(12/05/09 – Agencia CyTA-Instituto Leloir. Por María Cristina Chaler) -Terminamos la nota de Ciencia fácil anterior diciendo:

Nuestro país tiene una tradición científica histórica que debemos conservar aunque nos cueste enorme esfuerzo. Invertir en Ciencia y Técnica significa invertir en el futuro. El avance tecnológico mundial, es tal, que aquel país que no genere recursos humanos capacitados quedará fuera del contexto mundial, y será imposible su progreso o independencia, para ello es necesario profundizar la educación en ciencias de nuestros jóvenes, revalorizando la cultura del esfuerzo y despertando en ellos la vocación científica, no es Tarea fácil pero tampoco es imposible.

Analizando las legislaciones con respecto a la Ciencia y tecnología de los últimos años de nuestro país, Ley Nacional N º 23.877 que fue sancionada el 28 de setiembre de 1990 y promulgada el 26 de octubre de 1990 tiene como objetivo la Promoción y Fomento de la Innovación Tecnológica, con el fin de fomentar la vinculación de la Ciencia con la Tecnología y la Producción, también en ella se hablaba de promover y fomentar la investigación y el desarrollo, creando una autoridad de aplicación el Consejo Consultivo para la promoción y Fomento de la innovación, pero recordemos qué pasó con la ciencia en esos tiempos.

11 años después…

La Ley Nacional 25467 es sancionada el 29 de agosto de 2001 y promulgada el 20 de setiembre de 2001 tiene como objetivo promover la política científica y tecnológica nacional y enuncia las responsabilidades del estado en materia de financiación y evaluación de la evolución de los logros.

Mediante esta Ley Nacional se trata de impulsar las actividades de la ciencia, la tecnología y la innovación para incrementar el nivel cultural, educativo, social y económico y el patrimonio científico cultural.

Su artículo 2do formula como objetivos impulsar, fomentar y consolidar la generación de conocimientos científicos y el aprovechamiento de los mismos, es decir estimular y garantizar la investigación básica y aplicarla al desarrollo tecnológico, busca propiciar la formación de investigadores y tecnólogos y para ello se considera necesario mejorar la calidad educativa y por supuesto todo lo que responda a la calidad social como salud, vivienda y otros.

Otros de los objetivos de esta Ley es impulsar las acciones de cooperación científica a nivel internacional y especialmente en el MERCOSUR.

En su artículo 4to establece la necesidad de estructurar el sistema nacional de ciencia tecnología e innovación considerando que deberán estar constituidos por órganos políticos de asesoramiento, planificación, articulación, ejecución y evaluación de todos los organismos que se adhieran a las actividades de impulso de la ciencia y técnica.

Es decir esta ley ratifica y amplía la Ley anterior.

6 años después…

Recordemos que en la nota anterior referida al tema del avance de la nanotecnología en nuestro país habíamos hablado de que “El 6 de diciembre de 2007 fue promulgada la ley nacional 26338 mediante la cual se creó el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, este ministerio tiene la obligación de impulsar la investigación para el avance tecnológico, favorecer la divulgación del conocimiento científico y tecnológico a nivel popular, de modo que formen parte de la vida cotidiana.

Este Ministerio genera proyectos de trabajo junto con el Ministerio de Educación con el objetivo de lograr en un futuro una sociedad más comprometida con la ciencia.”

El dictado de esta ley es coherente con la ley anterior y tiene el objetivo de profundizar los objetivos de la misma.

Al mismo tiempo la Ciudad Autónoma de Buenos Aires sanciona el 15 de noviembre de 2007 y promulga el 7 de diciembre de 2007 con objetivos comunes a estas leyes anteriores.

En su artículo 10mo especifica la Autoridad que se ocupa de regular las actividades de Ciencia Técnica e Innovación (CTI) que serán, el Gabinete de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (GACTIC), el Consejo de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Consejo), la Red de Incubadoras de Empresas, Parques y Polos Tecnológicos y los Fondos Especiales.

Las Leyes que promueven la investigación científica vienen siendo sancionadas y promulgadas desde 1990 es decir hace 19 años que el progreso de las investigaciones científicas y tecnológicas, viene siendo legislado, promovido y controlado por organismos creados para ello.

Es necesario que haya voluntades políticas para que en la práctica se concreten los objetivos y no quede todo en la letra de la ley. Es bueno que los dineros realmente se destinen para los fines que la legislación prevé y que nosotros como ciudadanos seamos conscientes de que la investigación científica es uno de los pilares fundamentales para el progreso de un país para reclamar cuando los fines no se cumplan.

Un país con sólida investigación científica es un país con posibilidades de progreso.