Un estudio realizado por investigadores argentinos pone de manifiesto la escasa utilización de casco por parte de los motociclistas en la ciudad de Mar del Plata. Los resultados de la investigación indican que el uso es mayor cuando las condiciones climáticas son adversas, que las mujeres son más proclives a usarlo y que se presentan variaciones importantes según la zona de la ciudad donde se maneja.

(31/01/08 – Agencia CyTA_Instituto Leloir. Por Laura García Oviedo) – Los chaparrones y las grandes tormentas con lluvia parecen ser uno de los principales factores que motivan a los motociclistas de Mar del Plata a utilizar el casco. Su uso, en cambio, se reduce casi a la mitad en condiciones climáticas normales: solo el 34 por ciento elige proteger su cabeza ante el riesgo de un accidente e incluso de perder la vida.

Esos son algunos de los resultados preliminares de un estudio realizado por investigadores de la Universidad Nacional de Mar del Plata, ciudad donde el uso del casco es obligatorio. El trabajo –publicado on line en enero en la revista brasileña “Saúde Pública”– da a conocer resultados parciales basados en una muestra piloto de 465 motociclistas observados en diferentes áreas de la ciudad turística, entre abril y mayo de 2006.

Entre las variables analizadas se encuentran el sexo del conductor, el tipo de moto, las condiciones climáticas, el área donde circulaban los rodados y la hora del día. Así, los investigadores observaron que, por ejemplo, en el centro de la ciudad se usa más el casco, mientras que en la periferia lo utiliza un porcentaje inferior (el 23 por ciento de los motociclistas observados).

ELLAS, MÁS PRECAVIDAS

Los investigadores hallaron que el 54,9 por ciento de las mujeres utilizaba casco mientras viajaban en sus motos. El porcentaje masculino fue menor, sólo el 38 por ciento de los hombres protegía su cabeza.

“Estos resultados muestran que las mujeres, como en otros aspectos del tránsito, presentan un patrón de comportamiento más seguro que los hombres, lo que explicaría por qué tienen menos accidentes”, dijeron a la Agencia CyTA Rubén Ledesma y Raquel Peltzer, ambos psicólogos e investigadores de la Facultad de Psicología y de la Facultad de Ciencias de Salud y Servicio Social de la mencionada universidad.

Esta línea de trabajo se ubica dentro de un programa mayor de investigación sobre comportamiento humano y accidentes de tránsito. “Los accidentes son un problema complejo, en el que intervienen variables ambientales, vehiculares, situacionales y humanas; en nuestro caso el foco está puesto en el factor humano. En cuanto al uso del casco, este estudio se plantea como una primera etapa descriptiva del comportamiento de los motociclistas”, explicaron los autores del trabajo.

“En nuestro trabajo observamos una baja prevalencia del uso de casco y variaciones importantes según variables que pueden considerarse ajenas a la seguridad, como por ejemplo, el aparente efecto de las condiciones climáticas sobre la tasa de uso”, alertaron los investigadores.

“Parecería que los conductores usan casco como una medida de protección ante las inclemencias climáticas, más que como una medida de seguridad”, agregaron los especialistas, quienes también destacaron que el 11 por ciento de las personas observadas llevaba el casco consigo, pero no lo usaba o lo usaba mal.

ELECCIÓN VITAL

En el trabajo, los investigadores remarcan la necesidad de mejorar los mecanismos de control que resultan clave para influir en el comportamiento de los conductores, y también la importancia de promover los comportamientos prudentes a través de la educación y la formación de los motociclistas.

“Es necesario superar la falsa oposición ‘control policial’ versus ‘educación vial’, ambos mecanismos son necesarios a la hora de mejorar la seguridad vial y reducir los efectos de los accidentes sobre nuestra comunidad. Lo que sí es claro es que las intervenciones tienen que apoyarse en el conocimiento científico disponible”, expresaron los investigadores.

“En la mayoría de los países latinoamericanos, los accidentes de tráfico constituyen un serio problema de salud pública (…) El uso del casco disminuye las heridas graves, los índices de mortalidad y la necesidad de los recursos hospitalarios”, afirman los autores en el texto.

Ante la consulta de la Agencia CyTA sobre la posibilidad de presentar los resultados a las autoridades de Mar del Plata, los investigadores comentaron que prefieren ampliar la base empírica del estudio y mejorar el diseño de investigación, cuestiones sobre las que trabajan actualmente.

Para Ledesma y Peltzer, el uso del casco es solo un indicador más del estado de situación. Y señalaron: “Lo que necesita de forma urgente nuestra ciudad es un plan integral en materia de seguridad vial que incluya, entre otros aspectos, control y gestión de tránsito, investigación científica, educación vial y mejoramiento de la infraestructura”.