Acaba de finalizar en Canadá, un encuentro internacional de expertos, auspiciado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), donde se presentaron los más modernos sistemas de detección de focos de incendio en los bosques.

(17/7/08 – Agencia CyTA-Instituto Leloir) – Mejorar los sistemas de alerta ante focos de incendio en los bosques fue el eje central de un encuentro internacional, auspiciado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que se realizó del 14 al 16 de julio en la ciudad de Edmonton, Canadá.

Se dieron cita más de 75 meteorólogos y expertos en incendios forestales, entre los cuales hubo especialistas de organismos nacionales y provinciales de la Argentina.

Los temas que analizaron fueron el funcionamiento de las redes de información de los observatorios meteorológicos, el manejo y análisis de datos climatológicos y la evaluación y monitoreo de potenciales peligros de incendio.

De acuerdo con las autoridades de la OMM, la precisión en la información es fundamental para pronosticar posibles incendios y su comportamiento una vez desatados.

Modelos de vigilancia

Para la licenciada Ciencias Meteorológicas María del Carmen Dentoni, especialista en Evaluación de Peligro de Incendios Forestales y coordinadora de Desarrollo Técnico del Plan Nacional de Manejo de Fuego de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable, el encuentro internacional de especialistas de todo el mundo es de gran importancia: “En ese evento, se analizaron los distintos modelos para evaluar el peligro de incendios en base a información meteorológica, así como también, aspectos complementarios como la utilización de información satelital para el monitoreo de vegetación o la detección de fuentes de calor”.

En la Argentina, cada jurisdicción tiene sus propios mecanismos para la detección de focos de fuego, de acuerdo con las dimensiones del área de protección, la tecnología y el personal disponible. “Algunas priorizan la detección por torreros (vigías instalados en puntos fijos) u otros observadores, unas utilizan cámaras infrarrojas, otras, los puntos calientes detectados por satélites. En general, la mayoría combina los distintos métodos”, señala Dentoni, quien también se desempeña como profesora adjunta de la cátedra Climatología y Fenología de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco.

“Nuestras principales líneas de trabajo se relacionan con el análisis y caracterización de las condiciones ambientales asociadas a grandes incendios, el apoyo meteorológico al combate del fuego, tarea que desarrollamos en forma conjunta con el Servicio Meteorológico Nacional, y el desarrollo de un Sistema Nacional de Evaluación de Peligro de Incendios”, afirma Dentoni.

El Sistema Nacional de Evaluación de Peligro de Incendios se basa en un sistema similar desarrollado por el Servicio Forestal Canadiense, que varios países tomaron como modelo y pusieron en práctica. En la actualidad, después de efectuar los ajustes y adaptaciones, se está implementando gradualmente en las distintas regiones de la Argentina.

“Esas prácticas se llevan a cabo en forma conjunta con los organismos responsables del manejo del fuego en cada jurisdicción provincial y de Parques Nacionales”, señala Dentoni.

Análisis de la dirección del humo

En el encuentro internacional también se abordó el tema del pronóstico del desplazamiento del humo y su dispersión. \”Como es sabido, la presencia de humo es causa de grandes inconvenientes para la población, por lo que es muy importante conocer la dirección en la que el mismo se desplazará”, afirma Dentoni. Y continúa: “Por ejemplo, cuando se desarrollan fuegos prescriptos, es muy importante tener en cuenta ese factor en el momento de decidir cuándo hacer la quema. En cambio, el caso de los incendios es distinto, ya que no puede decidirse el momento en el que el fuego va a ocurrir. Sí resulta de gran ayuda contar con pronósticos meteorológicos que indiquen cuál va a ser su dirección para tomar medidas preventivas”.

Dentoni explica que la dispersión del humo indica si éste va a mantenerse con una alta concentración en las cercanías de la superficie, o si se elevará a grandes alturas en la atmósfera. Lógicamente, este último caso mejora las condiciones de visibilidad. “Estos aspectos son importantes para los combatientes del fuego, ya que la baja visibilidad dificulta las operaciones tanto en tierra como en aire”, indica.

Para la especialista, ese tipo de encuentros internacionales permite que todos los expertos de los países participantes estén actualizados para hacer más eficientes y seguras las acciones de manejo del fuego.