Por primera vez en la Argentina, un equipo de especialistas evaluó la eficacia de diferentes tests internacionales para detectar alcoholismo en pacientes que acuden al Servicio de Emergencias. El estudio, que se realizó en un hospital de Mar del Plata, buscó identificar de manera temprana a los pacientes con problemas.

(20/02/08 – Agencia CyTA-Instituto Leloir. Por Laura García Oviedo) – El paciente llega al Servicio de Emergencias del hospital descompensado por el consumo de alcohol, con un malestar puntual o herido por la misma razón. El médico lo atiende, le receta los remedios necesarios, la consulta termina y la persona deja el hospital. ¿Y si el problema de base está relacionado con la dependencia crónica al alcohol?

Para ayudar a detectar de manera rápida los casos relacionados con trastornos por alcohol, y así brindarle al paciente la opción de ayuda profesional, un equipo de psicólogas evaluó, en un hospital de Mar del Plata, la eficacia de diferentes tests internacionales, muy rápidos de implementar. Nunca habían sido validados en la Argentina ni en otro país latinoamericano de habla hispana.

“El 14 por ciento de los pacientes evaluados presentó un trastorno por abuso o dependencia de alcohol, lo que es bastante más alto de lo que se esperaría en la población general”, dijo a la Agencia CyTA Mariana Cremonte, investigadora de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Mar del Plata y del Centro Interdisciplinario de Psicología Matemática y Experimental (CIIPME).

Según la especialista, existe una diferencia clave entre abuso y dependencia alcohólica. El abuso de alcohol es “el uso recurrente de alcohol que resulta en problemas sociales, legales o físicos”; y la dependencia es el “uso recurrente de la bebida que tiene como resultado un grupo interrelacionado de síntomas psicológicos, signos fisiológicos y/o indicadores del comportamiento”.

Cremonte, quien es investigadora asistente en CONICET, realizó el estudio junto a una experta mundial en el tema, Cheryl Cherpitel, del Alcohol Research Group, fundado por el National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism (NIAAA), de los Estados Unidos. Los resultados de la investigación fueron publicados en enero de 2008 en la revista internacional Substance Use & Misuse.

En comparación con otros instrumentos un test –denominado “RAPS4”– tuvo un mejor rendimiento en detectar dependencia en mujeres. Esa herramienta fue diseñada por Cherpitel en el año 2000 en base a tests que ya existían y a estudios realizados en México y EE.UU. Según las investigadoras, otro examen –llamado “RAPS4-QF”, y que es una modificación del RAPS para mejorar el desempeño en la detección– fue el más eficaz en evaluar el abuso del alcohol en el total de los pacientes.

Evaluación rápida

Uno de los objetivos de la investigación fue calcular cuál es el riesgo de tener una lesión que requiera atención en la guardia, si se ha ingerido alcohol. “Había sólo unos pocos antecedentes a nivel mundial y ninguno en Sudamérica. Mediante este trabajo pudimos determinar que el riesgo de accidentarse aumenta en alrededor del 500 por ciento si la persona ha ingerido alcohol, y que el riesgo es muchísimo mayor en el caso de lesiones violentas”, agregó Cremonte.

El estudio comenzó con 779 casos, de los cuales fueron finalmente seleccionados 643 pacientes mayores de 18 años catalogados como bebedores (al menos, un vaso en los últimos 12 meses) que ingresaron a la Guardia del Hospital Interzonal de Mar del Plata entre enero y octubre de 2001. A través de encuestas de una duración promedio de 25 minutos, se recolectaron datos que constataron que el 28 por ciento de los casos con lesiones causadas por accidentes o actos de violencia tenía alcohol en sangre al momento de llegar.

Las psicólogas compararon cuántos pacientes que presentaban un trastorno por uso de alcohol detectados a través de una prueba diagnóstica compleja llamada CIDI, eran también identificados por cada uno de estos tests de evaluación rápida, llamados de tamizaje, que por ser mucho más breves, permiten ganar tiempo y derivar enseguida al paciente a un servicio de especialistas en el tema.

Los pacientes con un problema relacionado con el uso de alcohol fueron derivados al Departamento de Alcoholismo e Hígado del hospital y a grupos de autoayuda.

Tamizaje pura cepa

Este trabajo es parte de la tesis doctoral de Cremonte que realizó con una beca de posgrado del CONICET. “En 1999 trabajaba como concurrente en el Servicio de Alcoholismo e Hígado del Hospital Interzonal de Mar del Plata (HIGA), a cargo del doctor Arzeno, y me asombró la cantidad de personas que se presentaban a los distintos servicios con problemas de alcohol”, explicó Cremonte.

“Estas personas solían ser atendidas por los síntomas que presentaban en el momento, pero sin que se diagnosticara o tratara la patología de base, que era el trastorno por uso de alcohol. Por eso, muchas veces eran admitidas una y otra vez, y cuando las recibíamos en el Servicio de Alcoholismo e Hígado, el estado de deterioro era tan grande que cualquier intervención resultaba más compleja”, agregó la especialista.

