Investigadores españoles instalaron en el Mediterráneo, a veinte metros de profundidad, un laboratorio que enviará en tiempo real información sobre contaminación acústica así como la contaminación por residuos, entre otros datos. Estará conectado a laboratorios terrestres a través de cables de fibra óptica.

(13/07/09 -Agencia CyTA- Instituto Leloir).- Un laboratorio submarino, sumergido a veinte metros de profundidad en el Mediterráneo, transmitirá en tiempo real una gran cantidad de información sobre el mar a los laboratorios terrestres de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España.

El laboratorio, denominado Observatorio Submarino Expandible (OBSEA), se encuentra frente a las costas de la localidad catalana de Vilanova i la Geltrú. OBSEA registrará, a través de diferentes sensores, procesos submarinos tales como las variaciones en la temperatura y/o salinidad para comprobar la calidad del agua, las señales acústicas procedentes de fuentes naturales o antropogénicas para evaluar la contaminación acústica, así como la contaminación por residuos o el tránsito marítimo, informó la UPC.

El observatorio registrará procesos del mundo submarino de forma permanente, dado que los cuatro kilómetros y medio de cable de fibra óptica al que está conectado elimina la dependencia a las baterías de vida limitada.

Los investigadores Antoni Manuel de la UPC, y Juanjo Dañobeitia, director de la Unidad de Tecnología Marina del CSIC, que dirigen los dos grupos de investigación artífices del proyecto, creen que con este primer paso se abre todo un abanico de oportunidades, tanto para la investigación marina como para la industria española.

A ese laboratorio, y a laboratorios similares instalados en otros mares y océanos, se le podrían añadir sensores adecuados para diferentes tipos de estudio como por ejemplo la identificación de riesgos geológicos, como la detección de terremotos y tsunamis, la monitorización de fallas sísmicas activas, erupciones volcánicas y desplazamientos submarinos, el estudio de la circulación oceánica, la variación del nivel del mar y los fenómenos meteorológicos.

Sería útil para el estudio del cambio climático y el análisis de las interacciones físicas, químicas y biológicas que afectan a los organismos y ecosistemas marinos. Asimismo serviría para investigar los efectos ambientales provocados por los medios de transporte marítimos, entre otros temas, indicaron los expertos.