Inventaron un dispositivo portátil que mide la presión sanguínea durante las 24 horas. Según los creadores, del Instituto Tecnológico de Massachussets, el artefacto brindaría una visión más completa de la salud cardiovascular de los pacientes en comparación con las mediciones de la presión sanguínea que se realizan en las breves consultas médicas.

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(14/04/09 -Agencia CyTA-Instituto Leloir) – La presión sanguínea alta es un factor de riesgo común para ataques cardíacos y aneurismas, entre otros problemas de salud. En este sentido un buen diagnóstico y monitoreo es clave para la prevención.

Las visitas al especialista pueden provocar ansiedad y distorsionar la evaluación de la presión sanguínea, e incluso, si no se registrasen cambios por factores emocionales, la información recogida reflejaría sólo un breve momento en la vida del paciente, indica Harry Assada, experto en Ingenieria y Ciencia Biorobótica del Instituto Tecnológico de Massachussets.

Para superar estos obstáculos, Assada y un equipo de colegas, inventaron un dispositivo portátil que mide la presión arterial durante 24 horas. Como la presión arterial puede cambiar a lo largo del día, este tipo de información suministraría un panorama más amplio sobre la salud cardiovascular de los pacientes.

El monitor se engancha alrededor de la muñeca y del dedo índice. Dicho dispositivo posee detectores que miden la presión sanguínea a la altura de la mano.

Inicialmente el invento planteaba un problema dado que la presión sanguínea en la mano varía dependiendo de su posición. Por esta razón, los investigadores resolvieron el dilema mediante la incorporación de un sensor que registra y calcula los movimientos de la mano y su posición con respecto al cuerpo.

Ese sensor brinda datos que permiten compensar los errores de información que pueden llegar a provocar los movimientos del paciente. Con este sistema, es posible determinar con precisión la presión sanguínea, asegura Assada.

Una vez que se recoge la información de la presión sanguínea, ésta es enviada a través de señales de radio o Internet inalámbrico a una computadora donde se guardan los datos.

Según Asada, la versión comercial del dispositivo estará lista en cinco años, pero antes es preciso realizar ensayos clínicos y desarrollar modelos que sean económicamente viables.