Cremonte destacó que en el mundo se han diseñado instrumentos de duración breve que pueden ser administrados por el personal del hospital, o incluso podrían ser auto administrados, que ayudan a detectar si la persona podría o no tener un problema con la ingesta de alcohol. La mayoría esos instrumentos fueron creados en base a poblaciones de otros países, como los Estados Unidos.

“Son instrumentos de tamizaje y no de diagnóstico, de fácil administración y evaluación, y sólo indican la necesidad de una evaluación más profunda y completa en ciertas personas”, explicó Cremonte, quien agregó que son pocos los servicios de emergencias que implementen sistemas de detección de problemas con el alcohol, tanto en la Argentina como a nivel mundial.

Según la especialista, en los lugares donde se han incorporado procedimientos de rutina para hacer un tamizaje y posterior derivación al servicio de alcoholismo, disminuyen los pedidos de atención recurrente de pacientes que tienen accidentes provocados por el alcohol

Cremonte concluyó que “su implementación requiere ciertas condiciones como por ejemplo, tener personal con cierta capacitación y disposición, y que la institución pueda ofrecer posibilidades de tratamiento o de derivación para cuando hace falta una mayor intervención”.

Con todo, el grupo de colaboración internacional que lidera Cheryl Cherpitel, denominado Emergency Room Colaborative Alcohol Análisis Project o ERCAAP (Proyecto de Análisis de Alcohol en Colaboración en Servicio de Emergencias, en español), está trabajando en la actualidad en averiguar cuáles son los factores socio-culturales que inciden en el riesgo de lesionarse luego del consumo de alcohol.

RECUADRO 1

MENOS EFICAZ EN MUJERES

(20/02/08 – Agencia CyTA_Instituto Leloir. Por L.G.O.) –Una de las conclusiones del trabajo realizado en Mar del Plata es que los tests no son tan eficaces en la detección de abuso o dependencia en el consumo de alcohol en mujeres. Este resultado fue coincidente con los encontrados en otros países, como los Estados Unidos y México.

“No sabemos exactamente a qué se debe, pero podemos suponer que casi todas estas pruebas fueron diseñadas sobre muestras de varones, y por eso, apuntan a detectar síntomas en varones, que no necesariamente coinciden con lo que le sucede a una mujer cuando abusa o depende del alcohol”, señaló Mariana Cremonte, investigadora del Conicet y de la Universidad Nacional de Mar del Plata. Además, como en este tema hay una mayor sanción social hacia las mujeres, podría haber mayor ocultamiento por parte ellas cuando se les realiza un test de detección.

El gran dilema es que las mujeres en la Argentina están consumiendo cada vez mayores cantidades de alcohol, según informó Cremonte. Las jóvenes están bebiendo por lo menos tanto como los varones de su misma edad, y debido a diferencias fisiológicas, el consumo de la misma cantidad resulta más perjudicial en las mujeres. Además, durante la gestación, pueden agregarse otros problemas más serios, que pueden derivar en el síndrome fetal alcohólico.

“Es fundamental poder detectar abuso y dependencia en mujeres”, remarcó la especialista, quien se encuentra trabajando en el tema junto a un equipo de la citada universidad marplatense.

RECUADRO 2

ALCOHOL LETAL

(20/02/08 – Agencia CyTA_Instituto Leloir. Por L.G.O.) – “Contar con pruebas o tests que funcionen correctamente para detectar pacientes que pueden beneficiarse reduciendo la ingesta de alcohol, y que necesitan algún tipo de intervención, es fundamental en Argentina y el mundo por varios motivos”, señaló a la Agencia CyTA la investigadora Mariana Cremonte, de la Universidad Nacional de Mar del Plata.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, el alcoholismo contribuye más a la mortalidad y morbilidad que el uso de tabaco o de drogas ilegales.

“La Argentina es un país con una alta producción y consumo de alcohol. Está entre los diez mayores exportadores de vino; sin embargo, sólo se exporta el 20 por ciento de lo producido. El 80 por ciento restante se consume en el mercado interno. Según estadísticas de 1994, el consumo por adulto era de 14 litros de alcohol absoluto, una de las más altas a nivel mundial”, afirmó la experta. Y agregó que se ha detectado un cambio en los hábitos de ingesta, sobre todo en las personas jóvenes, que se asocia con mayores problemas.

“Parecería que se está pasando de lo que se llama un patrón mediterráneo, que consiste en tomar cantidades bajas de alcohol con bastante frecuencia; por lo general, un vaso de vino durante las comidas, y que es la forma habitual de beber en las personas de más edad, a otras modalidades que se caracterizan por tomar cantidades mayores de cerveza o bebidas destiladas, con menor frecuencia y lejos de las comidas, que producen mayores problemas asociados al alcohol”, informó la psicóloga.

Existe evidencia de que cuando la persona ingresa al servicio de emergencias es más susceptible para aceptar o considerar algún cambio en su forma de beber. Hay estudios que indican que intervenciones muy breves realizadas por el personal de guardia son muy efectivas para que la persona reduzca la ingesta o busque ayuda especializada. Por eso, para los expertos sería fundamental contar en ese contexto, con un instrumento de rápida y eficaz detección de las personas en riesgo por el consumo de alcohol.