias a la coordinación de su Dirección de Vinculación Tecnológica (DVT) y a la participación de la empresa Proquigal s.r.l., proveedora de insumos y procesos del sector galvanoplástico.

“El método reduce costos, dado que las materias primas necesarias para su formulación son de menor precio y, sobre todo, no implican protocolos de seguridad complejos ni gastos adicionales ocultos”, afirmó Egli, quien puntualizó además que la técnica disminuye riesgos laborales. “La eficiencia es mayor y la calidad de los productos obtenidos es comparable al cianurado”, aseguró.

Otros autores del desarrollo son Paola Pary y Leandro Bengoa, ambos investigadores del CONICET, y Pablo Seré, del CICPBA.

 

El Ing. Pablo R. Seré (der.) y el Dr. Walter Egli en un día de trabajo. Los cuadros son pintados por ellos mismos.  Créditos: Gentileza del Dr. Walter Egli

El Ing. Pablo R. Seré (der.) y el Dr. Walter Egli en un día de trabajo. Los cuadros son pintados por ellos mismos.
Créditos: Gentileza del Dr. Walter Egli

Tuercas  de acero cobreadas en tambor rotativo empleando el proceso “CuGlu”. Créditos: Gentileza del Dr. Walter Egli

Tuercas de acero cobreadas en tambor rotativo empleando el proceso “CuGlu”.
Créditos: Gentileza del Dr. Walter Egli