Son parámetros que se relacionan con su rotación intrínseca y su imagen especular. Según una de las investigadoras participantes, la física platense María Teresa Dova, el hallazgo “amplía nuestra comprensión de la estructura de la materia y las fuerzas que dieron forma a nuestro Universo”.

(28/12/2015 – Agencia CyTA-Instituto Leloir)-. En mayo de 2015, un grupo de científicos de 38 países dio a conocer con precisión la masa del bosón de Higgs, una partícula elemental descubierta en 2012 que permite explicar el mecanismo por el que todas las partículas fundamentales adquieren masa, con el Gran Colisionador de Hadrones o LHC: la máquina más grande y compleja de la historia, construida en un túnel circular subterráneo de 27 kilómetros debajo de la frontera entre Suiza y Francia.

Ahora, el mismo consorcio global de investigadores validó dos propiedades adicionales del bosón que confirman las predicciones del modelo estándar de las partículas fundamentales y sus interacciones.

“Estos hallazgos amplían nuestra comprensión de la estructura de la materia y las fuerzas que dieron forma a nuestro Universo”, sostuvo a la Agencia CyTA-Leloir una de las autoras, la doctora en física María Teresa Dova, investigadora del CONICET en el Instituto de Física La Plata (IFLP) y participante del experimento ATLAS del LHC del Centro Europeo para la Investigación Nuclear (CERN).

Luego de analizar miles de millones de datos generados por el potente acelerador de partículas, los investigadores confirmaron a comienzos de este año que el bosón de Higgs no tiene espín o momento de rotación intrínseco, es decir, tiene espín 0 (cero). Esto la transforma en la única partícula elemental “escalar” (de espín 0) cuya existencia en la naturaleza ha sido probada experimentalmente.  “Esto significa que el comportamiento de esta partícula es diferente de aquellas que transportan fuerzas, como el fotón  para la  interacción electromagnética, que tienen spin 1, y también es diferente de las partículas de materia, como el electrón, que tienen spin 1/2 ”, explicó Dova.

Otra propiedad recientemente constatada del bosón es que su paridad, una medida de cómo se comporta la imagen especular del bosón de Higgs, es positiva, lo cual confirma otra predicción del modelo estándar. “Por ejemplo, en la desintegración del bosón de Higgs en otras partículas, ese fenómeno ocurre con la misma probabilidad tanto de un lado del espejo como del otro (de la partícula)”, explicó Dova.

Ahora, con todos los datos colectados por el ATLAS, los científicos estudiaron distintos modos de producción y decaimiento del bosón, explorando la posibilidad de escenarios alternativos en los que la partícula pudiera tener otras propiedades. Según revela la revista “European Physical Journal C, Particles and Fields”, los datos confirman con un 99,9% de confianza que la hipótesis del modelo estándar, según la cual el bosón de Higgs tiene espín 0 y paridad positiva, es correcta.

Según Dova, autora del libro “Qué es el Bosón de Higgs” de la colección “¿Qué es…?” (Paidós), dirigida por Nora Bär, el histórico descubrimiento del bosón ha sido un “paso gigante” para responder dos preguntas: ¿de qué estamos hechos? y ¿cómo funciona el Universo?

FOTO 1 DRA DOVA

La doctora en física María Teresa Dova, investigadora del CONICET en el Instituto de Física La Plata (IFLP) y participante del experimento ATLAS del Gran Colisionador de Hadrones del Centro Europeo para la Investigación Nuclear (CERN).

Créditos: Gentileza de la Dra. María Teresa Dova.

FOTO 2 NOTA DRA DOVA

Imagen de un tramo del Gran Colisionador de Hadrones.

Créditos: CERN

FOTO 3

El Gran Colisionador de Hadrones se sitúa en un túnel circular subterráneo de 27 kilómetros debajo de la frontera entre Suiza y Francia.

Créditos: CERN