(27/03/13 – Agencia CyTA-Instituto Leloir)-. Si el cáncer colorrectal, que se desarrolla en la última porción del tubo digestivo, se detecta a tiempo, la chance de curación supera el 90 por ciento, señaló a la Agencia CyTA el doctor Ubaldo Gualdrini, coordinador del Programa Nacional de Prevención y Detección Temprana del Cáncer Colorrectal del Instituto Nacional del Cáncer (INC). Estas declaraciones fueron realizadas en vísperas del Día Mundial de la Prevención del Cáncer Colorrectal, que tendrá lugar el domingo 31 de marzo.

Según informó el Ministerio de Salud de la Nación en Argentina, se producen cada año alrededor de 11.500 nuevos casos y 6.800 muertes por esta causa. El doctor Gualdrini explicó que el tumor surge de una lesión precursora o “pólipo adenomatoso” que crece muy lentamente y durante muchos años. “Pueden transcurrir de 10 a 15 años antes de que se desarrolle la enfermedad, por lo cual hay tiempo suficiente para interceder en esa cadena de hechos, sacar los pólipos y evitar la aparición del cáncer”, dijo.

Hay dos estrategias para prevenir el cáncer colorrectal. Una consiste en seguir una vida sana, incluyendo una alimentación rica en frutas y verduras, y menos carnes rojas y grasas; hacer ejercicio físico; y reducir el consumo de  alcohol y de tabaco.

Otra clave es realizar exámenes de detección temprana como se hace en otros tipos de cánceres. Gualdrini dijo que, en la población general, se recomienda estudios preventivos a partir de los 50 años de edad, tanto en hombres como en mujeres.  “Pero si uno tiene padre, madre, hermano o hijo con cáncer o pólipos de colon, probablemente se requieran estudios a más corta edad”, añadió el especialista.

Algunos de esos estudios son la colonoscopía que se recomienda realizar cada diez años y el test de sangre oculta en materia fecal en forma anual a partir de los 50 años. 

“No queremos más que los pacientes se estudien solamente cuando tienen síntomas, sino en una etapa temprana, momento en el que si existe un tumor las posibilidades de curación son altas y los tratamientos, incluso, mucho menos invasivos”, concluyó Gualdrini.