Casi 80 especímenes que fueron atendidos en Buenos Aires presentaban niveles muy elevados de plomo en sangre y tejido óseo, lo que afecta el comportamiento y el éxito reproductivo. “Los resultados sorprenden y preocupan mucho”, dijo uno de los investigadores.
(28/12/2016 – Agencia CyTA-Instituto Leloir)-. Las balas que no matan en el acto también dejan una huella en los cóndores andinos y amenazan su conservación. Según el veterinario jefe del ECOparque Interactivo BA (Ex Zoo de Buenos Aires), Guillermo Wiemeyer, “al menos uno de cada cuatro cóndores andinos analizados en nuestro país presenta disparos en el cuerpo o ha ingerido municiones de manera accidental”, lo que se traduce en niveles “muy preocupantes” y potencialmente letales de plomo en el cuerpo.
En un estudio que acaba de publicar la revista “Environmental Pollution”, Wiemeyer y colegas presentaron los resultados del análisis de 76 cóndores andinos (42 machos y 34 hembras) procedentes de 13 provincias y que, entre 2008 y 2014, fueron llevados a rehabilitar a Buenos Aires por haber sufrido disparos en el cuerpo o tener balas en el estómago por la ingestión accidental de carroña de un animal cazado.
“Los resultados nos sorprenden y preocupan mucho”, señaló Wiemeyer a la Agencia CyTA-Leloir. “Los cóndores silvestres tenían hasta 20 veces más plomo en su sangre y 50 veces más en sus huesos que aquellos criados en cautiverio”.
El plomo elevado interfiere con el comportamiento y el éxito reproductivo de las aves y puede ser mortal a causa de las alteraciones digestivas y neurológicas que provoca.
La percepción negativa que en muchos casos se tiene del cóndor está fundada en la creencia de que puede depredar sobre el ganado en pie, cuando, en realidad, es un carroñero que cumple la función de “basurero ecológico” limpiando los campos de animales muertos por enfermedades, envenenamientos o caza. “Muchas veces se les dispara por aversión o incluso por diversión”, lamentó Wiemeyer, también integrante de la ONG Peregrine Fund, para quien es imperativo regular el uso de munición de plomo a nivel nacional y regional.
Del estudio también participaron Miguel Pérez, Guillermo Bravo y Vanesa Astore, ECOparque Interactivo BA; Laura Torres Bianchini y Luciano Sampietro, de la misma institución y de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UBA; Norberto Luis Jácome, de la Fundación Bioandina Argentina; y Sergio Lambertucci, investigador del CONICET en la Universidad Nacional del Comahue.