El método propuesto reduce el tiempo de tratamiento de la muestra de 2 horas a 16 minutos.

(16/01/13 – Agencia CyTA-Instituto Leloir)-. Un sistema más rápido para detectar y medir concentraciones de mercurio en miel fue desarrollado por investigadores argentinos.

“El método propuesto presenta la ventaja de reducir el tiempo de tratamiento de la muestra de 2 horas, según técnicas oficiales, a 16 minutos”, indicó a la Agencia CyTA la doctora María Eugenia Centurión, de la  Universidad Nacional del Sur y del Instituto de Química del Sur (INQUISUR – UNS-CONICET), en Bahía Blanca. “Por lo tanto, se pueden analizar cuatro muestras por hora”.

La miel es un alimento natural producido por las abejas melíferas (Apis mellifera), con importantes propiedades nutricionales y aplicaciones terapéuticas. Está compuesta por azúcares simples como glucosa y fructosa, proteínas, aminoácidos y vitaminas, entre otros compuestos. Sin embargo, puede contener sustancias tóxicas como metales pesados y residuos de antibióticos y plaguicidas. El control de estos contaminantes en Argentina es llevado a cabo por el SENASA a través del Plan Nacional de Control de Residuos e Higiene en Alimentos (Plan CREHA).

Entre los metales tóxicos, el mercurio merece una atención especial por su capacidad para acumularse en la cadena alimentaria, en los ecosistemas acuáticos y en el cuerpo humano. “Este metal se puede transformar en mercurio orgánico (metilmercurio) que posee una toxicidad mayor que el mercurio elemental y los compuestos inorgánicos. La determinación de los niveles de mercurio en los alimentos es muy valiosa para evaluar los riesgos sobre la salud de la población”, explicó la doctora Centurión.

El mercurio puede provenir de zonas industriales y urbanas (combustión de carbón en centrales eléctricas, procesos industriales, incineración de residuos, extracción minera de mercurio, oro y otros metales), del tráfico vehicular, de agroquímicos y pesticidas. “Las abejas, que actúan como bioindicadores de contaminación ambiental en su zona de vuelo, transfieren el mercurio a los productos de la colmena, como por ejemplo miel, cera, polen y propóleos”, destacó la investigadora de la Universidad Nacional del Sur.

Para la determinación de mercurio los investigadores diseñaron un sistema automático. “El sistema propuesto consta de dos cámaras de vidrio acopladas, fabricadas en nuestro laboratorio”, puntualizó Centurión. 

En una de ellas, denominada cámara de digestión, la miel es tratada con ácido nítrico y agua oxigenada y calentada mediante una lámpara halógena de 24 voltios. Posteriormente, mediante una bomba y válvulas de tres vías y a través de tubos conductores de aproximadamente 1 milímetro de diámetro interno, la solución de miel ingresa a la segunda cámara (de mezclado), la cual posee un diámetro interno de 3 centímetros y una altura de 15 centímetros. La determinación de mercurio presente en la muestra se lleva a cabo con avanzadas técnicas de laboratorio.

Este trabajo se realizó en el área de Química Analítica del Departamento de Química de la Universidad Nacional del Sur y pertenece a la tesis doctoral de la licenciada en Química Marina Domínguez, quién trabaja bajo la dirección de la doctora Centurión. El trabajo fue publicado en la revista internacional Journal  of  Agricultural and Food Chemistry. También participaron en la investigación los doctores Marcos Grünhut, Marcelo F. Pistonesi y María S. Di Nezio.

FOTO MIEL

Dispositivos del sistema para detectar y medir en forma rápida concentraciones de mercurio en miel.