Expertos de la Asociación Argentina de Energía Eólica (AAEE) y del Centro Atómico Bariloche aseguran que la Argentina dispone de los recursos humanos necesarios para ingresar al mercado mundial de energía eólica, un negocio que facturó más de 80 mil millones de dólares en 2006.

(1/10/07 -Agencia CyTA-Instituto Leloir. Por Bruno Geller) – Quienes integran la Asociación Argentina de Energía Eólica (AAEE) aseguran que nuestro país cuenta con excelentes recursos humanos (ingenieros, técnicos y operadores, entre otros) que le permitirían sumarse al mercado mundial de la energía eólica, dominado hasta la fecha por países como España, Alemania, Dinamarca y Estados Unidos.

En esa línea, la instalación de 300 megavatios de parques eólicos en la Argentina crearía entre seis mil y quince mil puestos de trabajo directos, aseguran expertos de la Asociación Argentina de Energía Eólica (AAEE).

Si bien la energía eléctrica generada por las turbinas eólicas no reemplazaría a las principales fuentes de energía tradicionales, como los combustibles fósiles, el carbón, el petróleo, el gas natural, la energía nuclear y las grandes presas, el desarrollo industrial de esa tecnología en el país añadiría un renglón dentro del sector de las exportaciones tecnológicas.

Los datos económicos lo reflejan claramente. A nivel mundial, el negocio eólico crece a un ritmo que supera el 25% anual, desde hace más de dos décadas; emplea a más de 250 mil personas, habiendo facturado cerca de 80 mil millones de dólares en 2006.

Encuentro Internacional

Del 2 al 4 de octubre se celebra en Mar del Plata el 6to. Congreso y Exposición Mundial de Energía Eólica (WWEE, según sus siglas en inglés) en el que especialistas de todo el mundo comparten sus experiencias y visiones acerca del futuro de esa energía renovable de bajo impacto ambiental. Los expertos de la AAEE esperan que el Congreso Internacional sea un estímulo para el desarrollo industrial de esa tecnología en la Argentina.

Entre los múltiples trabajos sobre el tema realizados por argentinos, el del ingeniero Oscar García Peyrano, director del Laboratorio de Vibraciones y Mecatrónica del Centro Atómico Bariloche, pone de relieve el enorme potencial en materia de recursos humanos disponible en el país para desarrollar turbinas eólicas.

“Las turbinas eólicas son máquinas nuevas y para ser rentables, deben durar más de veinte años, lo que impone un nuevo desafío tecno-económico, también aplicables a otras máquinas energéticas”, señala el doctor Peyrano.

En la actualidad García Peyrano trabaja en el desarrollo de sistemas de evaluación experimental para estirar al máximo la vida operativa de los componentes mecánicos, eléctricos y electrónicos, que integran las turbinas eólicas.

El experto explica que la importancia de su trabajo va más allá de la eólica: “Los resultados de estos trabajos teóricos y experimentales también pueden tener aplicaciones en otros campos como el transporte aeroespacial o la medicina”.

“Ahora estamos en una etapa de validación de conceptos básicos a escala de prototipos, luego seguiremos la etapa de diseño de productos y la homologación y después la fabricación y venta”, afirma García Peyrano.

Vientos argentinos

Según el Centro Regional de Energía Eólica del Chubut (CREE), la Argentina cuenta con los mejores vientos continentales del planeta. Sin embargo, en la actualidad las redes eléctricas de alta tensión existentes sólo pueden incorporar 300 megavatios.

Puede que esa cantidad de megavatios no solucione la crisis energética que actualmente atraviesa el país –se requieren entre 1400 y 4000 megavatios de fuentes no intermitentes para dar plena potencia a las necesidades nacionales –, pero sí ampliaría las reservas de energía, crearía miles de puestos de trabajo y las riquezas que dejaría en materia de exportación serían suculentas.

“En el país existen vastas extensiones de territorio con vientos fenomenales, entonces ¿porque no aprovecharlos?”, opina García Peyrano y agrega: “Si existe capacidad para diseñar y construir las máquinas para aprovechar esta forma de energía, ¿porque no autoabastecernos e intentar venderlas a otros países?\”.

De acuerdo con García Peyrano: “Sería de avanzada para la humanidad que las nuevas formas de aprovechamiento energético sean menos cruentas que las de la era de los combustibles fósiles”.