En la Reserva Provincial Iberá, en la provincia de Corrientes, investigadores de la Universidad Nacional del Nordeste llevaron a cabo el primer relevamiento de mariposas en las cuatro estaciones climáticas. Se identificaron 49 especies, ocho morfoespecies y 40 géneros. Para los autores del trabajo este tipo de estudios permite detectar efectos ambientales a largo plazo dado que las mariposas son sensibles a los cambios que se producen en los ecosistemas.

(13/07/09 – Agencia CyTA-Instituto Leloir/UNNE. Por Catriel López Acosta).- Un total de 49 especies, ocho morfoespecies y 40 géneros fueron identificados a partir del relevamiento de 1.237 mariposas realizado en la Reserva Provincial Iberá, en la provincia de Corrientes.

El estudio fue llevado a cabo por el equipo de investigadores de la Cátedra de Biología de los Artrópodos de la Facultad de Ciencias Exactas, Naturales y Agrimensura (FaCENA) de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), bajo la dirección de la doctora en biología María Esther Bar. El muestreo fue estacional y sistemático y se realizó en unidades de paisajes, tales como bosque y pastizal.

Búsqueda de mariposas

El Sistema del Iberá, situado en el centro – norte de la provincia de Corrientes, abarca 12.000 km2. Es uno de los macrosistemas de humedales más extensos e importantes de América Neotropical. Fue declarado Reserva Provincial y Sitio Ramsar en enero del 2002. Comprende un conjunto de humedales, ambientes terrestres, acuáticos leníticos y lóticos y de interfases que funcionan como una macrounidad.

Bar, profesora titular de la Cátedra de Artrópodos de la UNNE, explicó que su trabajo investigó y comparó por primera vez la composición, riqueza y diversidad de las mariposas cuyo nombre científico es lepidópteros. Se muestreó en tres comunidades de la Reserva Provincial Iberá: Estancia Rincón, Colonia Pellegrini y Paraje Galarza, localidades de los departamentos de Mercedes, San Martín y Santo Tomé respectivamente.

Los ejemplares se capturaron con redes de vuelo y de barrido, trampas de luz y en casos de especies conocidas se efectuaron registros mediante la observación directa. Tal como se expresó, se colectaron 1.237 individuos y se inventariaron 49 especies, ocho morfoespecies y 40 géneros.

Panorama general

Las familias con mayor número de géneros fueron: Nymphalidae, 17 en total, Hesperiidae (ocho) y Pieridae (cuatro). Los géneros más diversos fueron Urbanus y Eurema, con cuatro especies.

Bar detalló que en Estancia Rincón tres especies (Phoebis sennae marcellina, Euglyphis lignosa y Danaus erippus) y una morfoespecie resultaron dominantes. En Colonia Pellegrini fueron abundantes Riodina lysippoides, Anthanassa frisia hermas, Heliconius erato phyllis y Phoebis sennae marcellina. En Galarza el componente mayoritario fue dado por Urbanus teleus, Junonia genoveva hilaris, Anartia jatrophae jatrophae y Danaus erippus.

Las tres estaciones de muestreo presentaron ocho especies en común. La abundancia y riqueza de especies fueron superiores en Paraje Galarza y la diversidad en Colonia Pellegrini.

Mariposas, indicadores ambientales

Bar resalta que es el primer inventario sobre la diversidad de las mariposas y que la familia Nymphalidae exhibe una notoria dominancia, seguida de Hesperiidae y Pieridae.

Además se refiere a la necesidad de continuar con el muestreo para obtener una descripción de los patrones de distribución de algunas especies presentes en la Reserva y atribuye que “las diferencias en la composición específica de Colonia Pellegrini y Paraje Galarza en relación a Estancia Rincón podrían atribuirse a variables climáticas como la temperatura, humedad relativa, viento y dispersión que ocurrieron durante las estaciones en las que se realizó la investigación”.

La investigadora destaca que “en los biotopos del área habita una fauna abundante y diversa que está expuesta al riesgo de extinción, en algunos casos antes de ser registrada y/o estudiada y sostiene que “los resultados de esta investigación contribuirán a enriquecer el conocimiento sobre los Lepidoptera y servirán de consulta a otros grupos de investigación”.

La doctora Bar concluye que “un monitoreo sistemático de los lepidópteros será efectivo para detectar efectos ambientales a largo plazo” y señala que “las mariposas resultan piezas fundamentales en los programas de conservación, monitoreo ambiental y educación, por su especifica relación con la flora y sensibilidad a los cambios climáticos, teniendo en cuenta que en la mayoría de los casos las Áreas Naturales Protegidas son las únicas que aseguran la integridad de la biodiversidad regional”.