(Bogotá, 3 setiembre 2007. Julieta Peteán CME-UICN)

Ángela Andrade, vicepresidenta de la Comisión de Manejo de Ecosistemas (CME) de la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN), coordina junto a Néstor Windevoxhel el Simposio sobre Enfoque Ecosistémico en el II Congreso Latinoamericano de Parques Nacionales y otras Áreas Protegidas. A continuación los conceptos sobresalientes –de interés para quienes deseen informarse y participar–, de la entrevista realizada por Julieta Peteán, miembro de la CME-UICN.

¿Cuáles son las principales expectativas respecto del Simposio \”Enfoque Ecosistémico y Servicios Ambientales de Áreas Protegidas\” que se desarrollará en Bariloche?

El objetivo de este simposio es posicionar al Enfoque Ecosistémico (EE) como marco conceptual y metodológico para abordar una de las prioridades que cumplen hoy en día las áreas protegidas: el suministro de servicios ambientales a las comunidades locales y a la sociedad en su conjunto. Tenemos no solamente servicios ecológicos como el brindar hábitat para especies de alto valor para la conservación, sino también otros procesos ecológicos esenciales como el suministro de agua y la regulación hidrológica, la conservación de los suelos, la recreación o el turismo, entre muchos otros.

En el simposio se expondrán casos que nos permitirán discutir cómo el EE es además útil para cumplir con la implementación del Programa de Trabajo de Áreas Protegidas del Convenio de Diversidad Biológica (CDB), en su conjunto y de manera puntual con el objetivo de ver más allá de las áreas protegidas y lograr insertar el concepto de conservación de la biodiversidad en la gestión de paisajes rurales y, en general, en territorios ubicados por fuera de las áreas protegidas.

¿Se está aplicando el Enfoque Ecosistémico (EE) en algunas áreas protegidas y ecosistemas críticos en América Latina?

Si, efectivamente, se está aplicando en diversos contextos, no solamente de manera específica para la gestión de algunas áreas protegidas, sino en la gestión de corredores de conservación y en el marco de la aplicación del Plan de Trabajo de Áreas protegidas. Tenemos casos de corredores, por ejemplo en el Chocó-Manabí, entre Colombia y Ecuador; el caso de los ecosistemas marinos de Bocas del Toro en Panamá; el Bosque Chiquitano en Bolivia; las áreas protegidas marinas de Chile; y el sistema Paraná- Paraguay, entre Brasil, Bolivia, Paraguay y Argentina; así como en ecosistemas de alta montaña y páramos en Colombia y Ecuador.

¿Cómo cree que el EE y la aplicación de sus principios puede orientar o ser una herramienta útil para la conservación y uso sustentable de los ecosistemas –sean o no áreas protegidas?

El EE y sus principios permiten de manera integral considerar los aspectos ecológicos, biológicos, sociales, económicos y culturales que interactúan, y que deben ser tenidos en cuenta en la conservación de la biodiversidad y en el manejo sostenible de los ecosistemas.

Una de las mejores vías que podemos utilizar para alcanzar este fin, es el de proponer y evaluar indicadores específicos para cada principio del EE, de manera que podamos establecer de manera concreta la forma en que el enfoque está siendo implementado.

Algunos investigadores de la CME y de otras organizaciones han contribuido de manera específica en la propuesta y validación de atributos e indicadores para evaluar el nivel al cual cada uno de los principios del EE se está aplicando en la gestión de áreas protegidas, en reservas de la biosfera, en corredores de conservación y en iniciativas de uso sostenible de la biodiversidad. Varias de estas iniciativas se están desarrollando en diferentes países de Latinoamérica, tanto en paisajes terrestres como marinos.

¿Cómo puede el EE ser útil en la planificación, establecimiento y manejo de corredores de desarrollo sostenible?

La aplicación de los principios del EE nos permite una gestión integral de todos los aspectos de carácter biofísico y socio cultural que actúan en un territorio. Hay un principio que hace referencia explícita a la gestión de largo plazo de los ecosistemas, lo cual exige una adecuada articulación con los procesos de planificación regional y local existentes, los planes de manejo de las áreas protegidas y la articulación con los demás procesos de planificación sectorial.

Este es uno de los mayores retos que en mi criterio tiene la conservación hoy en día: lograr incidir en los planes de desarrollo, los planes de ordenamiento territorial, los planes de infraestructura y, en general, en todos los procesos que permiten dirigir la conservación de la biodiversidad más allá del denominado “sector” ambiental tradicional.

Este principio se articula con aquel que establece que los objetivos de la gestión de los ecosistemas deben quedar en manos de la sociedad. Este principio promueve la consolidación de espacios de participación social y la definición de mecanismos para la formalización de acuerdos entre los diferentes grupos de actores, contribuyendo así en el largo plazo con el cumplimiento de los objetivos de conservación y su inserción en el desarrollo.

¿Cuáles son en resumen desde tu punto de vista las principales perspectivas futuras del EE en el campo de las áreas protegidas y ecosistemas críticos?

Los mayores retos y perspectivas en mi criterio están por fuera del sector ambiental y de conservación. La CEM está altamente comprometida en buscar la forma de dirigir la aplicación del EE en la gestión de otros sectores, especialmente aquellos que afectan directamente el manejo sostenible de los ecosistemas y la conservación de la biodiversidad, entre los cuales destacamos el sector energético, el sector agrícola y el sector pesquero.

Adicionalmente, una aproximación orientada hacia los servicios ecosistémicos y la búsqueda de mecanismos de compensación o retribución a las comunidades que viven en ellos permitirá contribuir con otros objetivos y compromisos globales como son los Objetivos de Desarrollo del Milenio y las metas de reducción de la pérdida de biodiversidad –como la iniciativa “Cuenta Atrás 2010” de la UICN. Este es uno de los aspectos en los que actualmente la CEM está altamente comprometida.