Serie: Los medicamentos / Su  ingreso

(26/10/11 – Agencia CyTA – Instituto Leloir. Por María Cristina Chaler)-.  Un medicamento tiene el objetivo de aliviar síntomas o de curar enfermedades. Es un producto generalmente artificial fabricado por el hombre y diseñado para que actúe  sobre la zona del organismo que se desea aliviar o curar. La mayor efectividad de la acción de un medicamento depende de muchos factores, entre ellos el lugar o forma  del ingreso o vía de administración, el tipo de droga, la velocidad de absorción.

Diferentes tipos de ingreso al organismo vivo:

Un medicamento puede ingresar al cuerpo a través de la boca, lo que comúnmente se conoce como vía oral. Esta es una forma cómoda y práctica y depende de la responsabilidad absoluta del paciente. La absorción del medicamento se produce a través del proceso digestivo y sólo un porcentaje de la dosis ingerida llega al lugar de acción porque el proceso digestivo la va destruyendo. El lugar de absorción variará entre el estómago o intestino dependiendo del diseño del fármaco. En el intestino la vena porta se encarga de transportarlo al hígado y allí hará su primer paso hepático que continúa con la destrucción.

Otra vía es la rectal. Se puede usar cuando hay problemas gástricos o bien cuando el paciente se encuentre con vómitos o en estado de inconsciencia. La absorción de algunos medicamentos es pobre por esta vía, mientras que para otros es mucho mejor.

Por vía oral sublingual el medicamento se absorbe por la mucosa sublingual y se transporta a través de la vena cava directamente al corazón, que lo bombea al lugar que se desea alcanzar. Esta vía se usa para evitar el primer paso intestinal y hepático que destruye al fármaco. Se consiguen efectos más rápidos y de alta intensidad, es beneficiosa para  cardíacos.

Inyectado un medicamento en las venas (endovenosa) llega en forma eficiente, el inconveniente es que se necesita personal especializado para su aplicación. Actúa rápidamente y se evita el primer paso hepático de destrucción.

Otra opción puede ser inyectando en el músculo profundo (vía intramuscular). Es útil cuando la vía oral es inconveniente por problemas gástricos o bien cuando algunos medicamentos se degradan demasiado a través del proceso digestivo. En el músculo la absorción es más rápida (30 minutos como máximo) porque la capilaridad de estos es grande. Dependerá del tipo de músculo en donde se administre y también del tipo de medicamento ya que algunas drogas en el medio muscular se modifican y la absorción se hace lenta.

También se puede inyectar un medicamento debajo de la piel (vía subcutánea). Aquí  la absorción es más lenta porque la capilaridad subcutánea es menor y suele variar con la temperatura exterior. Se recomienda usar cuando se necesita de una lenta absorción para mantener el nivel de la droga por tiempo prolongado.

La piel absorbe más o menos rápidamente según el tipo de fármaco. Se usa cuando se quieren solucionar problemas locales o bien cuando se quiere mantener un nivel constante de fármaco en el organismo como en el caso de los parches adherentes.

La vía nasal es utilizada en caso de congestión nasal o rinitis y para la administración de algunas hormonas.

Otras opciones más complejas son las epidurales, intracatecales e interventriculares. Para ellas se necesitan de especialistas altamente  preparados. Se las emplea en casos especiales y no están al alcance del paciente.

La elección de las vías de administración queda a exclusiva determinación del profesional que receta el medicamento. Dependerá de la situación del enfermo, de la enfermedad en sí, del objetivo que se desee alcanzar o del síntoma que quiere aliviar.