Para el neurocientífico de la UBA Osvaldo Uchitel, este campo del conocimiento necesita sumar el aporte de diferentes disciplinas como la psicología, la biología, la anatomía, la neurología y la informática.

(17/06/2013 – Agencia CyTA – Instituto Leloir)-. El estudio del cerebro, “un increíble y a la vez complejo órgano de la evolución”, ha generado muchísimos resultados, pero queda un largo camino por recorrer. “Las neurociencias son ricas en datos pero pobres en teorías integradoras”, aseguró a la Agencia CyTA el doctor Osvaldo Uchitel, director del Instituto de Fisiología, Biología Molecular y Neurociencias de la Facultad de Ciencias Exactas y  Naturales de la UBA.

Uchitel puntualizó una serie de acciones que podrían acelerar la investigación “desde el pensamiento hasta la molécula”. “Es necesario integrar disciplinas como la anatomía, la fisiología de sistemas y la  psicología para la interpretación de la organización funcional del cerebro”, subrayó el investigador del CONICET.

Otro camino clave, añadió, es la identificación de variantes de genes asociados a enfermedades neurológicas y sus correlatos bioquímicos y fisiológicos.

Asimismo, Uchitel resaltó la importancia de mejorar el estudio de las imágenes directas del cerebro en vivo. “La informática es otra poderosa herramienta para organizar la cuantiosa información que genera la ciencia”, enfatizó el neurobiólogo, quien además destacó la importancia de promover el estudio de las células madre para desarrollar terapias que conduzcan a la reparación de daños medulares.

“La utilización de las neurociencias también puede ayudar a mejorar las metodologías de enseñanza y estimulación temprana de los niños, entre muchos otros objetivos de importancia social”, aseguró el investigador.

 

FOTO NOTA CEREBRO UCHITEL

En la década de 1950 el médico y biólogo argentino de prestigio mundial Eduardo Diego Patricio De Robertis empleó microscopios electrónicos para estudiar estructuras clave de las neuronas.