Las tasas de mortalidad por cáncer de mama decrecieron un 2,5 por ciento por año desde 1997  en la provincia de Córdoba, reveló un estudio realizado por investigadores de la Universidad Nacional de Córdoba y otras instituciones científicas.  Recomiendan realizar campañas de detección temprana dirigidas a las poblaciones vulnerables.

(17/03/10 – Agencia CyTA – Instituto Leloir)-. Un estudio epidemiológico realizado en la provincia de Córdoba revela que las tasas de mortalidad por cáncer de mama aumentaron, en promedio, el 1,4 por ciento por año desde 1986 a 1997 y desde entonces decrecieron el 2,5 por ciento al año, a partir de 2006. Los resultados del trabajo fueron publicados en la edición de enero de este año en la revista científica The European Journal of Cancer Prevention.

“Al realizar un análisis específico sobre las tasas de mortalidad por cáncer de mama en diferentes grupos etarios, se pudo observar que la disminución de las tasas se manifiesta principalmente en el grupo de menor edad estudiado, el cual comprende mujeres entre 20 y 49 años”, explicó a la Agencia CyTA la responsable del estudio, la doctora María del Pilar Díaz de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). Y agregó: “Las mujeres nacidas después de 1955 tienen un menor riesgo de morir por cáncer de mama. Ese cambio favorables podría estar vinculado con una mejora tanto en el tratamiento de la enfermedad,  como también en los métodos de detección o diagnóstico de la misma”.

Asimismo, se registra un mayor acceso a dichos procedimientos por parte de la población en general, indicaron Pilar Díaz y Camila Niclis que fue la primera autora del estudio.  Además de la UNC, en el estudio epidemiológico participaron colegas del Instituto de Investigación Farmacológica “Mario Negri” (Milán, Italia). La realización del trabajo contó con el apoyo del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación a través del Fondo para la Investigación Científica y Técnica (FONCyT).

Para llegar a los resultados publicados en The European Journal of Cancer Prevention, los investigadores utilizaron las series de mortalidad en el periodo 1986-2006 provistas por el Ministerio de Salud de Córdoba, junto con información demográfica divulgada por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, para el cálculo de las tasas de mortalidad total y para cada departamento provincial, de esta enfermedad.

Por otra parte, el estudio reveló que la disminución de las tasas de mortalidad de cáncer de mama es mayor en las zonas urbanas que en las rurales. “Los habitantes de zonas urbanas tienen un mayor acceso a centros de salud especializados, lo que explica, en parte, los cambios favorables estimados en la mortalidad en las áreas de la provincia con mayor densidad poblacional”, destacó Díaz.

El estudio sistemático de las tendencias temporales de las diferentes patologías, como viene realizando nuestro equipo en Córdoba, constituye una actividad de vigilancia epidemiológica especializada que permite alertar en muchos casos sobre su importancia futura, ya que posibilita realizar predicciones futuras del comportamiento de una enfermedad y pone de manifiesto fenómenos que ayudan a comprender los factores que causan la enfermedad, subrayó la doctora Díaz. Y continuó: “Este tipo de estudios constituye, además, una herramienta en el diseño y evaluación de programas y políticas de salud dado que provee información, por ejemplo, sobre su impacto en la detección precoz o de nuevas pautas de tratamiento y, a partir de una correcta interpretación de dichas tendencias, es posible aportar elementos de decisión en la distribución de recursos.”

Una forma de cáncer prevenible

En la provincia de Córdoba, así como en toda Argentina, el cáncer de mama es la principal causa de muerte por cáncer de la población femenina. “De acuerdo con nuestro estudio, en Córdoba la mortalidad por cáncer de mama representa el veinte por ciento de la mortalidad por cáncer en mujeres, seguido por el cáncer de colon (nueve por ciento) y el cáncer de pulmón (ocho por ciento)”, afirmó Díaz.

De acuerdo con la investigadora, el cáncer de mama es de los pocos cánceres que se pueden detectar de forma precoz y tratar antes de que se desarrollen de forma avanzada. “Así, es posible detectar los tumores en etapas precoces y de esa forma aplicar tratamientos menos agresivos. Diversos estudios muestran que los exámenes masivos a la población de riesgo sana con mamografía en mujeres de 50 a 60 años probablemente reducen el riesgo de muerte por cáncer de mama, sin embargo aún no se conoce la magnitud del efecto”, subrayó.

La Sociedad Argentina de Mastología recomienda hacerse mamografías anualmente a partir de los 40 años, o antes si se tuviese familiares con cáncer de mama. “Es necesario para esto realizar campañas de detección temprana a nivel poblacional para brindar acceso a un gran porcentaje de mujeres que no cuentan con la información necesaria o cuyos recursos son insuficientes para realizar los exámenes”, concluyó la doctora Díaz. 

 

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La becaria Camila Niclis (a la izq.)  y  la doctora María del Pilar Díaz de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba

Créditos: UNC